Si tiene dolor por una lesión que no desaparece, podría tratarse del síndrome de distrofia simpática refleja. Obtenga más información sobre esta afección de dolor crónico.
El término síndrome de distrofia simpática refleja ya no es un nombre que utilicen los médicos. Es un término más antiguo que se utiliza para describir una forma de Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC). El SDR se denomina a veces SDRC de tipo I, y está causado por una lesión en el tejido sin daño nervioso relacionado.
¿Qué causa la DSR?
Los médicos creen que el dolor causado por la RSD proviene de problemas en su sistema nervioso simpático. Su sistema nervioso simpático controla los movimientos del flujo sanguíneo que ayudan a regular su ritmo cardíaco y su presión arterial.
Cuando te lesionas, el sistema nervioso simpático ordena a los vasos sanguíneos que se reduzcan para no perder demasiada sangre en el lugar de la lesión. Más tarde, les dice que vuelvan a abrirse para que la sangre pueda llegar al tejido dañado y repararlo.
Cuando se tiene una DSR, el sistema nervioso simpático recibe señales contradictorias. Se activa después de una lesión, pero no se desactiva. Esto provoca mucho dolor e hinchazón en el lugar de la lesión.
A veces, se puede padecer RSD incluso si no se ha sufrido una lesión, aunque no es tan común.
La RSD es un poco más típica en las mujeres que en los hombres. Los niños también pueden padecerla, pero suele aparecer entre los 30 y los 60 años.
Síntomas
Cuando se padece RSD, los síntomas pueden aparecer lentamente. Es posible que primero tengas dolor y luego empeore con el tiempo. Es posible que al principio no te des cuenta de que tu dolor es anormal.
Los tipos de lesiones que pueden causar RSD incluyen:
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Amputación
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Moretones
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Quemaduras
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Cortes
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Fracturas
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Cirugía menor
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Pinchazos con agujas
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Radioterapia
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Esguinces
Lo más habitual es que la RSD se produzca en el brazo, el hombro, la pierna o la cadera. Normalmente el dolor se extiende más allá del lugar de la lesión. En algunos casos, los síntomas pueden extenderse también a otras partes del cuerpo.
La RSD también puede afectar a su sistema inmunológico. Esto puede causar:
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Enrojecimiento
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Piel que está caliente al tacto alrededor de la lesión
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Hinchazón
El dolor que se tiene con la RSD suele ser constante y severo. Muchas personas describen el dolor de la RSD como:
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Dolor
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Ardor
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Frío
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Profundo
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Palpitante
También puedes sentir la piel sensible cuando haces cosas que normalmente no te duelen, como ducharte. O puede que te duela el simple hecho de ponerte la ropa.
Otros síntomas de la DSR son:
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Cambios en el crecimiento del cabello o de las uñas, o en la textura de la piel
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Exceso de sudor en determinadas zonas del cuerpo
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Debilidad o espasmos musculares
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Rigidez en las articulaciones
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Dificultad para mover la zona lesionada
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Piel blanca, moteada, roja o azulada
Diagnóstico
A menudo, los médicos no saben que el dolor está causado por la DSR hasta que la persona lo padece desde hace algún tiempo. Cuando el dolor no desaparece o es más intenso de lo que debería ser para su tipo de lesión, puede ser el primer indicio de que podría tratarse de una DSR.
No hay ninguna prueba que pueda indicar a su médico si tiene una DSR. En su lugar, se basará en un examen físico y en la información de su historial médico. También hay algunas pruebas que pueden proporcionar pistas para ver si tiene ciertos signos de la enfermedad. Entre ellas se encuentran:
Gammagrafía ósea. Esta prueba puede detectar si alguno de sus huesos se está desgastando en los extremos o si hay problemas con el flujo sanguíneo regular.
RESONANCIA MAGNÉTICA. El médico puede solicitar una resonancia magnética para observar el interior del cuerpo, concretamente los tejidos, y detectar cambios notables.
Prueba del sudor. Esta prueba puede indicar a su médico si usted suda más en un lado del cuerpo que en el otro.
Prueba de termografía. Esta prueba del sistema nervioso simpático comprueba si la temperatura o el flujo sanguíneo son diferentes en el lugar de la lesión que en otras partes del cuerpo.
Radiografías. Suelen pedirse si el síndrome está en fases avanzadas para buscar la pérdida de minerales en los huesos.
Tratamiento
La detección temprana es clave en el tratamiento de la RSD. Cuanto antes se detecte, mejor funcionará el tratamiento. Algunos casos de RSD no responden al tratamiento. La RSD no tiene cura, pero es posible recuperarse de muchos de los síntomas.
Algunos de los medicamentos que su médico puede sugerir son:
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Cremas anestésicas como la lidocaína
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Antidepresivos
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Medicamentos antiinflamatorios, denominados AINE.
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Medicamentos anticonvulsivos que pueden ayudar a tratar el dolor
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Spray nasal que trata la pérdida de masa ósea
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Inyecciones para bloquear los nervios
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Opciones de venta libre como aspirina, ibuprofeno o naproxeno para el dolor
Otros tratamientos que se utilizan con menos frecuencia debido a su riesgo de efectos secundarios y a la falta de pruebas de que funcionen tan bien son:
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Corticosteroides como la metilprednisolona (Medrol) o la prednisolona (AsmalPred Plus) para tratar la hinchazón
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Opiáceos, como fentanilo (Duragesic), hidrocodona (Hysingla ER, Zohydro ER), morfina (Arymo ER, Kadian, Morphabond, MS Contin) y oxicodona.
Otras formas de tratar los síntomas son:
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Electrodos en la médula espinal que envían pequeñas descargas eléctricas para aliviar el dolor
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Fisioterapia para ayudarle a moverse con más facilidad y quitarle el dolor
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Psicoterapia que puede enseñarte métodos de relajación
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Férulas para ayudar con el dolor de manos
Si su dolor no parece desaparecer, incluso después del tratamiento, su médico puede sugerir una cirugía llamada simpatectomía. Durante este procedimiento, un cirujano elimina ciertos nervios alrededor de los vasos sanguíneos para ayudar a mejorar el flujo sanguíneo.