Los estudios demuestran que el consumo de alcohol puede aumentar las posibilidades de padecer cáncer de mama. Pero, ¿cuánto alcohol se puede beber? ¿Y qué se considera una bebida? Descubre lo que necesitas saber.
Cientos de estudios han demostrado que hay más probabilidades de padecer cáncer de mama si se bebe alcohol, pero los científicos siguen trabajando para entender exactamente por qué.
Los investigadores creen que podría aumentar los niveles de hormonas (como el estrógeno) relacionados con el cáncer de mama o que el alcohol daña el material genético (ADN) de las células. Pero no está claro si es el propio alcohol el que lo provoca. Hay muchas cosas que pueden afectar a las posibilidades de padecer cáncer de mama: la dieta, el ejercicio, la edad del primer embarazo, el tabaquismo y la raza, entre otras. A los científicos les resulta difícil separar estos factores de los efectos del alcohol.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que la mayoría de las investigaciones han sido estudios de observación. Esto significa que los científicos observan los hechos y sacan conclusiones. No se basan en datos de experimentos que puedan repetirse.
¿La cantidad de alcohol marca la diferencia?
En general, los estudios han descubierto que cuanto más se beba regularmente a lo largo del tiempo, mayores serán las probabilidades de padecer cáncer de mama. Si eres una mujer que bebe tres copas a la semana, tus probabilidades son un 15% mayores que las de una mujer que no bebe en absoluto. Y se calcula que este riesgo aumenta un 10% por cada bebida adicional a la semana.
¿Pero qué es exactamente una bebida? En EE.UU., una bebida estándar se define como unos 14 gramos de alcohol. Esto equivale a:
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1,5 onzas (un chupito) de licor
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5 onzas de vino
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12 onzas de cerveza
Pero cada persona es diferente. Su riesgo individual puede ser mayor o menor debido a sus genes, su raza, si ha estado alguna vez embarazada, si ha estado expuesta a sustancias químicas y muchas otras cosas.
Si ya ha tenido cáncer de mama
Si ya ha padecido un cáncer de mama, sigue existiendo un riesgo relacionado con el consumo de alcohol. Un estudio reveló que de tres a cuatro copas a la semana podrían aumentar las probabilidades de que el cáncer reaparezca, sobre todo si tiene mucho sobrepeso o ya ha pasado por la menopausia.
El alcohol, el cáncer de mama y los hombres
El cáncer de mama en los hombres suele estar relacionado con cambios en sus genes (el médico los llamará mutaciones). Pero el alcohol también podría aumentar las probabilidades. Los investigadores creen que esto puede tener que ver con el modo en que el alcohol daña el hígado, de modo que no puede equilibrar el nivel de hormonas sexuales en el cuerpo. Los niveles de hormonas masculinas (andrógenos) bajan, y los de la hormona femenina estrógeno suben. El estrógeno contribuye al crecimiento de las células mamarias, tanto las normales como las cancerosas.
Aunque no se ha investigado tanto sobre el cáncer de mama en los hombres, un estudio descubrió que tomar hasta cuatro bebidas alcohólicas al día aumenta las posibilidades de que un hombre padezca cáncer de mama en la misma medida que las de una mujer. Las probabilidades aumentan considerablemente si se toman más de seis bebidas al día.
Más allá del cáncer de mama: El alcohol y la salud
Cualquier cosa que supere el consumo moderado de alcohol (no más de una bebida al día para las mujeres) podría pasar factura a su salud. También puede causar otros problemas de salud graves. El consumo de alcohol está relacionado con otras formas de cáncer, como el de boca, garganta, hígado y colon. Puede dañar el corazón, el hígado, los riñones, el cerebro e incluso el feto si estás embarazada. También puede influir en accidentes, problemas de pareja, violencia y problemas de salud mental como la depresión.
Hable con su médico sobre la terapia o el tratamiento si bebe en exceso o se da atracones con regularidad, o si nota que la bebida interfiere en sus relaciones o su vida laboral.