guía del médico para el diagnóstico, tratamiento y prevención de la neuropatía periférica.
Si su médico sospecha que puede tener una forma de neuropatía periférica, puede remitirle a un neurólogo, un médico especializado en enfermedades de los nervios. El neurólogo (o su propio médico) empezará por hacer un historial de sus síntomas y le examinará en busca de signos de debilidad muscular, entumecimiento y alteración de los reflejos. Es posible que necesite análisis de sangre y orina para comprobar si hay diabetes, deficiencias vitamínicas o metabólicas y la presencia de alguna enfermedad subyacente o defecto genético que pueda estar afectando a la función nerviosa. La quimioterapia es una causa común. También tendrá que analizar seriamente su consumo de alcohol y los medicamentos que está tomando.
También es posible que le hagan un electromiograma (EMG) y pruebas de velocidad de conducción nerviosa (VCN), que se utilizan para evaluar la función nerviosa y muscular y medir las propiedades eléctricas de los nervios. Con estas pruebas, los médicos suelen poder localizar los nervios anormales y determinar qué parte de su estructura está dañada.
También se pueden realizar biopsias de nervios y músculos, que pueden proporcionar información valiosa sobre el tipo y la causa de la neuropatía. A veces se recomienda una punción umbar, conocida como punción lumbar, para ayudar a identificar una infección o inflamación que podría estar asociada a la neuropatía.
Si a algún miembro de su familia se le ha diagnosticado neuropatía periférica o ha tenido síntomas similares, es posible que su médico quiera revisar su historial médico o examinarlo para buscar posibles vínculos hereditarios con su enfermedad.
Cuáles son los tratamientos para la neuropatía periférica?
El pronóstico y el tratamiento eficaces de la neuropatía periférica dependen en gran medida de la causa del daño nervioso. Por ejemplo, una neuropatía periférica causada por una carencia de vitaminas puede tratarse -incluso revertirse- con una terapia vitamínica y una dieta mejorada. Del mismo modo, los daños nerviosos provocados por el abuso del alcohol a menudo pueden detenerse y mejorarse evitando el alcohol. La neuropatía periférica causada por sustancias tóxicas o medicamentos puede corregirse a menudo de forma muy similar. Cuando la neuropatía está relacionada con la diabetes, un control cuidadoso de los niveles de azúcar en sangre puede ralentizar su progresión y frenar los síntomas.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos de la neuropatía periférica son importantes, porque los nervios periféricos tienen una capacidad limitada de regeneración, y el tratamiento sólo puede detener la progresión, pero no revertir el daño. Si el daño es grave, puede necesitar fisioterapia para ayudar a conservar la fuerza y evitar los calambres y espasmos musculares. Los medicamentos para controlar los síntomas son la duloxetina (Cymbalta), la gabapentina (Neurontin), la pregabalina (Lyrica) o algunos antiepilépticos.
Se puede recomendar un tratamiento quirúrgico para las personas con daños en los nervios debido a una lesión o a una compresión nerviosa. Las ayudas a la movilidad, como un bastón, un andador o una silla de ruedas, pueden ser útiles. Para el dolor, el médico puede recetar analgésicos.
Cómo se puede prevenir la neuropatía periférica?
Algunas formas de neuropatía periférica pueden evitarse manteniendo unos buenos hábitos de salud. Seguir una dieta nutritiva, hacer ejercicio con regularidad y abstenerse de consumir alcohol en exceso puede ayudar a prevenir el daño nervioso. Evitar las lesiones y los productos químicos tóxicos y controlar cuidadosamente los trastornos subyacentes, como la diabetes, también puede ayudar a prevenir la neuropatía periférica.