Detección y tratamiento del cáncer de vanguardia

Conozca las nuevas formas de detectar y tratar el cáncer, como la biopsia líquida, los fármacos dirigidos y los nuevos métodos de radiación.

Cada año, los investigadores realizan avances que mejoran las formas de diagnosticar el cáncer y proporcionan a su médico nuevas herramientas para combatir los tumores. Los cambios significan que su tratamiento puede funcionar mejor y causar menos efectos secundarios.

Es posible que ya no tenga que aplicar radiaciones en grandes zonas del cuerpo ni tomar medicamentos tóxicos que matan tanto las células sanas como los tumores. Los nuevos métodos hacen que el tratamiento del cáncer sea más específico y menos perjudicial para el organismo. La investigación genética ayuda a los médicos a detectar sus probabilidades personales de padecer cáncer e incluso a elegir el mejor tratamiento para su tumor.

Biopsia líquida

Un nuevo análisis de sangre puede ofrecer una forma más fácil de detectar las huellas del cáncer. La forma tradicional de confirmar el cáncer consiste en extraer una muestra del tumor con una aguja. En el tejido obtenido de una biopsia con aguja se pueden realizar pruebas para ver si el tumor tiene una determinada mutación genética causada por un cambio en el gen EGFR. Pero ahora puede disponer de una prueba alternativa para buscar una mutación del gen EGFR llamada biopsia líquida. Esta información ayudará a su médico a determinar si ciertas terapias farmacológicas dirigidas son útiles para tratar su cáncer de pulmón.

La primera biopsia líquida para el cáncer, la prueba cobas EGFR mutation v2, fue aprobada en junio de 2016. Está diseñada para su uso en personas con cáncer de pulmón no microcítico.

¿Cómo funciona? Cuando un tumor está en su cuerpo, desprende trozos de ADN. Este sencillo análisis de sangre puede revelar si su tumor puede tener una mutación del EGFR.

Organoides

Para probar los fármacos contra el cáncer y comprender el daño que causan los tumores, los médicos pueden utilizar ahora modelos carnosos, en 3D y en miniatura, de órganos humanos. Se llaman organoides. Se cultivan a partir de células animales o humanas en una placa en el laboratorio.

Los organoides permiten a los médicos comprobar la eficacia de un fármaco contra el cáncer y cómo puede reaccionar uno de sus órganos, como el páncreas, ante él. También pueden mostrar cómo crecen los tumores en el órgano y revelar pistas genéticas de que las células se convertirán en cáncer.

En el futuro, su médico podrá utilizar la investigación sobre los organoides para elaborar un plan de tratamiento exclusivo para usted, o para elegir el mejor medicamento contra el cáncer para su tumor y sus genes.

Los organoides también pueden ayudar a los médicos a saber qué ocurre en el cuerpo antes de que las células tumorales se conviertan en cáncer. En la actualidad se utilizan en la investigación del cáncer colorrectal, de páncreas y otros tipos de cáncer.

La forma tradicional de realizar estas pruebas consiste en criar un ratón con el conjunto de genes adecuado. Pero los organoides parecen ser una opción más barata y rápida.

Fármacos dirigidos e inmunoterapia

Los fármacos contra el cáncer han avanzado mucho en los últimos años. Algunos acaban con las células cancerosas pero dejan tranquilas a las sanas. Otros utilizan las propias armas del organismo para combatir el tumor.

Las terapias dirigidas son más precisas que los antiguos fármacos de quimioterapia. También tienen menos efectos secundarios.

Los anticuerpos monoclonales son un ejemplo de este tipo de tratamiento. Buscan determinadas señales en la superficie de las células cancerosas para atacar las correctas. Entonces detienen el crecimiento del tumor. Por ejemplo, el bevacizumab (Avastin) detiene los vasos sanguíneos que alimentan el tumor. El cetuximab (Erbitux) se adhiere a la célula cancerosa y bloquea una proteína que la haría crecer.

Los fármacos de moléculas pequeñas se introducen en la célula cancerosa para bloquear su crecimiento o eliminarla. El bortezomib (Velcade), una terapia dirigida para el mieloma, bloquea la forma en que las células cancerosas se deshacen de sus proteínas de desecho. Se llenan y mueren.

La inmunoterapia es una forma de reforzar el sistema inmunitario -la defensa del cuerpo contra los gérmenes- para ayudar a combatir el cáncer. Las células cancerosas pueden falsear las defensas naturales de su cuerpo con proteínas que debilitan la reacción de su sistema inmunitario. Los fármacos de inmunoterapia, como el ipilimumab (Yervoy) o el nivolumab (Opdivo), pueden bloquear estas proteínas para que el organismo pueda combatir mejor el cáncer.

Los nuevos fármacos de inmunoterapia son anticuerpos fabricados en un laboratorio que entran en el organismo, buscan y destruyen el cáncer. Se llaman conjugados anticuerpo-fármaco, o ADC. Este anticuerpo falso es como una bomba inteligente que busca señales en la superficie de las células cancerosas.

Uno de los ADC, el ado-trastuzumab emtansina (Kadcyla), mata las células del cáncer de mama porque introduce en ellas un material tóxico. El rituximab (Rituxan) se utiliza para tratar el linfoma y la leucemia. I Se dirige a proteínas específicas de la superficie de las células sanguíneas y de ciertas células cancerosas. De este modo, se estimula el sistema inmunitario para que ataque y elimine las células cancerosas.

Mejores alcances y radiación

Podrías someterte a un escopio en lugar de a una cirugía para extirpar pólipos de difícil acceso que podrían convertirse en cáncer más adelante.

La resección endoscópica de la mucosa (REM) es un nuevo tipo de endoscopio de colon que es más delicado. El médico puede inyectar líquido alrededor del pólipo y, a continuación, raspar cuidadosamente el tejido defectuoso. La REM puede ayudarle a evitar la cirugía o los cortes en el tejido para sacar el pólipo.

La radiación para combatir el cáncer también es ahora más selectiva y menos dañina para las partes sanas de su cuerpo.

La radioterapia intraoperatoria (IORT) envía una fuerte dosis de radiación al lugar donde se encuentra el tumor de mama justo después de haberlo extirpado en la cirugía. Sólo dura unos 5 minutos. Es precisa, por lo que puede ir directamente a la zona donde estaba el tumor y no dañar la piel u otros órganos.

Normalmente, se realizan sesiones de radiación durante 5 ó 6 semanas para eliminar las células cancerosas restantes. Algunas personas pueden recibir una sola dosis de IORT para eliminar estas células. Otras pueden acortar el tiempo total de su tratamiento.

La RIO puede ayudar a algunas mujeres con cáncer de mama a evitar la cirugía de extirpación del pezón y la areola, la pequeña zona que rodea el pezón.

La radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) es otro tratamiento más específico. Puede atacar los tumores pequeños con una ráfaga precisa.

La SBRT también puede reducir el número de tratamientos necesarios. Utiliza tecnología de guiado por imagen y escaneos cuatridimensionales para localizar el objetivo del tumor.

En los próximos años se esperan más avances que le darán aún más opciones de tratamiento.

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