Malformaciones cavernosas cerebrales: Lo que hay que saber

Las malformaciones cavernosas cerebrales, o MCC, son haces de vasos sanguíneos en el cerebro que pueden causar problemas de salud.

El tamaño de las MCC oscila entre menos de un cuarto de pulgada y 4 pulgadas.

Cuáles son los síntomas de las MCC?

En aproximadamente el 25% de los casos, las MCC no causan ningún problema médico o síntoma Normalmente, cuando los síntomas se manifiestan, aparecen por primera vez entre la adolescencia y los 50 años (aunque los bebés y los niños a veces también muestran signos de MCC).

Los síntomas pueden variar según la localización de las MCP. Pueden surgir rápidamente y luego remitir a medida que la hemorragia de los vasos sanguíneos se reabsorbe en el organismo. Los posibles signos o síntomas incluyen:

  • Convulsiones

  • Pérdida de sensibilidad en alguna(s) parte(s) de su cuerpo

  • Debilidad muscular

  • Dolores de cabeza

  • Pérdida de la capacidad de movimiento (parálisis)

  • Cambios o pérdida de la audición o la visión

  • Sangrado en el cerebro (hemorragia cerebral),que puede ser grave y provocar la muerte

Con menos frecuencia, usted o su médico pueden notar:

  • Un crecimiento muscular inusual.

  • Textura o crecimiento inusual de la piel

  • Acumulación de calcio en el cerebro

  • Crecimiento extra de los vasos sanguíneos en el ojo (concretamente en la retina)

¿Qué causa las MCC?

Las paredes de los diminutos vasos sanguíneos, o capilares, que componen las MCC son más finas de lo habitual, lo que hace que sean más propensas a las fugas. Las paredes también carecen de ciertas fibras que normalmente hacen que los vasos sanguíneos puedan estirarse y luego volver a estirarse. Por eso, cuando su forma cambia debido al alto flujo sanguíneo, estos vasos tienden a quedarse en extraños espacios abiertos que los médicos llaman cavernas, de ahí su nombre de malformaciones cavernosas.

En la mayoría de los casos, los médicos no saben cuál es la causa de las MCC. En aproximadamente el 20% de los casos, las personas con MCP las heredan de sus padres. Los científicos han identificado algunos genes que parecen desempeñar un papel en la formación de las MCC, pero se necesita más investigación.

Cómo diagnostican los médicos las MCC?

Si su médico sospecha de MCP, le hará una historia clínica completa, le examinará en persona y le preguntará sobre cualquier síntoma. Le tomarán imágenes del cerebro con una resonancia magnética, un electroencefalograma (EEG) o una tomografía computarizada para buscar ciertos patrones de flujo sanguíneo que sugieran una MCP. También pueden utilizar pruebas de sangre y análisis genéticos para hacer un diagnóstico final.

Cómo tratan los médicos las MCC?

El médico puede limitarse a tratar los síntomas de las MCC. Por ejemplo, pueden recetar medicamentos antiepilépticos para tratar las convulsiones causadas por las MCC, medicamentos para el dolor de cabeza y ejercicios de rehabilitación para los síntomas físicos como la debilidad o la parálisis parcial.

Si los médicos descubren sus MCP sin síntomas, es probable que quieran controlarlos mediante una resonancia magnética de forma regular. En algunos casos, pueden sugerir medicamentos anticonvulsivos para protegerse de posibles síntomas futuros como las convulsiones.

En algunos casos graves, es posible que su médico quiera abordar la MCP directamente. Es posible que le hablen de una posible intervención quirúrgica. En general, esto ocurre cuando se cumplen las siguientes condiciones:

  • No se pueden controlar las convulsiones con medicación.

  • La MCP es claramente la causa de las convulsiones.

  • El MCP está en un lugar de bajo riesgo para la cirugía cerebral.

Su médico también puede considerar la posibilidad de operar si ha tenido al menos una hemorragia cerebral que le haya causado síntomas o si tiene síntomas que empeoran lentamente debido a la MCP. En estos casos, como siempre, usted y su equipo médico tendrán que sopesar el riesgo de la cirugía frente a sus posibles beneficios.

Cuál es el pronóstico para alguien con MCP?

El pronóstico varía mucho, dependiendo de cada caso.

Muchas personas con MCP no sabrán nunca que tienen la enfermedad porque no tendrán ningún síntoma. (Aproximadamente una cuarta parte de las personas nunca tienen síntomas). Otras pueden tener sólo síntomas menores u ocasionales que pueden controlar fácilmente con descanso y medicación.

Sin embargo, los casos más graves pueden provocar síntomas que cambien la vida o incluso sean permanentes. En estos casos puede ser necesaria la intervención quirúrgica.

Por desgracia, los médicos no conocen una forma de prevenir las MCC. Los científicos esperan que la investigación sobre los genes acabe conduciendo a tratamientos preventivos.

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