El exceso de líquido puede acumularse y causar hinchazón cuando hay un problema en el sistema linfático. Descubre en esta presentación de médicos cuándo es probable que ocurra, cómo tratarlo y más.
Una guía visual del linfedema
1 de 14
¿Qué es?
En una palabra, hinchazón. El líquido extra se acumula en tus tejidos cuando tu sistema linfático no está funcionando bien, generalmente porque tus ganglios linfáticos fueron dañados o extirpados. Suele ser un efecto secundario del tratamiento del cáncer y puede aparecer años después.
2 de 14
Qué ocurre
El sistema linfático forma parte de tu sistema inmunitario. Mueve los fluidos a través de tu cuerpo, recogiendo los desechos, las bacterias y los virus. Los ganglios linfáticos filtran los residuos y los eliminan del cuerpo. Cuando algo va mal, el líquido se acumula en los tejidos. La mayoría de las veces, tus ganglios linfáticos se dañan. A veces los vasos se bloquean. Pero el linfedema también puede ocurrir sin una razón clara.
3 de 14
Síntomas
Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el pecho, la cabeza y los genitales, pero generalmente es en un solo brazo o pierna. La hinchazón puede ser tan leve que apenas la notes, o tan grave que te dificulte mover bien esa parte del cuerpo. Una extremidad que se siente llena o pesada, la piel que parece tensa y las joyas y la ropa que se ajustan repentinamente pueden ser consecuencia del linfedema. También puedes sentirte dolorido o tener la piel endurecida en la zona afectada.
4 de 14
Quién es propenso a padecerlo?
Muchas personas que lo padecen se sometieron a una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos con el fin de comprobar la propagación del cáncer de mama, o trataron su cáncer con cirugía o radiación. Ser mayor, tener sobrepeso o padecer artritis reumatoide o psoriásica aumenta las probabilidades. También puede contraerla por una infección al viajar a ciertos países tropicales. Los trastornos raros que se transmiten en las familias también pueden afectar al desarrollo de los ganglios y vasos del sistema linfático.
5 de 14
Prevención
Después de la cirugía o la radiación que afecta a sus ganglios linfáticos, mantenga el brazo o la pierna afectados por encima del corazón. No le aplique hielo ni calor. Evite la ropa ajustada y las joyas. No cruce las piernas mientras esté sentado.
Si empieza a hincharse o tiene otros síntomas, informe a su médico. El tratamiento temprano del linfedema marca la diferencia.
6 de 14
Diagnóstico
El médico descartará otras causas de la hinchazón, como infecciones y coágulos de sangre. Medirán la zona hinchada y la compararán con otra similar no afectada. Las pruebas para comprobar si hay obstrucciones y ver cómo funciona el sistema linfático incluyen la resonancia magnética y la linfocentrifugación, que sigue el movimiento de un tinte especial inyectado en el cuerpo a través de los vasos linfáticos. Los grados (1-4) o estadios (I-III) describen la gravedad del linfedema.
7 de 14
Tratamiento
El linfedema no se puede curar, pero puedes controlar la hinchazón y evitar que empeore. Conseguir y mantener un peso saludable puede mejorar la situación, pero los "diuréticos" no suelen hacerlo. Los terapeutas especializados en linfedema también pueden ayudarte a controlar la enfermedad. Si es grave, es posible que el médico quiera intervenir quirúrgicamente para extirpar parte del tejido y reducir la hinchazón. El estadio I puede desaparecer sin tratamiento.
8 de 14
Vendajes
Envuélvelos más apretados cerca de los dedos de las manos y de los pies y más flojos a lo largo de la extremidad para que el líquido fluya hacia el torso. La presión también impide que el líquido vuelva a acumularse una vez que la hinchazón haya bajado. Un terapeuta puede mostrarte cómo colocar las capas de forros, acolchados y vendas.
9 de 14
Ejercicio
Los movimientos suaves que aprietan los músculos de la extremidad afectada pueden ayudar a drenar el líquido y facilitar la realización de las actividades cotidianas. Las actividades que hacen que tu corazón bombee y te hagan respirar un poco más fuerte también pueden hacer que baje la hinchazón. Habla con un especialista en linfedema para saber qué es lo mejor para ti.
10 de 14
Prendas de compresión
Una manga o media de tela especial ejerce presión sobre el brazo o la pierna para ayudar a que el líquido circule y salga de la extremidad hinchada. Asegúrate de llevarla cuando hagas ejercicio y cuando viajes en avión, ya que la altitud puede empeorar el linfedema. Es posible que necesites una receta para conseguir una con el ajuste adecuado.
11 de 14
Terapia de masajes
No estamos hablando de un servicio de spa estándar. Este tipo de masaje especial y ligero se llama drenaje linfático manual. Un profesional capacitado frota, golpea y acaricia tu cuerpo para tratar de alejar el líquido de la zona inflamada. También puedes aprender a hacerlo tú mismo.
12 de 14
Dispositivo de compresión
Un terapeuta capacitado puede utilizar una máquina parecida a un manguito de presión arterial para ayudar a mover el líquido linfático fuera del brazo o la pierna. Te pondrán un manguito o bota con una serie de cámaras sobre la zona inflamada. Una bomba llena las cámaras de aire y luego las desinfla una y otra vez siguiendo un patrón específico para exprimir la linfa hacia el cuerpo.
13 de 14
Evita las infecciones
Tenga cuidado de evitar cortes, arañazos y quemaduras en la zona afectada. Hazte inyecciones y extracciones de sangre en otro lugar. Esas pequeñas heridas pueden ser puntos de entrada de infecciones. El líquido atrapado en tu tejido permitirá el crecimiento de bacterias, y puede convertirse rápidamente en algo grave. Llama a tu médico si se te enrojece la piel o aparece un sarpullido, si tienes síntomas parecidos a los de la gripe o si el dolor o la hinchazón empeoran.
Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Pinterest