Linfoma de células del manto: Qué esperar después de un diagnóstico de linfoma de células del manto

Obtén más información sobre lo que sucede después de recibir un diagnóstico de linfoma de células del manto, una forma poco frecuente de linfoma no Hodgkin.

Los médicos utilizan la estadificación para ver cuánto se ha extendido el cáncer y dónde. Pueden necesitar varias pruebas para determinar esto, como:

  • Un análisis de sangre llamado recuento completo de células sanguíneas

  • Pruebas para recoger y examinar la médula ósea llamadas aspiración y biopsia de médula ósea

  • Estudios de imagen, como una tomografía computarizada de cuerpo entero

  • Estudios que analizan los niveles de proteínas específicas en la sangre

Cómo deciden los médicos un plan de tratamiento?

Su plan de tratamiento general dependerá de algunos factores diferentes, entre ellos:

  • El estadio de su enfermedad

  • Su edad

  • Su estado de salud general

Algunos médicos también pueden utilizar el Índice de Pronóstico Internacional de Células del Manto (MIPI) para elaborar su plan terapéutico. Este método se basa en cuatro factores en el momento de su diagnóstico. Incluyen:

  • Su edad

  • Su capacidad para realizar actividades cotidianas

  • Los niveles de una enzima en la sangre llamada lactato deshidrogenasa (LDH)

  • El número de glóbulos blancos en la sangre

Su equipo médico determinará entonces si se encuentra en una categoría de riesgo bajo, intermedio o alto. Después de que su médico evalúe su salud y el alcance de su enfermedad, decidirá el tratamiento.

¿Cuáles son los distintos tipos de tratamiento?

Algunas personas pueden tener sólo una pequeña cantidad de enfermedad que está creciendo lentamente. Puede que aún no tengan síntomas. Para estas personas, la vigilancia activa, o espera vigilante, podría ser una buena opción. Esta opción de tratamiento no incluye terapia farmacológica, trasplante de células madre ni radioterapia. En su lugar, su equipo médico observará cuidadosamente su salud a través de controles rutinarios que pueden incluir exámenes físicos, pruebas de laboratorio y pruebas de imagen. Si desarrolla síntomas relacionados con el linfoma de células del manto o su enfermedad progresa, su médico iniciará el tratamiento.

Aunque la detección precoz es posible, los médicos suelen diagnosticar el linfoma de células del manto en etapas posteriores, una vez que se ha extendido por todo el cuerpo. La mayoría de las personas con esta enfermedad necesitarán tratamiento. Si ése es su caso, su plan de cuidados podría incluir

Rituxan. Normalmente, los médicos utilizan rituximab (Rituxan) junto con otros fármacos. Este fármaco ataca una proteína específica de las células del linfoma de células del manto denominada CD20. Los expertos han descubierto que las personas que reciben quimioterapia y Rituxan responden mejor al tratamiento que las que sólo reciben quimioterapia.

Quimioterapia basada en R-CHOP. Es la abreviatura de una combinación de fármacos de quimioterapia que los médicos utilizan para tratar el linfoma no hodgkiniano y el linfoma de células del manto. Incluye los fármacos rituximab, ciclofosfamida, clorhidrato de doxorrubicina (hidroxidaunorrubicina), sulfato de vincristina (Oncovin) y prednisona. La mayoría de los médicos utilizan esta forma de quimioterapia.

R-hyper-CVAD. Algunos médicos sugieren esta forma más intensa de quimioterapia. Es eficaz y puede conseguir una mejor respuesta que la R-CHOP, pero puede ser muy tóxica. Normalmente, los médicos reservan este tipo de terapia para personas más sanas (y normalmente más jóvenes).

Combinación de Bendamustina (Treanda) y Rituxan (B+R). En el caso de las personas mayores y en buena forma física que no tienen otras enfermedades importantes y no pueden optar a un trasplante de células madre, una combinación de bendamustina (Treanda) y Rituxan (B+R) puede ser una buena alternativa al tratamiento estándar R-CHOP.

Las opciones de tratamiento menos intensas pueden ser una mejor idea para las personas mayores que están menos en forma (o que tienen otras condiciones de salud). Las opciones pueden incluir:

  • Una píldora de quimioterapia llamada clorambucil (Leukeran)

  • Una combinación de dosis bajas de Treanda y Rituxan (B+R)

  • La píldora de quimioterapia clorambucil con Rituxan

  • Una combinación de fármacos llamada R-CVP (Rituxan, ciclofosfamida, vincristina y prednisona)

  • Una combinación de fármacos denominada R-CBP (Rituxan, ciclofosfamida, bortezomib (Velcade) y prednisona)

Dependiendo de su plan de tratamiento específico, puede recibir la medicación por vía intravenosa, en forma de píldora o (en el caso de una enfermedad más agresiva) directamente en el líquido del canal medular. Esto se llama terapia intratecal (IT).

Otras formas de tratamiento

Algunas personas no mejoran sólo con la quimioterapia. Un trasplante de células madre, junto con otros tratamientos, puede mejorar su respuesta al tratamiento y mantenerle en remisión durante más tiempo.

Las personas con linfoma de células del manto pueden recaer. Eso es cuando la enfermedad vuelve a aparecer después de la remisión. Otros pueden tener una enfermedad refractaria, que es cuando no responde al tratamiento al principio. Para estos casos, algunas de las siguientes opciones de tratamiento podrían ayudar:

  • Bortezomib (Velcade), un medicamento de quimioterapia que se administra por vía intravenosa o mediante una inyección bajo la piel

  • Lenalidomida (Revlimid), una píldora de quimioterapia

  • El inhibidor de la BTK ibrutinib (Imbruvica), una píldora contra el cáncer

  • Revlimid y Rituxan

  • Velcade y/o Revlimid

  • Tratamientos alternativos de quimioterapia que incluyen Treanda, gemcitabina o fludarabina, según el grado de enfermedad

  • Trasplante de células madre alogénico, lo que significa que toma células madre de otra persona

Los expertos siguen estudiando nuevos tratamientos para el linfoma de células del manto. Los estudios demuestran que, a medida que el tratamiento ha avanzado, las tasas de supervivencia han aumentado.

Cuidados de seguimiento del linfoma de células del manto

Después de su tratamiento, su médico querrá que acuda a las citas cada pocos meses. Si se mantiene en remisión, con el tiempo es posible que sólo tenga que volver a las citas una vez al año.

Durante las revisiones, su equipo médico le preguntará cómo se siente, si tiene alguna preocupación y si ha notado algún síntoma o efecto secundario. Es posible que su médico también le haga un análisis de sangre.

Si tiene algún síntoma nuevo, puede necesitar pruebas adicionales como:

  • Radiografías

  • Tomografía computarizada

  • Ecografías

  • Escáneres PET

  • Exploraciones por resonancia magnética

Si nota algún síntoma nuevo o tiene alguna preocupación entre las citas, hágaselo saber a su médico de inmediato. No espere hasta la siguiente revisión.

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