Condiciones que cambian el cerebro

El cerebro no siempre permanece igual. Los trastornos mentales, los problemas de salud y los hábitos de vida pueden alterar su aspecto y su funcionamiento.

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Cuando se pasa por algo traumático, el cerebro desencadena una respuesta de huida o lucha. La mayoría de las personas se recuperan por sí mismas, pero algunas sufren un trastorno de estrés postraumático. El TEPT hace que la amígdala -la parte del cerebro que controla las emociones- esté hiperactiva. Y reduce la actividad de la corteza prefrontal, un área de toma de decisiones. También puede encoger el hipocampo, que forma los recuerdos.

Depresión

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La depresión no afecta sólo a tu estado de ánimo. El trastorno puede cambiar tu cerebro. Los expertos afirman que disminuye la actividad de algunas áreas cerebrales, como los lóbulos prefrontales, que intervienen en aspectos como el razonamiento, la personalidad y el juicio. Un estudio reveló que las personas deprimidas durante más de una década tenían un 30% más de inflamación cerebral. Esto puede conducir a la pérdida de células cerebrales, lo que haría más probables los problemas de memoria y la demencia. ?

Accidente cerebrovascular

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Los accidentes cerebrovasculares se producen cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Causan un daño cerebral permanente y pueden provocar la muerte y la discapacidad. Los síntomas dependerán del lugar donde se produzca el ictus. Si se produce en el lado izquierdo del cerebro, es posible que tenga debilidad o entumecimiento en el lado derecho del cuerpo y que le resulte difícil hablar. Si el ictus se produce en el lado derecho del cerebro, es posible que tenga debilidad o entumecimiento en el lado izquierdo.

Trastorno por consumo de alcohol

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No es ningún secreto que el alcohol afecta al cerebro. Puede causar visión borrosa, dificultad para hablar y pérdida de memoria. Esto se debe a que el alcohol mata las células cerebrales. Con el tiempo, beber demasiado puede dañar el cerebro. Las investigaciones demuestran que también puede reducir ciertas partes del cerebro. Algunos expertos afirman que las personas con alcoholismo tienen un hipocampo más pequeño -la zona importante para el aprendizaje y la memoria- que los que no beben a menudo.

Esquizofrenia

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Las personas con esquizofrenia tienen un cerebro diferente al de quienes no padecen este trastorno mental. Las exploraciones muestran que pierden materia gris y blanca, el material graso que compone el cerebro. La materia blanca se encuentra en la profundidad del cerebro, por donde viaja la información. La materia gris la rodea y, entre otras cosas, ayuda al cerebro a procesar la información. En las personas que tienen esquizofrenia, la materia gris tiende a irse primero, y la materia blanca se va con el tiempo.

Enfermedad de Alzheimer

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Tu cerebro tiene unas células llamadas neuronas. Éstas se comunican entre sí mediante señales químicas y eléctricas, y envían mensajes al resto del cuerpo. La enfermedad de Alzheimer interrumpe esta comunicación. Se cree que la interrupción se debe a la acumulación de dos proteínas, la amiloide y la tau. Ambas crean ovillos que pueden interrumpir los mensajes.

Migrañas

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Las personas que sufren migrañas tienen un cableado defectuoso en su cerebro. Algunos nervios reaccionan de forma exagerada a los desencadenantes, como el estrés o la luz brillante. Esto desencadena una oleada de actividad que hace que unas sustancias químicas estrechen los vasos sanguíneos del cerebro. Esto provoca el dolor de cabeza y otros síntomas. Con el tiempo, las migrañas crónicas pueden provocar la pérdida de materia gris y blanca.

Aneurisma cerebral

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Un aneurisma cerebral es un punto débil en un vaso sanguíneo. Suele hincharse o sobresalir y llenarse de sangre. Muchos tienen el aspecto de una baya que cuelga de un tallo fino. Suelen formarse en las arterias de la base del cerebro. Algunos aneurismas tienen fugas o se rompen. Eso provoca una hemorragia en el cerebro o en la zona entre el cerebro y su revestimiento. Son accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Pueden empezar como dolores de cabeza, pero pueden provocar náuseas, convulsiones y la muerte.

Conmociones cerebrales

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Cualquier tipo de percance, como un accidente de tráfico o un golpe en la cabeza, puede provocar una conmoción cerebral. Durante el impacto, el cerebro se desliza y golpea contra el interior del cráneo. Esto puede magullar el cerebro y desgarrar el tejido nervioso. Las conmociones cerebrales también alteran el equilibrio de las sustancias químicas del cerebro, dañando la función de las células nerviosas y desencadenando una inflamación. Aunque el cerebro suele curarse por sí solo, sufrir varias conmociones cerebrales puede provocar daños duraderos.

Trastorno bipolar

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Los científicos siguen estudiando los cambios cerebrales responsables de los intensos cambios de humor del trastorno bipolar. Creen que son el resultado de desequilibrios de los neurotransmisores. Estas sustancias químicas envían mensajes entre las células del cerebro. Desempeñan un papel en aspectos como el estado de ánimo, el sueño y la memoria. Por ejemplo, el exceso de un neurotransmisor llamado noradrenalina puede causar manía, mientras que la escasez prepara el terreno para la depresión.

Esclerosis múltiple

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Cuando se tiene esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca los nervios del cerebro y la médula espinal. El cuerpo envía glóbulos blancos para dañar la mielina, la capa de aislamiento que rodea los nervios. Esto provoca daños en los nervios e interrumpe el flujo de información hacia y desde el cerebro. Con el tiempo, se forma tejido cicatricial en los nervios y se crean lesiones. Estos cambios provocan cosas como entumecimiento, temblores y problemas de visión.

TDAH

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Los expertos creen que los síntomas del TDAH, como la falta de atención y la hiperactividad, provienen de diferencias cerebrales. Las investigaciones muestran que hay menos materia gris y blanca en las personas con TDAH. Además, algunas áreas tardan más en formarse. Además, las redes de células nerviosas funcionan de forma diferente. Estas redes envían señales en el cerebro y desempeñan un papel en la atención y la concentración.

Meditación

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Esta práctica de cuerpo y mente alivia el estrés y mejora la salud mental. Ahora, las investigaciones revelan que en realidad puede cambiar tu cerebro. Un estudio descubrió que meditar durante dos meses aumenta la materia gris en las partes del cerebro que controlan las emociones y el aprendizaje. La meditación también refuerza la conexión entre las células cerebrales. También puede aliviar la inflamación del cerebro y protegerlo contra la enfermedad de Alzheimer.

Ejercicio

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Ponerse en movimiento es bueno para el cuerpo y el cerebro. El ejercicio bombea sangre al cerebro, que aporta oxígeno y nutrientes. También estimula la liberación de proteínas que mantienen sanas las células cerebrales y ayudan a que crezcan otras nuevas. Las investigaciones demuestran que el ejercicio puede hacer crecer las áreas del cerebro que controlan el pensamiento y la memoria.

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