Descubra lo que necesita saber sobre el linfoma en los gatos (linfoma felino). Conozca los síntomas, el diagnóstico, el estadio y el tratamiento de esta enfermedad.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a su gato a vivir cómodamente durante años.
Síntomas del linfoma en los gatos
Los síntomas del linfoma en los gatos dependen de dónde esté creciendo el cáncer. El linfoma en los ganglios linfáticos se presenta como hinchazones alrededor del cuello, los omóplatos y las rodillas. El linfoma del pecho (linfoma mediastínico) provoca síntomas respiratorios. Si su gato tiene síntomas neurológicos (afectación del sistema nervioso), puede notar cambios en el comportamiento, dificultad para caminar y ataques.
Independientemente de la localización, algunos síntomas son comunes a todos los linfomas:
-
Pérdida de peso
-
Letargo
-
Falta de apetito
Aunque los gatos mayores son los más afectados, el linfoma puede aparecer a cualquier edad.
Linfoma intestinal en los gatos
En la actualidad, el linfoma en los gatos se observa con mayor frecuencia en los intestinos. Los linfomas intestinales suelen causar mala alimentación, pérdida de peso, diarrea y vómitos. Los análisis de sangre suelen ser normales, pero la ecografía del abdomen puede mostrar intestinos engrosados, ganglios linfáticos abdominales agrandados y tumores. Dado que estos hallazgos son comunes a la enfermedad inflamatoria intestinal, los veterinarios suelen exigir una biopsia para diagnosticar un linfoma.
Los linfomas intestinales pueden ser de células grandes y de células pequeñas. Los linfomas de células grandes son agresivos, crecen rápidamente y son invasivos. Las posibilidades de supervivencia son menores con estos linfomas.
El linfoma de células pequeñas en los gatos es de crecimiento lento. Como no es agresivo, los gatos tienen más posibilidades de sobrevivir.
Etapas del linfoma en gatos
La estadificación del cáncer ayuda a los veterinarios a elegir el mejor tratamiento para el linfoma en los gatos. Los estadios del linfoma felino predicen el comportamiento del cáncer y las probabilidades de supervivencia. Cuanto mayor es el número de estadios, más se ha extendido el cáncer. Las pruebas de estadificación dependen del tipo de linfoma y suelen incluir radiografías (rayos X), tomografías computarizadas o biopsias.
Su veterinario elegirá el tratamiento en función del tipo y el grado del linfoma de su gato. La microscopía divide los linfomas en gatos en linfomas de células grandes y de células pequeñas.
Los linfomas en gatos también se dividen en función de su localización: nasal, mediastínico, multicéntrico, gastrointestinal y otros. Cada cáncer puede tener un grado bajo, intermedio y alto dependiendo de la división celular.
Tratamiento del linfoma en los gatos
El tratamiento del linfoma en gatos suele ser mediante quimioterapia. El oncólogo puede prescribir una combinación de fármacos en función de la localización y el grado del linfoma. Estos fármacos se administran por vía oral o por inyección intravenosa una vez a la semana durante un mes o más.
Una masa grande en el abdomen puede tener que ser extirpada mediante cirugía. Los linfomas nasales responden bien a la radiación. Si un gato no responde a los tratamientos, los veterinarios administran un esteroide (prednisolona) como terapia paliativa. Esto permite una remisión temporal de 2 a 4 meses, mejorando la calidad de vida durante la última etapa de la vida del gato.
Los gatos con linfoma del tórax, linfoma generalizado, linfoma de los ganglios linfáticos y linfoma intestinal de células grandes probablemente recibirán quimioterapia con una combinación de tres o cuatro fármacos. Casi la mitad de los gatos con linfoma viven un año con dicho tratamiento. La supervivencia a los dos años puede estar en el 40%.
Los linfomas de células pequeñas, que no se consideran agresivos, pueden tratarse en casa. Para el tratamiento se utiliza un fármaco a base de esteroides, como la prednisolona, y un fármaco de quimioterapia que el gato puede tomar por vía oral (como el clorambucil). Los gatos suelen tolerar bien estos tratamientos. La medicación puede ayudar a su gato a sobrevivir de 2 a 4 años.
Prevención del linfoma en los gatos
Los virus FeLV y FIV suelen causar linfomas en los gatos. La vacunación contra el FeLV y las pruebas de detección de estos dos virus ayudan a la prevención y al contagio de la enfermedad. Evitar el contacto con gatos infectados por el FeLV o el FIV y las zonas con humo también puede prevenir el linfoma en los gatos. La detección temprana de la enfermedad puede mejorar las posibilidades de supervivencia.