Si se tapa la nariz, nada sabe igual. Los problemas de gusto y olfato son comunes con la edad y las alergias, pero también podrían ser un signo de algo más serio.
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Cuando el sentido del olfato se va al garete, el gusto suele seguirle. Esto se debe a que el área olfativa de la nariz controla ambos sentidos. Al masticar los alimentos, las moléculas de olor entran en la parte posterior de la nariz. Tus papilas gustativas te dicen si un alimento es dulce, ácido, amargo o salado. La nariz se encarga de averiguar los detalles, como si ese sabor dulce es de uva o de manzana. Si te taponas la nariz, la comida no sabe igual porque no puedes olerla.
Edad
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Al envejecer, pierdes algunas de las fibras nerviosas olfativas de la nariz. Tienes menos papilas gustativas y las que te quedan no son tan nítidas, sobre todo a partir de los 60 años. Esto suele afectar a la capacidad de notar primero los sabores salados o dulces, pero no añadas más sal o azúcar a tu comida. Eso podría causar otros problemas de salud.
Enfermedad o infección
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Cualquier cosa que irrite e inflame el revestimiento interno de la nariz y la haga sentir congestionada, con mucosidad, con picor o con goteo puede afectar a los sentidos del olfato y del gusto. Esto incluye el resfriado común, las infecciones sinusales, las alergias, los estornudos, la congestión, la gripe y el COVID-19. En la mayoría de los casos, tus sentidos volverán a la normalidad cuando te sientas mejor. Si han pasado un par de semanas, llame a su médico.
Obstrucciones
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Si no puede pasar suficiente aire por la nariz, su sentido del olfato se resiente. Y el olfato afecta al gusto. Las obstrucciones se producen si tienes pólipos nasales. Se trata de tumores no cancerosos que crecen en el revestimiento de la nariz y los senos paranasales. O puede tener un tabique desviado que hace que uno de sus conductos nasales sea más pequeño que el otro. Ambos se tratan con aerosoles nasales, medicamentos o cirugía.
Lesión en la cabeza
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El nervio olfativo transporta la información olfativa desde la nariz hasta el cerebro. Un traumatismo en la cabeza, el cuello o el cerebro puede dañar ese nervio, así como el revestimiento de la nariz, los conductos nasales o las partes del cerebro que procesan el olor. Puede notarlo inmediatamente o con el tiempo. En algunos casos, los sentidos vuelven por sí solos, sobre todo si la pérdida fue leve al principio. Es posible que mejore parcialmente y que sólo sea capaz de saborear u oler sabores y olores fuertes.
Ciertas condiciones médicas
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Los médicos no entienden por qué, pero la pérdida de olfato puede ser una señal de alerta temprana de demencia, Alzheimer y enfermedad de Parkinson. Otras enfermedades también pueden dañar los nervios que conducen al centro olfativo del cerebro. Entre ellas están la diabetes, la parálisis de Bells, la enfermedad de Huntington, el síndrome de Kleinfelter, la esclerosis múltiple, la enfermedad ósea de Pagets y el síndrome de Sjogrens. Si no puede sentir el gusto o el olfato después de unos días, consulte a su médico para descartar otras enfermedades.
Cáncer y tratamiento
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Ciertos tipos de cáncer y tratamiento pueden cambiar los mensajes entre su nariz, boca y cerebro. Esto incluye los tumores en su cabeza o cuello y la radiación a esas áreas. La quimioterapia o la terapia dirigida y algunos medicamentos para los efectos secundarios también pueden tener un efecto. Puede tener un sabor metálico en la boca o notar que ciertos olores son diferentes o más fuertes. Estos problemas suelen desaparecer cuando termina el tratamiento.
Medicación
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Algunos medicamentos de prescripción y de venta libre pueden alterar tus sentidos, especialmente los antibióticos y los medicamentos para la presión arterial. Alteran los receptores gustativos, codifican los mensajes de las papilas gustativas al cerebro o modifican la saliva. Habla con tu médico antes de dejar de tomar cualquier medicamento.
Deficiencias vitamínicas
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La pérdida del gusto y del olfato puede ser la forma en que su cuerpo le dice que tiene pocas vitaminas. Ciertas afecciones y medicamentos pueden provocar un bajo nivel de vitaminas relacionadas con el olfato y el gusto, como la A, la B6, la B12 y el zinc. También puede ser una situación de huevo o gallina: Si comes menos porque no puedes oler ni saborear nada, es posible que tu cuerpo no reciba las vitaminas que necesita.
Fumar, drogas y productos químicos
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Además de su capacidad para causar cáncer, el humo del tabaco puede dañar o matar las células que ayudan a tu cerebro a clasificar los olores y los sabores. Fumar también puede hacer que su cuerpo produzca más mucosidad y disminuir el número de papilas gustativas. El consumo de cocaína puede tener un efecto similar en las células sensoriales. Lo mismo ocurre con productos químicos peligrosos como el cloro, los disolventes de pintura y el formaldehído.
Diagnóstico
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Tras un examen físico, el médico comprobará su capacidad gustativa y olfativa por separado. Para la prueba del olfato, nombrará una serie de olores en pequeñas cápsulas o en etiquetas para rascar y oler. La prueba del gusto consiste en tiras que usted identifica como dulces, ácidas, amargas, saladas o umami, también llamadas saladas. El médico puede mirar dentro de la nariz con un endoscopio (una cámara en el extremo de un tubo flexible) o pedir una tomografía computarizada para ver mejor los senos paranasales, los nervios de la nariz y el cerebro...
Complicaciones
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Cuando se pierden los sentidos del olfato y del gusto, esto afecta a la vida de muchas maneras. Esta condición es un riesgo para la seguridad, ya que no puedes oler el humo, el veneno o el gas, ni saborear los alimentos en mal estado. Utiliza alarmas contra incendios, comprueba las fechas de caducidad de los alimentos y cambia a la electricidad si tienes gas natural. Come siempre alimentos sanos, aunque no puedas saborearlos.