El médico explica el uso de las benzodiacepinas, fármacos que calman la actividad cerebral, para el tratamiento del trastorno bipolar.
Las benzodiacepinas ralentizan la actividad del cerebro. Al hacerlo, pueden ayudar a tratar la manía, la ansiedad, el trastorno de pánico y las convulsiones.
Las benzodiacepinas prescritas para el trastorno bipolar incluyen (entre otras)
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alprazolam (Xanax)
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clonazepam (Klonopin)
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diazepam (Valium)
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lorazepam (Ativan)
Efectos secundarios de las benzodiacepinas
Las benzodiacepinas actúan rápidamente y provocan una sensación de calma. A veces pueden provocar mareos, dificultad para hablar o inestabilidad.
Los posibles efectos secundarios de las benzodiacepinas son:
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Somnolencia o mareos
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Mareo
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Fatiga
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Visión borrosa
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Habla arrastrada
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Pérdida de la memoria
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Debilidad muscular
Las benzodiacepinas pueden crear hábito y crear adicción. Suelen evitarse en personas con antecedentes de abuso de alcohol o sustancias, a menos que sean necesarias a corto plazo como parte de una desintoxicación de drogas o alcohol. Las benzodiacepinas pueden ralentizar el pensamiento o interferir en el juicio. También es peligroso combinarlas con el alcohol o algunos otros medicamentos.
Si ha estado tomando las benzodiacepinas en dosis elevadas o durante mucho tiempo, puede sufrir graves síntomas de abstinencia si deja el fármaco de forma repentina. Hable con su médico para saber si sigue necesitando la medicación y, en caso contrario, cómo reducirla.