Descubra algunos ejercicios, procedimientos y remedios caseros para ayudar a aliviar los síntomas y acelerar la recuperación del vértigo.
El vértigo se considera un síntoma, no una enfermedad, y se ha asociado a infecciones del oído como el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), la enfermedad de Menieres y la neuritis vestibular. Aunque estas enfermedades son diferentes, afectan al oído de forma similar, al alterar el sentido del equilibrio del cerebro.
Alrededor del 30% de las personas sufrirán vértigo al menos una vez en su vida, y es un síntoma muy frecuente en los pacientes de urgencias. Afortunadamente, la mayoría de los síntomas de vértigo pueden tratarse con éxito.
Remedios y tratamientos para el vértigo
Si estás experimentando un ataque de vértigo, lo mejor que puedes hacer es acostarte en una habitación tranquila y oscura, cerrar los ojos y respirar profundamente. Esto puede ayudar a aliviar cualquier síntoma de náuseas y a reducir la sensación de giro. También es importante evitar las situaciones de estrés, ya que la ansiedad y la ira pueden empeorar los síntomas del vértigo.
El vértigo suele tratarse con ejercicios o procedimientos sencillos. Se recomienda realizar estos ejercicios con un médico capacitado o después de consultar con un médico. Los ejercicios para el vértigo incluyen
Maniobra de Epley
Esta maniobra, también conocida como Maniobra de Reposicionamiento de Canaletas, es el ejercicio más común para tratar el vértigo, específicamente el VPPB. Este sencillo procedimiento puede ser realizado por uno mismo en casa.
Túmbese en una superficie plana, como el suelo o una cama, con una almohada detrás de la cabeza y las piernas extendidas.
Siéntate con la espalda recta.
Gira la cabeza 45 grados hacia la derecha.
Con la cabeza aún inclinada, vuelve a reclinarte rápidamente sobre la almohada y permanece en esta posición durante 30 segundos.
Gira la cabeza 90 grados hacia la izquierda sin levantar el cuello.
Gira todo tu cuerpo para terminar completamente sobre tu lado izquierdo.
Vuelve a la posición inicial y vuelve a sentarte lentamente.
Maniobra de Gufoni?
Esta maniobra permite contrarrestar de forma rápida y eficaz los efectos del vértigo.
Si el vértigo es más intenso cuando se gira la cabeza hacia el oído no afectado:
Comience en posición sentada.
Acuéstese rápidamente hacia el lado afectado y mantenga la posición durante uno o dos minutos.
Gire la cabeza rápidamente 45 grados hacia el techo y manténgala durante dos minutos.
Vuelve a sentarte en posición vertical.
Si el vértigo es más intenso cuando se gira la cabeza hacia el oído afectado:
Comienza en posición sentada.
Acuéstese rápidamente hacia el lado no afectado y mantenga la posición durante uno o dos minutos.
Gira la cabeza rápidamente 45 grados hacia el suelo y mantén durante dos minutos.
Vuelva a sentarse en posición vertical.
Maniobra de SemontLa maniobra de Semont-Toupet es similar a la de Epley, pero requiere menos flexibilidad del cuello.
Siéntese erguido en una superficie plana como el suelo o una cama, con una almohada detrás de usted y las piernas extendidas.
Acuéstese y gire hacia su lado derecho.
Inclina la cabeza 90 grados para mirar hacia arriba.
Siéntese rápidamente y gire hacia su lado izquierdo, manteniendo la cabeza hacia su izquierda. Ahora deberías estar mirando hacia el suelo.
Vuelva lentamente a la posición original de sentado y mire hacia delante.
¿Maniobra Zuma?
La maniobra Zuma es un ejercicio desarrollado recientemente que también ha demostrado ser eficaz contra el vértigo.
Comienza en posición sentada.
Acuéstese rápidamente sobre el lado afectado y manténgalo durante tres minutos.
Gira la cabeza 90 grados hacia el techo y mantén otros tres minutos.
Mueve tu cuerpo para tumbarte mirando al techo. Gira la cabeza 90 grados, mirando ahora por encima del hombro del lado afectado, y mantén la postura durante tres minutos.
Gire la cabeza hacia atrás para mirar al techo y levántese lentamente hasta quedar sentado.
Mientras que las maniobras anteriores abordan el vértigo y los síntomas relacionados mientras se producen, las siguientes actividades y consideraciones pueden ayudarle a prevenir los ataques de vértigo:
Yoga
El yoga puede ayudarle a recuperar el equilibrio, la concentración, la coordinación y el movimiento y puede ayudar a entrenar al cerebro para contrarrestar los efectos del vértigo. Posiciones sencillas como la Postura del Niño o la Postura del Cadáver combinadas con respiraciones profundas y regulares pueden calmar el cuerpo y la mente... Al reducir la ansiedad, el yoga y la respiración profunda podrían prevenir los ataques de vértigo en algunas personas.
Hidratación
La deshidratación es perjudicial para el cuerpo y puede hacer que los síntomas del vértigo se agudicen. Asegúrese de beber mucha agua a lo largo del día. Sea consciente de las situaciones en las que pierde más agua de lo normal, como en el gimnasio o al aire libre en un día caluroso de verano.
Deficiencia de vitamina D
Un estudio sugirió que las personas que sufren vértigo podrían tener una deficiencia de v itamina D. Aunque es necesario realizar más investigaciones para confirmar la correlación, este estudio mostró que los pacientes a los que se les administraron suplementos de vitamina D dejaron de tener ataques de vértigo.
Cuándo acudir al médico
Debes acudir al médico si los síntomas de vértigo persisten durante un par de horas o se repiten durante más de un par de días. El médico puede recetar medicamentos, como proclorperazina y antihistamínicos, o recomendar un entrenamiento de rehabilitación vestibular (VRT).