¿Pueden los gatos tener una enfermedad hepática?

Conozca los problemas y tratamientos de las enfermedades hepáticas en los gatos.

  • La digestión de las grasas

  • La producción de hormonas y proteínas

  • Regulación de la energía

  • La eliminación de los productos de desecho

  • La regulación de las funciones inmunitarias

La inflamación del hígado se denomina colangiohepatitis. La enfermedad hepática del gato puede causar una amplia gama de complicaciones con el tiempo. Por ello, el diagnóstico y el tratamiento adecuados de la enfermedad hepática son esenciales para el bienestar de su gato.

Qué causa la enfermedad hepática en los gatos?

Las causas más comunes de enfermedad hepática en los gatos son la inflamación del hígado y el hígado graso. Estas dos afecciones representan dos tercios de las afecciones hepáticas tratadas en los gatos.

La inflamación del hígado puede provenir de fuentes bacterianas... o de una deficiencia inmunomediada, que es más común. En ambos casos, la inflamación y la hinchazón impiden el correcto flujo de la bilis, lo que hace que ésta se acumule en el hígado, provocando un daño importante en los tejidos.

El hígado graso o la lipidosis hepática se produce cuando las células grasas se acumulan en el hígado e impiden su correcto funcionamiento. En la enfermedad del hígado graso en los gatos, la acumulación de células grasas puede ser fatal si no se revierte.

Cuáles son los síntomas de la enfermedad hepática en los gatos?

Los síntomas de la enfermedad hepática en los gatos incluyen:

  • Vómitos.

  • Diarrea

  • Sed y micción constantes?

  • Problemas de coagulación de la sangre?

  • Cambios en el tamaño del hígado?

  • ¿Pérdida de apetito?

  • Fiebre

  • Aumento de la sed

  • Hinchazón en el abdomen?

  • Pérdida de peso

Si la enfermedad hepática es más grave, a veces se produce ictericia o coloración amarilla de los ojos, la piel y las encías. También puede producirse la acumulación de líquido en la zona abdominal o ascitis.

A veces, cuando la enfermedad es grave, se acumulan en el cerebro toxinas que el hígado normalmente eliminaría. Esto puede provocar un comportamiento extraño en su gato, como desorientación, salivación extrema o convulsiones. Estos síntomas pueden imitar otras enfermedades graves como el cáncer de hígado o la peritonitis, por lo que es importante obtener un diagnóstico preciso.

Cómo se diagnostica la enfermedad hepática en los gatos?

Muchos análisis de sangre pueden ayudar a su veterinario a determinar si su gato tiene una enfermedad hepática. Además, las radiografías y las ecografías pueden medir el tamaño del hígado y encontrar otras irregularidades. Durante las radiografías, se evaluará el tamaño del hígado para buscar la obstrucción del flujo biliar.

También se puede realizar un análisis químico de la sangre, un análisis de orina, la capacidad de coagulación de la sangre y un análisis de los ácidos biliares. En algunos casos, el hígado y la vesícula biliar pueden examinarse mediante una cirugía abdominal exploratoria.

Se puede tomar una biopsia del hígado para determinar la causa de la enfermedad hepática. La muestra del hígado será examinada por un patólogo, y pueden realizarse cultivos para descartar una infección bacteriana. La biopsia puede ser una simple biopsia con aguja o una biopsia quirúrgica. Las biopsias se suelen tomar bajo anestesia, y no pueden realizarse en gatos con trastornos de la coagulación.

Cuál es el tratamiento de las enfermedades del hígado en los gatos?

El tratamiento de la enfermedad hepática en los gatos depende de la causa. Por eso es tan importante un diagnóstico adecuado. Si se diagnostica a tiempo, los gatos con la forma bacteriana de la enfermedad pueden recuperarse tras el tratamiento con antibióticos. La forma inmunomediada tiene una oportunidad de remisión a largo plazo con un diagnóstico y tratamiento tempranos.

Los gatos con enfermedad hepática suelen recibir una dieta alta en calorías de alimentos fáciles de digerir. Se presta especial atención al contenido de grasas y proteínas. Lo mejor son las comidas pequeñas y frecuentes. Si el gato no come, pueden administrarse líquidos por vía intravenosa como apoyo nutricional y para evitar la deshidratación.

Su gato también puede recibir suplementos porque las deficiencias vitamínicas se observan a menudo en las enfermedades del hígado. Estos suplementos pueden incluir:

  • Vitamina K

  • ¿Vitamina E?

  • ¿Vitamina B?

  • Zinc

Siga las recomendaciones de su veterinario sobre la administración de suplementos vitamínicos porque las sobredosis de algunas vitaminas pueden ser perjudiciales.

En los casos de enfermedad hepática de larga duración, se prescribe un tratamiento de apoyo para frenar las complicaciones posteriores de la enfermedad. Esto puede incluir la administración de líquidos con tubos de alimentación, apoyo dietético y medicamentos.

Cuál es el pronóstico de los gatos con enfermedad hepática?

Si la enfermedad hepática se diagnostica y se trata a tiempo, los gatos suelen recuperarse completamente. Pero la enfermedad hepática no tratada puede dar lugar a afecciones más graves como la cirrosis biliar, en la que el conducto biliar es sustituido por tejido conectivo... También puede producirse una insuficiencia hepática aguda. Más de dos tercios del hígado deben estar gravemente dañados para que se produzca la insuficiencia hepática, y cualquier intervención antes de este punto puede ayudar a prevenirla.

Otras complicaciones de la enfermedad hepática no tratada son la encefalopatía hepática y la fibrosis... El tratamiento temprano de una posible enfermedad hepática en los gatos puede conducir a una vida más sana y larga para su mascota.

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