La inmunoterapia es un nuevo y emocionante tratamiento contra el cáncer. Aquí podrá conocer la terapia génica de células inmunitarias: qué es, cómo se hace y cuándo se utiliza.
Los genes son fragmentos de ADN dentro de una célula que le indican a ésta lo que debe hacer. Con la terapia génica de células inmunitarias, los genes de ciertos glóbulos blancos se modifican, o se reprograman, para que puedan encontrar y combatir las células cancerosas de su cuerpo. El tratamiento de cada persona se realiza con sus propias células.
Terapia con células T CAR
La terapia de células T CAR (receptor de antígeno quimérico) es la forma de terapia génica de células inmunitarias mejor conocida. Utiliza un tipo de glóbulo blanco llamado célula T.
En primer lugar, una máquina filtra los linfocitos T de la sangre y luego los devuelve al organismo. (Este proceso se denomina aféresis). Los linfocitos T se envían al laboratorio, donde se modifican los genes de su interior: se les ordena fabricar unas proteínas denominadas CAR. Las CAR son como llaves en el exterior de la célula T, que encajan en las cerraduras de las células cancerosas. A continuación, las células T se congelan y se envían al médico.
Las células descongeladas se le administran por vía intravenosa (esto las introduce directamente en el torrente sanguíneo a través de una vena). Las células T CAR viajan por el cuerpo para encontrar, fijar y eliminar las células cancerosas.
Las células T CAR crecerán y se dividirán muchas veces dentro de su cuerpo y pueden luchar contra las células cancerosas durante meses o incluso años.
Terapia TCR
La terapia con receptores de células T (TCR) es muy parecida a la terapia con células T CAR, pero estas células T pueden encontrar los candados que pueden estar escondidos dentro de las células cancerosas.
Terapia TIL
Los linfocitos infiltrantes de tumores (TIL) son glóbulos blancos que se encuentran dentro de un tumor. Es una señal de que su sistema inmunitario está intentando atacar y eliminar las células cancerosas.
Los TIL se extraen del tumor y se envían al laboratorio. No es necesario cambiarlas ni reprogramarlas. Los técnicos del laboratorio se limitan a fabricar más de ellas para combatir la enfermedad. Cuando se vuelve a introducir un gran número de ellas en el cuerpo, encuentran y matan las células cancerosas.
