Descubra cómo reconocer las señales de advertencia de los episodios maníacos y qué hacer para prevenirlos y controlarlos.
Durante estos tramos, puede sentirse fabuloso, con mucha energía y un estado de ánimo "elevado". Pero esos sentimientos son un síntoma de enfermedad mental. Por eso es importante reconocer los primeros signos de que se está desarrollando la manía.
Señales de advertencia
El hecho de que estés extra-energético y de buen humor no significa que estés comenzando un episodio maníaco. Pero esté atento a los patrones, como cuando:
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Sientes que estás en la cima de tu vida aunque no vaya realmente bien.
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Tienes una ansiedad que no se explica por un acontecimiento estresante, como un examen próximo.
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Tus pensamientos se aceleran y estás irritable.
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Duermes menos y no te cuidas bien.
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Hablas demasiado o más rápido de lo habitual.
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Tu deseo sexual se acelera.
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Recurres más a menudo al alcohol o a las drogas o haces otras cosas arriesgadas como conducir peligrosamente.
Gestión
Una vez que te encuentras en un estado maníaco completo, es posible que pienses que no necesitas ayuda o que no estés dispuesto a aceptarla. Por eso, la mejor manera de enfrentarse a la manía es abordarla desde el principio.
Si crees que estás entrando en un tramo maníaco, primero ponte en contacto con tu médico. Puede que tenga que cambiar la dosis de su medicación o recomendarle que pruebe otra.
Toma la medicación exactamente como te la ha recetado el médico, incluso si crees que no la necesitas. Informe a su médico sobre cualquier suplemento o hierba que esté tomando. Pueden causar efectos secundarios preocupantes.
Otras cosas que pueden ayudar:
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Revisa lo que está pasando en tu vida y tu nivel de estrés. Mira si puedes reducir un poco tus compromisos. Si baja el ritmo ahora, puede evitar tener que tomarse más tiempo libre más adelante porque sus síntomas empeoraron.
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Acude a un consejero o terapeuta. Si aún no estás en terapia, busca a alguien que trate a personas con trastorno bipolar. Pueden ayudarte a aprender formas de identificar y afrontar pensamientos, emociones o comportamientos problemáticos.
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Busca formas de relajarte. Cuando hables con otros, céntrate en escuchar. Saca tiempo para leer, escuchar tu música favorita o ver un programa.
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Duerme lo suficiente. No es momento de escatimar tus ZZZ. Necesitas al menos 6 horas por noche.
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Cuidado con la cafeína. Evita la cafeína no sólo en las bebidas, como los refrescos y las bebidas energéticas, sino también en los medicamentos de venta libre.
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Aléjate de las drogas y el alcohol. Pueden afectar a tu estado de ánimo y pueden interactuar con los medicamentos que estás tomando.
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Por encima de todo, no posponga la búsqueda de ayuda para poder seguir con el subidón maníaco. Cuanto más se eleve su episodio maníaco, más puede caer su estado de ánimo después de que termine.
Reducir el riesgo
Hable con su médico o terapeuta sobre lo que debe hacer cuando ya está en un estado maníaco. Y planifica con antelación. Puedes pedir a tus amigos o familiares de confianza que llamen a tu médico si notan signos de manía.
Estas son algunas formas prácticas de protegerte mientras estás en un episodio maníaco:
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Mantén tu rutina normal. En la medida de lo posible, trate de mantener un horario diario estable. Esto incluye sus patrones de sueño, alimentación y ejercicio.
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Vigila tus finanzas: Limite la cantidad de dinero en efectivo que lleva. Considera la posibilidad de dar temporalmente tus tarjetas de crédito a alguien de confianza para evitar las compras impulsivas.
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Retrasa las grandes decisiones. No hagas ningún cambio importante antes de hablar con alguien, como un clínico de salud mental o un familiar. Como mínimo, date tiempo para reflexionar antes de pasar a la acción.
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Evita las situaciones de riesgo. No es el momento adecuado para iniciar una nueva relación o resolver un conflicto con un amigo.
Prevención
Una vez que te sientas mejor, mantén tus hábitos saludables. Eso incluye el ejercicio, que puede mejorar tanto el estado de ánimo como el sueño. Construye tu caja de herramientas de estrategias para reducir la intensidad de futuros episodios:
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Fíjate en lo que aumenta tu nivel de estrés. Muchos aspectos de tu vida, ya sea tu trabajo o una persona con la que tratas, pueden afectar a tu estado de ánimo.
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Piensa en lo que pueden haber sido los primeros signos de episodios anteriores. La falta de sueño durante algunas noches fue una señal temprana? Cuéntale a tus seres queridos esas señales para que también estén atentos a ellas.
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Registra tu estado de ánimo cada día. Si lleva un diario del estado de ánimo, usted y su médico o terapeuta pueden buscar patrones. Cómo afectan la medicación, los patrones de sueño y los acontecimientos de la vida a cómo te sientes?
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Una vez que su estado de ánimo se estabilice, reflexione sobre cómo la manía le afecta de forma buena y mala. Escribe esos pensamientos. Así podrás recordarte los aspectos negativos cuando tengas la tentación de ignorar los primeros signos de la manía.