El médico ofrece consejos sobre qué hacer después de saber que tiene cáncer de pulmón.
Infórmese sobre su diagnóstico y tratamiento. Conozca el tipo de cáncer de pulmón que tiene y su gravedad. Puede ayudarle a prepararse para el tratamiento. Su médico es el mejor lugar para empezar a obtener esta información, pero también puede leer sobre su tipo de cáncer de pulmón. Asegúrese de que las fuentes que busca son conocidas y fiables. Su equipo médico puede recomendarle algunas buenas.
Busque una segunda opinión. Por mucho que confíe en su médico, siempre es útil pedir consejo a otro sobre su diagnóstico y tratamiento. No tengas reparo en pedirla. La mayoría de los médicos la aceptan y algunos seguros la exigen.
Prepárese para más pruebas. Es posible que su médico le haga más pruebas para ver si el cáncer se ha extendido y para ayudarle a determinar la mejor manera de tratarlo. Podrían incluir:
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Pruebas de laboratorio de sus muestras de biopsia
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Imágenes como una tomografía computarizada, una tomografía por emisión de positrones, una ecografía o una resonancia magnética
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Mediastinoscopia o mediastinotomía, que permite al médico observar los ganglios linfáticos cercanos a los pulmones
Buscar un centro de tratamiento. Su médico tendrá ideas sobre qué centros de tratamiento del cáncer son adecuados para usted. Es posible que tenga unas cuantas opciones, así que infórmese sobre algunos aspectos prácticos, como:
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Dónde está y cómo vas a ir y volver
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Con qué frecuencia trabaja el centro con su tipo de cáncer
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Si hay un lugar para que usted y su familia se queden si está lejos o tiene que pasar la noche
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Qué servicios puede ofrecerte a ti y a tu familia
Si va a recibir quimioterapia, muchos centros oncológicos permitirán que alguien se siente con usted cuando vaya a recibir el tratamiento. Piensa en quién podría acompañarte. Esta persona puede ayudarle a hacer preguntas y tomar notas, o simplemente hacerle compañía.
Organice su historial médico. Puedes hacerlo en papel y ponerlo en una carpeta. Guárdalo en una caja ignífuga en un lugar seguro. También puedes recurrir a la alta tecnología y guardarlo en tu ordenador. Pero asegúrate de hacer una copia de seguridad.
Tu historial médico debe incluir:
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Su diagnóstico
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Los resultados de las pruebas
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Información sobre el tratamiento, incluidos los nombres y las dosis de los medicamentos que toma, y las fechas en que recibió el tratamiento
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Los nombres, números de teléfono y direcciones de todos tus médicos, no sólo de los que ves por el cáncer. Incluya también a sus anteriores médicos.
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Su historial de salud anterior
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El historial de salud de su familia
Ordena tu seguro médico. Averigua cuáles son tus copagos y deducibles. Establece un sistema que te ayude a llevar el control de tus reclamaciones y pagos. Podrías incluirlo en tu historial médico. Por ley, la mayoría de la gente debería tener un seguro médico. Si no lo tiene, averigüe si puede conseguirlo o si puede acogerse a Medicare o Medicaid.
Acepte sus emociones. Es posible que te sientas abrumado tras el diagnóstico, especialmente si el cáncer ha avanzado más allá de las primeras fases. Es diferente para cada persona, pero puede que te sientas:
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Miedo
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Enfadado
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Culpable
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Solitario
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Como si hubieras perdido el control de tu vida
Estos sentimientos son comprensibles, y no tienes que actuar como si todo estuviera bien. Piensa en lo que te ha ayudado a sentirte mejor cuando has pasado por momentos difíciles antes, ya sea hablar con un consejero espiritual o pasar tiempo al aire libre. Pero no tengas miedo de probar nuevas estrategias, como:
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Escribir un diario
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Técnicas de relajación como el yoga o la meditación
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Mantenerse involucrado en el trabajo o en las actividades sociales
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Tomarse tiempo para estar solo
Buscar apoyo. Ya sea que necesites una inyección de ánimo o simplemente alguien que te escuche, hay todo tipo de formas de obtener apoyo. Dependiendo de con qué te sientas cómodo, podrías probar:
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Asesoramiento
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Organizaciones que te pondrán en contacto con alguien que haya tenido el mismo tipo de cáncer de pulmón
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Líneas de ayuda para el cáncer por teléfono y por correo electrónico
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Grupos de apoyo, ya sea en línea o en persona
Habla con tu familia y amigos. Es probable que haya algunos cambios en tu rutina. Puede que haya días en los que sea más difícil hacer las cosas que normalmente haces. Puede que necesites que te echen una mano con cosas como cocinar, limpiar o hacer recados. Siéntese con sus seres queridos y hágales saber en qué puede necesitar ayuda. Además, sé sincero con ellos sobre lo que piensas y sientes. Hablarlo con alguien de confianza puede hacer que te sientas menos ansioso.
Haz saber tus deseos. Comunique a sus seres queridos más cercanos el tipo de atención sanitaria que desea en caso de que el tratamiento no funcione. Los documentos legales denominados directivas anticipadas pueden detallar sus deseos en caso de que no pueda comunicar a los demás lo que desea. Incluyen:
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Un testamento vital, en el que se detallan tus deseos médicos (por ejemplo, si quieres que te pongan un respirador)
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Poder médico, que otorga a alguien de su confianza el poder de tomar decisiones de atención médica por usted
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