Si es "metastásico", podría afectar al tratamiento que necesita.
Si el cáncer se extiende más allá de la mama y los ganglios linfáticos cercanos, se considera avanzado o metastásico. Los lugares más comunes a los que se extiende son los ganglios linfáticos, el hígado, los pulmones, los huesos y el cerebro.
Aunque no sea curable, hay tratamientos que pueden ayudar a controlar el cáncer.
"La mayoría de las mujeres con cáncer de mama metastásico pueden seguir adelante con sus terapias mientras continúan con su estilo de vida habitual: trabajando, cuidando de sus familias, haciendo ejercicio y viajando", dice Erica L. Mayer, MD, MPH, del Instituto del Cáncer Dana-Farber en Boston.
"A menudo pensamos en el cáncer de mama metastásico como una enfermedad crónica, como la diabetes", dice Mayer.
Un calendario de tratamiento diferente
Los tratamientos para el cáncer de mama avanzado pueden continuar sin fecha de finalización para mantener la enfermedad bajo control. Visitarás la clínica con regularidad y conocerás a tu equipo sanitario.
"Si el tratamiento funciona, seguirás con él mientras funcione bien y sin efectos secundarios", dice la doctora Rita Nanda, del programa de cáncer de mama de la Universidad de Chicago. Si no funciona bien o tiene malos efectos secundarios, el médico probará otros tratamientos.
Es probable que su médico le sugiera la quimioterapia, porque viaja por todo el cuerpo. "El cáncer de mama metastásico es una enfermedad de todo el cuerpo", dice Mayer.
También necesitará una terapia hormonal si su cáncer es sensible a la hormona estrógeno o progesterona (es decir, se alimenta de ellas). Algunas personas pueden tomar tratamientos dirigidos, es decir, fármacos que actúan directamente sobre los cambios en las células cancerosas. Estas combinaciones pueden hacer que la quimioterapia funcione mejor.
A veces, la cirugía o la radiación pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Las pruebas periódicas mantienen el control de su cáncer
Ocasionalmente, le harán pruebas de imagen para ver el interior de su cuerpo. Esta es una de las formas en que los médicos comprueban cómo están funcionando sus tratamientos y si la enfermedad se ha extendido. Las pruebas de imagen más comunes son:
-
TAC, en el que una máquina de rayos X da vueltas mientras usted está tumbado en una mesa
-
Exploraciones óseas con una inyección que ayuda a mostrar las zonas con cáncer. Su médico puede llamarlo gammagrafía.
-
Gammagrafía con una cámara especial y un producto químico trazador que se introduce en el brazo por vía intravenosa
"El TAC examina el tórax y el abdomen", dice el doctor Richard J. Bleicher, del Centro Oncológico Fox Chase de Filadelfia. "Se puede ver algo en órganos como el hígado o a veces en los huesos".
A veces, los resultados se combinan para una exploración PET-CT. Un ordenador fusiona las imágenes para encontrar puntos calientes que pueden ser cáncer.
Su médico le dirá con qué frecuencia necesita estas pruebas en función del estadio de su enfermedad.