Cordoma: Cáncer poco frecuente en la columna vertebral y el cráneo

El cordoma es un cáncer poco frecuente que afecta a los huesos de la columna vertebral y el cráneo. El médico explica las causas de este cáncer y por qué puede ser difícil de tratar.

El cordoma es un tipo de cáncer que crece en los huesos del cráneo y la columna vertebral. Es muy poco frecuente. Sólo lo padece 1 de cada millón de personas. Cada año se diagnostican unos 300 casos de cordoma en Estados Unidos.

Se puede contraer a cualquier edad, incluso en la infancia. Pero la mayoría de las personas son diagnosticadas entre los 40 y los 70 años. Los hombres lo padecen con más frecuencia que las mujeres.

Los cordomas pueden formarse en cualquier parte de la espalda, el cuello o el cráneo. Muchos crecen en la parte inferior de la columna vertebral o en la base del cráneo. Desde allí pueden extenderse a otros órganos, como los pulmones. Pero suelen crecer lentamente.

Como están cerca de zonas importantes como el cerebro y la médula espinal, hay que tratarlos con mucho cuidado.

Causas

En el vientre materno, el bebé tiene una fina barra llamada notocorda que recorre su... espalda. Esta barra sostiene los huesos de la columna vertebral a medida que crecen. La notocorda desaparece antes de que el bebé nazca.

En un pequeño número de personas, algunas de las células de la notocorda quedan en la columna vertebral y el cráneo.

Los médicos creen que el cordoma se inicia debido a un cambio en el gen que lleva las instrucciones para fabricar una proteína que ayuda a la formación de la columna vertebral. Este cambio hace que las células de la notocorda que quedan en el cerebro o la médula espinal se dividan con demasiada rapidez.

Este cambio suele producirse de forma aleatoria: no es necesario que nadie de la familia tenga un cordoma para que usted lo padezca. Pero en raras ocasiones puede ser hereditario.

Síntomas

Los cordomas pueden presionar los nervios de la columna vertebral o del cerebro. Esto puede causar dolor, entumecimiento o debilidad. Los síntomas dependen de dónde esté el cáncer y de su tamaño.

El cordoma en el cráneo causa síntomas como:

  • Movimientos oculares anormales

  • Cambios en la voz o en el habla

  • Visión doble

  • Dolor de cabeza

  • Pérdida de sensibilidad y movimiento en la cara

  • Dolor en el cuello

  • Problemas para tragar

El cordoma de la columna vertebral causa síntomas como:

  • Pérdida de control sobre los intestinos.

  • Bulto en la parte baja de la espalda

  • Adormecimiento, hormigueo o debilidad en los brazos o las piernas

  • Dolor en la parte baja de la espalda

  • Problemas para controlar la vejiga

A veces, los cordomas en el cerebro pueden bloquear el flujo de líquido allí y en la columna vertebral. El líquido puede acumularse y ejercer presión sobre el cerebro. Esto se llama hidrocefalia.

Diagnóstico

Su médico puede hacer pruebas de imagen para ver dónde está el cáncer dentro de su cuerpo y cómo ha crecido. Estas incluyen:

  • Rayos X: Se utilizan dosis bajas de radiación para obtener imágenes del cerebro o la médula espinal.

  • TC (tomografía computarizada): Se toman radiografías desde varios ángulos diferentes y se juntan para obtener imágenes detalladas de la zona afectada.

  • Resonancia magnética (MRI): Se utilizan potentes imanes y ondas de radio para obtener imágenes de los órganos y otras estructuras del interior del cuerpo.

Una biopsia es la única prueba que puede confirmar que tiene un cordoma. Su médico utilizará una aguja para tomar una pequeña muestra de células del tumor. Un especialista examinará las células al microscopio para ver qué tipo de tumor tiene.

Es posible que su médico también le haga un análisis de sangre, una tomografía computarizada de los pulmones o una gammagrafía ósea para ver si el tumor se ha extendido.

Tratamiento

Su tratamiento dependerá de:

  • Su edad

  • Su salud

  • Tamaño del tumor

  • Dónde está el tumor

A menudo, los médicos extirpan el tumor con cirugía. Extirpar la mayor parte posible del tumor y parte del tejido que lo rodea puede impedir que vuelva a aparecer.

A veces los cirujanos no pueden extirpar todo el tumor porque podrían dañar las células sanas del cerebro o la columna vertebral. La radiación, es decir, los rayos X de alta energía, pueden matar las células cancerosas que quedan después de la cirugía. Esto reduce la posibilidad de que el cáncer reaparezca.

Aun así, el cordoma suele reaparecer después del tratamiento. Durante el primer año después de la operación, el médico le hará una resonancia magnética cada tres meses para asegurarse de que no ha reaparecido. Si reaparece, es posible que tenga que ser operado de nuevo.

Los investigadores están estudiando varios tratamientos nuevos para el cordoma. Los prueban en ensayos clínicos para ver si son seguros y si funcionan. A menudo son una forma de probar una nueva terapia que no está disponible para todo el mundo. Su médico puede decirle si hay un ensayo que podría ser adecuado para usted.

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