Porfiria hepática aguda: ¿Qué es y cómo se contrae?

La porfiria hepática aguda forma parte de un grupo de trastornos desencadenados por una acumulación de sustancias químicas naturales en el organismo. Puede causar problemas nerviosos y otros síntomas.

No tiene cura, pero el tratamiento puede ayudarle a sentirse mejor.

¿Qué causa la porfiria hepática aguda?

Las porfirinas son sustancias químicas naturales de su cuerpo. Son producidas por su cuerpo cuando crea algo llamado hemo.

El hemo forma parte de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Es fundamental para muchas funciones corporales, como en el hígado y los músculos. También se encuentra en la médula ósea.

Cuando el hemo se produce en la médula ósea y el hígado, se necesitan ocho enzimas para que el proceso funcione correctamente. Si falta una de esas enzimas, los niveles de porfirinas pueden aumentar. Cuál de las ocho enzimas es baja y dónde se encuentran las porfirinas en el organismo determinan el tipo de porfiria que se padece. En el caso de la porfiria hepática aguda, se produce una acumulación de porfirinas en el hígado. ?

Eso puede causar problemas, generalmente en la piel o en los nervios. También podrías tener:

  • Orina oscura

  • Piel sensible

  • Dolor de vientre

  • Náuseas

  • Convulsiones

Un ataque suele comenzar con un fuerte dolor de estómago y puede durar días. Normalmente tendrás que ir al hospital para recibir tratamiento.

Quién la padece

En la mayoría de los casos, la porfiria es hereditaria, lo que significa que tienes los genes de la enfermedad transmitidos por tus padres.

Pero el hecho de que tengas los genes no significa que vayas a tener síntomas. La mayoría de las personas que tienen el gen de la enfermedad nunca muestran signos de AHP.

Es posible que te hagan pruebas de laboratorio para saber si tienes AHP. Como sus síntomas son generales y coinciden con los de muchas otras enfermedades, puede ser difícil de diagnosticar. Su médico puede sugerirle que se haga un análisis de sangre, orina o heces para ver si tiene porfiria.

Los ataques pueden ser desencadenados por otras cosas, incluyendo:

  • Medicamentos específicos, como barbitúricos, tranquilizantes, píldoras anticonceptivas y sedantes

  • Consumo de alcohol

  • Fumar

  • Hacer dieta o ayuno

  • Estrés

Una dieta sana y equilibrada es importante si se padece este trastorno. Los expertos advierten que los carbohidratos son importantes, por lo que los planes de alimentación con pocos carbohidratos pueden no ser una buena opción.

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