Hay muchas razones por las que puede tener dolor en la mano, como la osteoartritis, la artritis reumatoide, la tendinitis, el dedo en gatillo o la contractura de Dupuytren. La presentación del médico puede ayudarle a saber por qué se producen estos problemas y qué puede hacer para obtener alivio.
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Ocurre cuando se lesiona o desgasta la sustancia lisa llamada cartílago que recubre los extremos de los huesos en la articulación. Se hincha, duele, se pone rígida y cuesta moverla. Los lugares más comunes de la artrosis de la mano son las articulaciones de los dedos y la zona donde se unen el pulgar y la muñeca. El reposo, las férulas, los antiinflamatorios y los ejercicios especiales para las manos pueden aliviar los síntomas. En los casos graves, el médico puede sugerir una intervención quirúrgica.
Artritis reumatoide
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Esta enfermedad afecta a las células que se supone que lubrican las articulaciones. Este "tejido sinovial" se inflama y desgasta el cartílago y el hueso. La inflamación también puede extenderse a los tendones que unen el hueso con el músculo. Su médico puede ayudarle a controlar el dolor y la rigidez con medicamentos, inyecciones de esteroides y, en casos raros, con cirugía.
Síndrome del túnel carpiano
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El nervio mediano, los vasos sanguíneos y los tendones pasan... por un conducto de la muñeca llamado túnel carpiano. Si la inflamación dentro del túnel presiona el nervio, puedes tener dolor, entumecimiento, hormigueo y un agarre debilitado. Un médico o fisioterapeuta podría ayudar a mejorar los síntomas con férulas, inyecciones de esteroides o ayudarle a cambiar la forma de utilizar las manos.
Neuropatía periférica
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Con el paso del tiempo, un nivel alto de azúcar en sangre puede dañar los nervios que envían señales de dolor a su cerebro, así como los pequeños vasos sanguíneos que los nutren. Es posible que sienta dolor, hormigueo, ardor y entumecimiento en las manos, y que éstas se vuelvan sensibles incluso al tacto ligero. Su médico puede ayudarle a controlar los síntomas con fármacos, cambios en la dieta y ejercicio. También pueden tratar la diabetes u otra afección que pueda estar causando el problema.
Tenosinovitis de De Quervain
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Puede notar el pulgar y la muñeca inflamados y doloridos, sobre todo cuando agarra o tuerce algo. Ocurre cuando un túnel llamado primer compartimento extensor se estrecha o los tendones de su interior se engrosan. Los movimientos repetidos o nuevos de la mano pueden causarlo. También los cambios hormonales. El médico podría tratarla con férulas y antiinflamatorios y, en algunos casos, con cirugía.
Tendinitis
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Los tendones, las cuerdas que unen los pequeños músculos de la mano al hueso, se desgastan lentamente y se inflaman. Te pueden doler la palma o los dedos, y el dolor puede subir por el brazo. Puedes tratarlo con hielo, almohadillas térmicas, férulas, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y ejercicios especiales de tu médico o fisioterapeuta.
Quiste ganglionar
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Es un bulto lleno de líquido, casi siempre en la parte superior o inferior de la muñeca, o en la base del dedo. Puede cambiar de tamaño e incluso desaparecer. Podrías utilizar antiinflamatorios para disminuir el dolor y férulas para detener ciertos movimientos. En los casos más graves, el médico puede sugerir el drenaje con una aguja o, en algunos casos, la cirugía.
Fractura
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Es cuando te rompes o agrietas uno o más huesos de la mano, a menudo cuando te caes o se te cae algo encima. Puede doler e hincharse, y te puede costar moverte. Incluso puedes notar un cambio de forma. El médico suele arreglarlo con algún tipo de escayola o férula, pero en el caso de las fracturas más graves, puede ser necesario operar.
Esguince
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Los ligamentos, el tejido que conecta los huesos, pueden desgarrarse, a menudo cuando utilizas una mano extendida para frenar una caída. Suele afectar a la articulación del pulgar o a los nudillos centrales de los dedos. Consulte a su médico si tiene problemas para utilizar la mano, o si el dolor es grave o se prolonga durante más de unos días. Por lo demás, utiliza el método RICE -descanso, hielo, compresión (vendaje) y elevación (levantarla)- para disminuir el dolor y la hinchazón.
Distensión
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Esto ocurre cuando se desgarra un músculo o tendón, a menudo los tendones que conectan el músculo del antebrazo con los huesos de los dedos. Puede ocurrir de forma repentina en una caída o lentamente con el paso del tiempo, especialmente si utilizas mucho las manos en el trabajo levantando, escribiendo o construyendo cosas. Utiliza el RICE a corto plazo y acude al médico si el dolor es grave o no desaparece.
Dedo en gatillo
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A veces, a un tendón que ayuda a mover uno de tus dedos le puede crecer una especie de nudo, o su revestimiento liso puede hincharse. Esto puede dificultar su uso sin dolor o darte la sensación de que algo se "engancha". Un dedo puede incluso quedarse atascado en una posición doblada. Las férulas y los antiinflamatorios a veces ayudan, pero puede ser necesaria la cirugía para corregir el problema.
Contractura de Dupuytren
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El tejido justo debajo de la piel se engrosa más de lo debido en la palma de la mano y en los dedos. Es posible que notes pequeños bultos, agujeros y líneas en esa zona. Puede hacer que los dedos se doblen hacia la palma. No suele ser doloroso, pero el médico podría sugerir inyecciones o cirugía en casos graves.
Gota
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Un producto de desecho llamado ácido úrico se acumula y forma cristales, a menudo en el dedo gordo del pie, pero también a veces en la mano y la muñeca. Provoca un intenso dolor e hinchazón. Su médico puede ayudarle a tratar un ataque con reposo y medicación. Los cambios en la dieta y el ejercicio, junto con los medicamentos, podrían disminuir futuros ataques y otros problemas relacionados con la gota.
Fenómeno de Raynaud
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Los vasos sanguíneos de las manos reaccionan de forma exagerada a las temperaturas frías o al estrés. Durante un ataque, se estrechan y limitan el suministro de sangre. Esto puede hacer que los dedos de las manos y de los pies estén fríos y entumecidos. Incluso pueden volverse blancos o azules. A medida que la sangre regresa, pueden comenzar a sentir un hormigueo y dolor. Algunos fármacos pueden aliviar los síntomas y prevenir el daño a los tejidos. En casos raros, su médico puede sugerir la cirugía.