Policitemia Vera: Síntomas, causas y tratamientos

Usted puede tener policitemia vera durante años sin saberlo. Descubra más sobre los síntomas de la policitemia vera, cómo afecta a su cuerpo y qué la causa.

La policitemia vera (PV) es un raro cáncer de la sangre que hace que su cuerpo produzca demasiados glóbulos rojos. El exceso de glóbulos puede no parecer un problema, pero lo es. Espesan la sangre, lo que significa que no fluye tan rápido, por lo que se parece más al jarabe de arce que al agua.

Cuando la sangre se ralentiza, ninguna de las partes del cuerpo -desde los ojos hasta los dedos de los pies- recibe suficiente oxígeno. Esto provoca los primeros síntomas de la PV, como mareos, picores y dolores de cabeza.

La sangre más espesa también tiene más probabilidades de formar un coágulo, es decir, un grupo de sangre que obstruye una vena o una arteria. Los coágulos sanguíneos pueden provocar problemas potencialmente mortales, como un ataque al corazón o un derrame cerebral.

El PV es un cáncer de crecimiento lento. Pueden pasar años sin que se manifiesten los síntomas. Su médico puede comprobar la presencia de PV con un análisis de sangre básico, pero la mayoría de las personas con PV lo descubren porque se han sometido a la prueba por algún otro motivo.

La PV no tiene cura, pero hay tratamientos. La mayoría de las personas con PV llevan una vida normal cuando reciben los cuidados que necesitan.

¿Cómo he contraído la PV?

Los médicos no saben qué causa la policitemia vera. No está relacionada con nada de lo que haces, de la misma manera que fumar te hace más propenso a tener cáncer de pulmón. Cualquiera puede contraer PV, pero suele darse en personas mayores de 60 años. Los hombres son un poco más propensos que las mujeres a padecerla.

Aunque la causa no está clara, la mayoría de las personas con PV tienen un problema en un gen llamado JAK2. La médula ósea, la parte central y esponjosa del hueso, crea las células sanguíneas. Normalmente, produce la cantidad justa. Pero si el gen JAK2 no funciona correctamente, la médula ósea produce demasiados glóbulos rojos.

Aunque el problema está en un gen, no se adquiere la PV de tus padres. El gen cambia en algún momento después del nacimiento, pero los médicos no saben por qué.

¿Cuáles son los síntomas?

Como la PV crece lentamente, es posible que la tengas durante años sin saberlo. Cuando se presentan los síntomas, puede que no parezcan tan inusuales. De hecho, son los mismos que los de muchas otras enfermedades:

  • Mareos

  • Dolor de cabeza

  • Picor, a menudo después de un baño o ducha caliente

  • Más sudoración de lo normal, a veces por la noche

  • Falta de aire o problemas para respirar cuando se acuesta

  • Cansancio

  • Debilidad

  • Breves problemas de visión, como ver destellos

También puede tener:

  • Hinchazón o sensación de plenitud en la parte superior izquierda del vientre

  • Hemorragias nasales, encías sangrantes o más sangrado menstrual de lo normal

  • Adormecimiento, hormigueo o ardor en las manos y los pies

  • Problemas de visión, como ver doble o que las cosas parezcan borrosas

  • Cara enrojecida

  • Hinchazón y dolor en una articulación, generalmente el dedo gordo del pie

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La fotovoltaica, ¿conduce a otros problemas de salud?

La PV puede dar lugar a otros problemas. Pero su médico trabajará para evitar esos problemas.

Los coágulos de sangre son la preocupación más grave porque pueden causar un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco u otros problemas que ponen en peligro la vida, como una TVP (un coágulo de sangre en las piernas) o una embolia pulmonar (un coágulo de sangre que se desplaza a los pulmones). Los coágulos también pueden hacer que el bazo y el hígado aumenten de tamaño, provocando fuertes dolores en el vientre.

Es raro, pero algunas personas con PV contraen leucemia u otra enfermedad de la médula ósea llamada mielofibrosis.

¿Existe una cura para la PV?

No, pero muchas personas con PV tienen una vida normal. Con los cuidados adecuados, puede limitar sus síntomas y, en algunos casos, hacerlos desaparecer por completo.

El mejor tratamiento para usted depende de su edad, sus antecedentes y el grado de avance de la PV. Su médico puede ayudarle a tomar las mejores decisiones para su salud ahora y en los años venideros, con cuidados de seguimiento para asegurarse de que no tenga complicaciones.

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