CIDP: Averigüe qué tratamientos pueden ayudarle

PIDP: averigüe con su médico qué tratamientos pueden ayudarle.

Hasta el 80% de las personas con CIDP responden bien a uno o más de estos tratamientos:

Corticosteroides

El primer tratamiento que se utiliza suelen ser los corticoides. Son fármacos que reducen la inflamación y frenan el sistema inmunitario. Se cree que en la PDIC, el sistema inmunitario daña las vainas que rodean los nervios, llamadas mielina. Los corticosteroides, tomados a diario, pueden evitar ese daño.

Estos medicamentos tienen efectos secundarios, como presión arterial alta, aumento del azúcar en sangre, malestar estomacal, cambios de humor, irritabilidad, inquietud y aumento de peso. Algunas personas pueden controlar mejor los efectos secundarios que otras.

Junto con los corticosteroides pueden utilizarse otros fármacos que suprimen el sistema inmunitario, como la azatioprina.

Intercambio de plasma

En el intercambio de plasma (PE), se extrae su sangre y se saca la parte líquida de la misma (el plasma) y se sustituye por plasma nuevo. Ese nuevo plasma, junto con las células sanguíneas y las plaquetas originales, se vuelve a introducir en su cuerpo. Esto puede ralentizar su sistema inmunitario.

Lo realizan los profesionales de los centros especializados en EP. Se coloca un tubo en una vena grande del cuello o debajo de la clavícula. Por lo general, hay que repetir la EP cinco veces, en días alternos, durante 10 días.

Un estudio reveló que el 80% de las personas que se someten a la EP experimentan una gran mejoría. Pero sólo dura unas pocas semanas. Y si se interrumpe el tratamiento antes de tiempo, se pueden perder los beneficios.

La EP puede ser cara. Las complicaciones, aunque poco frecuentes, pueden incluir latidos cardíacos anormales, desequilibrios de sales en la sangre, infecciones y hemorragias.

La EP puede utilizarse junto con otros tratamientos.

Inmunoglobulina intravenosa

En la IGIV se inyectan anticuerpos de personas sanas en una vena, normalmente en el antebrazo. Puede ralentizar el sistema inmunitario del organismo. Muchas personas muestran una mejora de sus síntomas en 3 o 5 días después de este tratamiento, y puede durar hasta 6 semanas. La IGIV puede repetirse hasta una vez al mes.

Los efectos secundarios incluyen dolor de cabeza, dolores musculares, aceleración de los latidos del corazón y presión arterial alta, pero estos pueden ser causados por la inyección y no por el medicamento. Los investigadores están probando si las inyecciones de la solución bajo la piel, en lugar de por vía intravenosa, son igual de eficaces. Esto podría reducir los efectos secundarios.

La IGIV puede ser cara, y en algunas zonas la disponibilidad del medicamento es limitada.

Si sus síntomas no mejoran con estos tratamientos, o si tiene múltiples recaídas o efectos secundarios que no puede controlar, existen otras posibilidades de tratamiento:

Inmunoterapias

Su médico puede recetarle más fármacos que frenen su sistema inmunitario. Los fármacos más utilizados son la azatioprina (Imuran) y la ciclofosfamida (Cytoxan). Otras opciones que su médico puede considerar son la ciclosporina (Sandimmune), el etanercept (Enbrel), el metotrexato (Otrexup, Rheumatrex), el micofenolato (CellCept) y el tacrolimus (Progaf).

Anticuerpos monoclonales (MAB)

Se están estudiando fármacos como alemtuzumab (Lemtrada) y rituximab (Rituxan) para el tratamiento de la PDIC. Los fármacos se dirigen a un defecto específico de sus células. Los estudios sugieren que pueden impedir de algún modo que el sistema inmunitario ataque la mielina.

Trasplantes de células madre

Algunos estudios sugieren que, en casos raros, la PDIC puede curarse mediante el uso de un reemplazo de células madre, en el que se inyectan en el cuerpo células sanas, propias o donadas por otra persona. Pero puede haber importantes complicaciones y efectos secundarios.

Vivir con CIPD

Además de los tratamientos, las llamadas terapias de apoyo" pueden ayudarle a manejar la PDIC. Estas incluyen cosas como el uso de andadores y bastones. La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar en las actividades cotidianas. El ejercicio moderado puede reducir la fatiga y aumentar la resistencia. Los remedios de venta libre, como el ibuprofeno y el paracetamol, pueden ayudar a aliviar el dolor.

Cuando se padece una enfermedad grave como la PDIC, ésta puede tener un impacto emocional. El asesoramiento psicológico puede ayudar. También puede beneficiarse de hablar con otras personas con CIDP. Pregunte a su médico por los grupos de apoyo de su zona o por Internet.

Puede disfrutar de una vida activa y saludable con la PDIC. La clave es el plan de tratamiento adecuado.

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