Las tomografías computarizadas le exponen a la radiación, que se ha relacionado con el cáncer. Conozca el riesgo real de cáncer que suponen estas exploraciones.
Una tomografía computarizada (TC) es una prueba que su médico puede utilizar para buscar un problema en el interior de su cuerpo, planificar una intervención quirúrgica o comprobar la eficacia de un tratamiento. Utiliza potentes rayos X, una forma de radiación, para crear imágenes detalladas del interior de su cuerpo.
A algunas personas les preocupa hacerse esta prueba porque se sabe que la radiación es una posible causa de cáncer. Sepa que las probabilidades de contraer cáncer por una tomografía computarizada son muy bajas. Puede ayudar a los médicos a detectar problemas de salud peligrosos y a comprobar que el tratamiento funciona.
Su médico se asegurará de que los beneficios que obtendrá de la tomografía superan los inconvenientes antes de recomendársela.
Radiación durante un TAC
Las tomografías computarizadas utilizan rayos X, que son un tipo de radiación llamada radiación ionizante. Puede dañar el ADN de sus células y aumentar la posibilidad de que se vuelvan cancerosas.
Estas exploraciones le exponen a más radiación que otras pruebas de imagen, como las radiografías y las mamografías. Por ejemplo, un TAC de tórax emite la cantidad de 100 a 200 radiografías. Eso puede parecer mucho, pero la cantidad total que se recibe sigue siendo muy pequeña.
Es importante saber que todo el mundo está expuesto a la radiación ionizante todos los días, sólo por el material radiactivo natural de su entorno. En un año, una persona media recibe unos 3 milisieverts (mSv), las unidades que los científicos utilizan para medir la radiación. Cada tomografía computarizada emite entre 1 y 10 mSv, dependiendo de la dosis de radiación y de la parte del cuerpo que se someta a la prueba. Un TAC de tórax de dosis baja es de aproximadamente 1,5 mSv. La misma prueba con una dosis normal es de unos 7 mSv.
Cuantas más tomografías se realicen, mayor será la exposición a la radiación. Pero eso no debe impedir que te los hagas si tu médico dice que los necesitas.
¿Provocará cáncer?
Qué posibilidades hay de que los rayos X de una exploración acaben causando un problema? Depende de su edad, sexo y de la parte del cuerpo que se escanee. En general, sus probabilidades son muy bajas: la posibilidad de contraer un cáncer mortal a causa de cualquier tomografía es de aproximadamente 1 entre 2.000.
Algunos órganos son más sensibles a la radiación que otros. Tiende a dañar más las células que crecen y se dividen rápidamente. Los senos, los pulmones, la glándula tiroides y la médula ósea tienen células que se dividen rápidamente, por lo que son más sensibles que otras partes del cuerpo, como el cerebro.
La posibilidad de padecer cáncer es ligeramente mayor en las mujeres que en los hombres. También es mayor en los niños, porque están creciendo y sus células se dividen más rápido que las de los adultos. Los niños también tienen más años por delante en los que podrían padecer cáncer por la radiación.
Cómo puedes protegerte?
No es necesario que deje de hacerse un TAC. Pero es una buena idea asegurarse de que necesita cada una de ellas.
Antes de someterse a cualquier prueba de imagen, haga estas preguntas a su médico:
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Por qué necesito esta exploración?
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Cómo afectará a mi tratamiento?
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Cuáles son los riesgos?
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Podría diagnosticarme con una prueba que no utilice radiación, como una resonancia magnética o una ecografía?
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Cómo protegerán el resto de mi cuerpo durante el TAC?
Su médico debe utilizar la menor dosis de radiación posible para realizar la exploración, sobre todo si tiene que hacerse varias. Pregunte si el técnico puede proteger las partes de su cuerpo que no necesitan la prueba con un delantal de plomo. Esto impedirá que los rayos X entren en esas zonas.
Lleve un registro de las tomografías y otras radiografías que le hagan, así sabrá cuánta radiación está recibiendo. También evitará que se repita una prueba ya realizada.
Anota:
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El tipo de exploración
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La fecha en que te la hiciste
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La dosis de radiación que recibiste
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El nombre del centro en el que se hizo la prueba
Si sigue preocupado por la radiación de una tomografía, siempre puede pedir una segunda opinión. Otro médico podría recomendarle otras opciones de pruebas.