Cómo descansar cuando se tiene miastenia grave

El descanso ayuda a los músculos débiles a recargarse cuando se tiene miastenia gravis. He aquí algunas formas de bajar el ritmo durante el día.

Dé prioridad al sueño. Los medicamentos para la miastenia grave, especialmente los esteroides, pueden hacer que te sientas cansado. Es posible que tu cuerpo necesite más estímulos para dormir de lo habitual, aunque estés cansado. Concéntrese en una buena higiene del sueño: Cumpla con un horario regular para acostarse y levantarse todos los días. No comas demasiado cerca de la hora de acostarte. Mantén una rutina de descanso sin pantallas, con prácticas relajantes como la lectura, el baño o el té caliente. Mantén tu habitación fresca y oscura para preparar el terreno para un sueño profundo.

Duerme la siesta. No te sientas culpable por las siestas de mediodía. Tu cuerpo necesita descansar. Si puedes hacerlo, túmbate, apaga el teléfono y toma algunas ZZZ para ayudar a tu cuerpo a relajarse.

Programa la quietud. Si puedes programar descansos en tu día, hazlo. Dedica ese tiempo a descansar tu cuerpo y tu mente: medita, haz algunos estiramientos suaves o simplemente siéntate en silencio.

Controla tu ritmo de trabajo. ¿Tienes una tarea que hacer? Planifícala para un momento del día en el que sepas que tendrás más energía. Si es posible, divídela en tareas más pequeñas para no sobrecargarte de una sola vez.

Sé inteligente con tu cuerpo. Piensa en cómo utilizas tu cuerpo durante el día. ¿Podrías estar sentado mientras cocinas o te cepillas los dientes? ¿Podrías tumbarte mientras hablas por teléfono? Aprovecha cualquier oportunidad que tengas para dar un respiro a tu cuerpo.

Utiliza herramientas. Muchas tiendas disponen de scooters que puedes utilizar cuando haces la compra. Habla con tu médico sobre si un bastón, un andador o una silla de ruedas podrían darte más comodidad durante tus actividades diarias. También puedes solicitar una pegatina de minusvalía para tu coche y así poder aparcar más cerca de las entradas de las tiendas.

Deja que las máquinas hagan el trabajo. Haz un balance de las cosas que utilizas en casa. Mira si puedes cambiar los aparatos manuales por opciones automáticas, como abrelatas, batidoras y cepillos de dientes. Utiliza el lavavajillas en lugar de lavar a mano. Considere la posibilidad de utilizar un secador de pelo de sobremesa en lugar de uno de mano.

Habla con tu jefe. Si su trabajo es físicamente estresante, es posible que quiera informar a su empleador. Pregunte si hay formas de hacer ajustes temporales en la duración de su trabajo, la actividad física requerida en su trabajo o el número de turnos que hace. También puede tener derecho a solicitar y recibir prestaciones por incapacidad de la Seguridad Social.

Descanse los ojos. Intente no mirar fijamente las pantallas o leer durante largos periodos de tiempo. Déle a sus músculos oculares la oportunidad de recargarse.

Pida ayuda. Piense en su día y piense en qué tareas y actividades podría subcontratar o pedir ayuda. Si es posible, busca a alguien que saque a pasear al perro, recoja la compra o saque la basura. Si se ajusta a tu presupuesto, un servicio de limpieza puede ayudarte a mantener las cosas ordenadas en tu casa para que puedas ahorrar tu energía en lugar de fregar y barrer.

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