Tener una mascota puede ayudarte a aliviar el estrés y la ansiedad, a controlar la presión arterial alta y a mantenerte activa, incluso cuando tienes cáncer de mama.
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Tu perro, gato u otra mascota te da amor y compañía. Pero tener una mascota también le ofrece otros beneficios para la salud cuando vive con cáncer de mama. Tener un animal en su vida puede ser bueno para su corazón, su mente y su cuerpo.
Las mascotas reducen la soledad
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Puedes sentirte aislada cuando tienes cáncer de mama. El cansancio o la preocupación por las enfermedades contagiosas pueden impedirle socializar. Las mascotas alivian el sentimiento de soledad. Son leales y siempre están disponibles cuando usted quiere pasar el rato. Su mascota "escuchará" cuando necesite hablar de su cáncer y mantendrá su conversación en privado.
Podrá dormir mejor
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Un estudio demostró que las personas dormían mejor con un perro en su dormitorio, siempre que la mascota durmiera en su propia cama. Los tratamientos del cáncer de mama, como la terapia hormonal, pueden provocar insomnio. También puede hacerlo el estrés del cáncer. Si tu perro o gato duerme cerca, puede ayudarte a descansar.
Tienes un compañero de entrenamiento
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Los perros necesitan paseos diarios. Cuidar de uno significa hacer ejercicio con regularidad, lo que ayuda a reducir la fatiga debida al cáncer de mama. Las investigaciones también demuestran que las mujeres que han sido... tratadas por un cáncer de mama de alto riesgo disminuyen su riesgo de recidiva si hacen ejercicio con regularidad.
Las mascotas (incluso los peces) alivian el estrés
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Las mascotas te ayudan a sobrellevar la tensión del cáncer de mama al reducir el cortisol, la hormona del estrés. Puedes aprovechar los beneficios incluso si la debilidad muscular o la anemia relacionadas con el tratamiento hacen que sea demasiado difícil cuidar de un gato o un perro. Un estudio demostró que ver nadar a los peces en una pecera reducía el estrés y mejoraba el estado de ánimo. Los beneficios aumentaban con más peces.
Las mascotas te ayudan a abrirte
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Las personas que pasan tiempo con una mascota tienden a ser más abiertas en el asesoramiento sobre el cáncer, según una investigación. Después de pasar un rato con un animal, los pacientes se comunicaban mejor con sus terapeutas. También hablaron con más libertad sobre cómo afrontar el cáncer de mama.
Las mascotas reducen la presión arterial
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Las personas que tienen mascotas tienden a tener una presión arterial más baja que las que no tienen amigos peludos. La presión arterial alta puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama, especialmente si es una mujer que ha pasado la menopausia. Algunos medicamentos para el cáncer de mama también podrían aumentar la presión arterial. Una mascota en tu vida puede ayudarte a controlarla.
Las mascotas te ayudan a sentirte en control
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Cuidar de una mascota te da una sensación de concentración y estabilidad en tu vida. El cáncer de mama puede hacerte sentir que has perdido el control sobre tu rutina y tu cuerpo. Tu mascota depende de ti para alimentarse y cobijarse, añadiendo estructura y propósito a tu día.
Algunos pueden percibir un nivel bajo de azúcar en la sangre
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Los perros son olfateadores supersensibles. Algunos perros perciben cuando los niveles de azúcar en la sangre bajan y pueden ser entrenados para hacértelo saber mediante ladridos, lametones u otros comportamientos. Es poco frecuente, pero una bajada de azúcar en sangre que puede poner en peligro la vida es uno de los posibles efectos secundarios del trastuzumab (Herceptin), una terapia hormonal para el cáncer de mama metastásico.
Te hacen reír
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Las investigaciones han descubierto que las personas con mascotas tienden a reírse más -tanto de las travesuras de sus animales como de forma espontánea- que otras. El humor ayuda a sobrellevar situaciones difíciles, como lidiar con el cáncer de mama. Cuando te ríes, tu cerebro libera unas hormonas llamadas endorfinas que alivian el dolor. La risa también estimula la circulación y ayuda a los músculos a relajarse, lo que alivia los síntomas del estrés.