Virus de la leucemia felina (FeLV) Síntomas, vacuna, tratamiento

El doctor explica el virus de la leucemia felina (FeLV), incluyendo los síntomas, los factores de riesgo, los tratamientos y la prevención.

Sin embargo, la exposición al virus de la leucemia felina no tiene por qué ser una sentencia de muerte; alrededor del 70% de los gatos que se enfrentan al virus son capaces de resistir la infección o eliminar el virus por sí mismos.

Cómo se transmite el virus de la leucemia felina

La leucemia felina es una enfermedad que sólo afecta a los gatos: no se puede transmitir a las personas, a los perros ni a otros animales. El FeLV se transmite de un gato a otro a través de la saliva, la sangre y, en cierta medida, la orina y las heces. El virus no vive mucho tiempo fuera del cuerpo del gato, probablemente sólo unas horas. El acicalamiento y las peleas parecen ser las formas más comunes de contagio. Los gatitos pueden contraer la enfermedad en el útero o a través de la leche materna infectada. La enfermedad se transmite a menudo a través de gatos aparentemente sanos, por lo que incluso si un gato parece sano, puede estar infectado y ser capaz de transmitir el virus.

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Factores de riesgo de su gato

La exposición a gatos infectados aumenta el riesgo de que su gato contraiga el FeLV, especialmente en el caso de los gatitos y los gatos adultos jóvenes. Los gatos mayores tienen menos probabilidades de contraer la infección, porque la resistencia parece aumentar con la edad. En el caso de los gatos que sólo viven en el interior, el riesgo de contraer el FeLV es muy bajo. Los gatos que viven en hogares con varios gatos o en criaderos corren más riesgo, especialmente si comparten los platos de agua y comida y las cajas de arena.

Sólo un 3% de los gatos que viven en hogares con un solo gato tienen el virus, pero en el caso de los gatos que pasan tiempo en el exterior, la tasa es mucho mayor. Aun así, la prevalencia del FeLV ha disminuido en los últimos 25 años gracias a las vacunas y a las pruebas fiables.

Síntomas del virus de la leucemia felina

Los gatos infectados por el FeLV pueden presentar uno o más de los siguientes síntomas:

  • Encías pálidas

  • Color amarillo en la boca y en el blanco de los ojos

  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos

  • Infecciones de la vejiga, de la piel o de las vías respiratorias superiores

  • Pérdida de peso y/o pérdida de apetito

  • Mal estado del pelaje

  • Debilidad y letargo progresivos

  • Fiebre

  • Diarrea

  • Dificultad respiratoria

  • Problemas reproductivos como la esterilidad en gatas no esterilizadas?

  • Estomatitis C Enfermedad oral que incluye la ulceración de la encía

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Diagnóstico del virus de la leucemia felina

Su veterinario puede diagnosticar la enfermedad realizando un sencillo análisis de sangre llamado ELISA, que identifica las proteínas del FeLV en la sangre. Esta prueba es muy sensible y puede identificar a los gatos con infecciones muy tempranas. Es importante recordar que algunos gatos consiguen eliminar la infección en unos pocos meses y posteriormente dan un resultado negativo.

Un segundo análisis de sangre, la IFA, detecta la fase progresiva de la infección, y es poco probable que los gatos con resultados positivos en esta prueba eliminen el virus. La prueba IFA se realiza en un laboratorio, en lugar de en la clínica de su veterinario. En general, los gatos que dan positivo en la IFA tienen un mal pronóstico a largo plazo.

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Tratamiento del virus de la leucemia felina

El 85% de los gatos infectados persistentemente por el virus de la leucemia felina mueren a los tres años del diagnóstico. Sin embargo, las revisiones veterinarias periódicas y una buena atención sanitaria preventiva pueden ayudar a que estos gatos se sientan bien durante algún tiempo y a protegerlos de una infección secundaria. Los exámenes físicos semestrales, las pruebas de laboratorio y el control de parásitos pueden prevenir complicaciones e identificar problemas rápidamente. Todos los gatos infectados por el FeLV deben permanecer en el interior y ser castrados.

Actualmente no hay cura para la infección por el VLF. Las infecciones secundarias pueden tratarse a medida que aparecen, y los gatos con cáncer pueden recibir quimioterapia. Sin embargo, el pronóstico es grave para los gatos con compromiso de la médula ósea o linfoma generalizado.

Cómo proteger a su gato del virus de la leucemia felina

Mantener a su gato dentro de casa y alejado de los gatos infectados es una forma segura de evitar que contraiga el FeLV. Además, se pueden administrar vacunas a los gatos con alto riesgo de exposición, como los que salen al exterior o viven en refugios o criaderos. Sólo deben vacunarse los gatos que den negativo en la prueba del FeLV, e incluso los que hayan recibido la vacuna deben someterse a la prueba si ha habido una posible exposición al virus. La prueba no debe realizarse antes de 30 días después de la posible exposición. Según la Asociación Americana de Veterinarios Felinos, cualquier gato que esté enfermo debe someterse a la prueba. Esto se debe a que hay una gran variedad de problemas de salud que pueden estar asociados al virus.

Los gatos nuevos o los gatitos de más de ocho semanas de edad deben someterse a la prueba del virus antes de ser introducidos en un hogar con varios gatos. La mayoría de los veterinarios desaconsejan la introducción de un nuevo gato en un hogar con un gato positivo al FeLV, porque pueden correr el riesgo de contraer la infección C incluso con la vacunación. Además, el estrés de un recién llegado puede afectar negativamente al gato seropositivo.

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