Existen cientos de tipos de cáncer de glándulas salivales, la mayoría de los cuales son extremadamente raros. Conozca cómo se descubren, diagnostican y tratan.
Hay cientos de glándulas salivales dentro y alrededor de la boca. Algunas son tan pequeñas que sólo puedes verlas con la ayuda de un microscopio. Como hay tantas glándulas salivales y tantos tipos de células en esas glándulas, también hay cientos de tipos de cáncer de glándulas salivales. La mayoría de ellos son extremadamente raros, y más de la mitad de los tumores de las glándulas salivales resultan ser benignos (no cancerosos).
Qué es el cáncer de glándulas salivales?
Es lo que ocurre cuando las células anormales de estas glándulas crecen sin control. Las glándulas salivales normales están formadas por muchos tipos diferentes de células. Los tumores pueden crecer en cualquiera de ellas.
Hay dos tipos principales de glándulas salivales: las mayores y las menores. Las mayores se pueden ver a simple vista. Las menores (y hay cientos de ellas) sólo son visibles con un microscopio.
Hay tres conjuntos de glándulas salivales mayores en cada lado de la cara. La mayoría de los cánceres de las glándulas salivales comienzan aquí. Los conjuntos de glándulas principales son:
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Glándulas parótidas. Son las glándulas salivales más grandes. Alrededor del 70% de los tumores de las glándulas salivales comienzan aquí. La mayoría de las veces son benignos.
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Glándulas submandibulares. Están situadas debajo de la mandíbula. Alrededor del 15% de los tumores de las glándulas salivales comienzan aquí. Aproximadamente la mitad de ellos resultan ser malignos (cáncer).
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Glándulas sublinguales. Están situadas debajo de la lengua. Es raro que un tumor comience aquí.
Lo más frecuente es que los cánceres de las glándulas salivales menores comiencen en el paladar.
Factores de riesgo y causas
Los médicos no saben con certeza cuál es la causa del cáncer de glándulas salivales.
No suele ser hereditario. La probabilidad de padecerlo es mayor a medida que se envejece. Las probabilidades también aumentan si se ha sometido a radioterapia en la cabeza o el cuello. Los hombres lo padecen con más frecuencia que las mujeres. El cáncer de glándulas salivales también aparece en personas que han trabajado en la fontanería, la fabricación de caucho y la minería del amianto.
Diagnóstico
Los médicos suelen detectar el cáncer de glándulas salivales cuando el paciente se presenta con los siguientes síntomas:
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Bultos en la boca o en un lado de la cara
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Dolor en la boca, la mejilla, la mandíbula, el oído o el cuello
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Dificultad para tragar o para abrir ampliamente la boca
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Drenaje de líquido del oído
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Adormecimiento facial
A veces, el dentista es el primero en notar estos síntomas. Si los tienes, no significa que tengas un tumor. Incluso si lo tiene, recuerde que la mayoría de los tumores de las glándulas salivales son benignos. Su médico le hará un examen físico, pedirá una resonancia magnética o una tomografía computarizada y obtendrá una muestra de tejido para una biopsia para asegurarse.
Si resulta que tiene un tumor canceroso, su médico lo clasificará en función de su tamaño y localización.
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Los tumores en estadio I son muy pequeños (menos de 2 centímetros de diámetro) y no se extienden a otras partes del cuerpo.
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Los cánceres en estadio II son un poco más grandes (entre 2 y 4 cm) pero siguen en la glándula original.
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Los cánceres del estadio III se han desplazado fuera de la glándula, posiblemente a los ganglios linfáticos del mismo lado del cuello.
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Los cánceres en estadio IV se han extendido a los ganglios linfáticos y quizá a otras partes del cuerpo.
Los médicos también dan a los tumores de las glándulas salivales un grado de 1 a 3 que mide la rapidez con la que parecen crecer las células cancerosas:
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Los cánceres de grado 1 (de bajo grado) son los que tienen más posibilidades de curarse. Crecen lentamente y no tienen un aspecto muy diferente al de las células normales.
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Los cánceres de grado 2 crecen moderadamente rápido
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Los cánceres de grado 3 crecen rápidamente
Tratamiento
Sus opciones dependerán del tamaño, el estadio, el grado, el tipo y la localización de su cáncer. Su médico también tendrá en cuenta su edad y su estado de salud general.
La cirugía es el tratamiento más habitual para el cáncer de glándulas salivales, especialmente en los casos en fase inicial y de crecimiento más lento. Puede implicar la extirpación de una parte de la glándula salival o de toda la glándula, la extirpación de los ganglios linfáticos y, tal vez, trabajos de reconstrucción en la cara y el cuello.
La radiación y la quimioterapia no son la primera línea de defensa contra el cáncer de glándulas salivales, excepto en los casos avanzados. Es posible que se someta a radiación después de la cirugía para destruir cualquier posible célula cancerosa restante.