La terapia conversacional puede ser eficaz para las personas con trastorno bipolar. Obtenga más información del médico sobre los diferentes modelos de psicoterapia y cómo abordan los síntomas bipolares.
Los tipos de psicoterapia utilizados para tratar el trastorno bipolar incluyen:
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Terapia conductual. Esta se centra en los comportamientos que disminuyen el estrés.
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Terapia cognitiva. Este tipo de enfoque implica aprender a identificar y modificar los patrones de pensamiento que acompañan a los cambios de humor.
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Terapia interpersonal. Esta implica a las relaciones y tiene como objetivo reducir las tensiones que la enfermedad puede ejercer sobre ellas.
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Terapia de ritmo social. Esto le ayuda a desarrollar y mantener un horario de sueño normal y rutinas diarias más predecibles.
Los grupos de apoyo también ayudan a las personas con trastorno bipolar. Reciben ánimos, aprenden habilidades de afrontamiento y comparten sus preocupaciones. Puede que se sienta menos aislado como resultado. Los familiares y amigos también pueden beneficiarse de un grupo de apoyo. Pueden comprender mejor la enfermedad, compartir sus preocupaciones y aprender a apoyar mejor a sus seres queridos con trastorno bipolar.
La educación es otra parte integral del tratamiento para usted y su familia. Las personas con trastorno bipolar (y sus familias) a menudo se benefician de aprender sobre el trastorno: sus síntomas, los signos tempranos de un episodio y los tipos de tratamiento... Este tipo de educación también puede ayudar a elaborar un plan en caso de que su percepción o su capacidad de ver el sistema se vean comprometidas.
Además, tomar estas medidas puede ayudarle a sobrellevar el trastorno bipolar:
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Establezca rutinas. La regularidad en el sueño, la alimentación y la actividad parece ayudar a las personas con trastorno bipolar a controlar su estado de ánimo.
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Identificar los síntomas. Aunque los primeros signos de advertencia de un episodio que se aproxima varían de una persona a otra, junto con un psiquiatra puede identificar qué cambios de comportamiento señalan el inicio de un episodio para usted. Puede ser la necesidad de dormir menos para sentirse descansado, comprar cosas que no se puede permitir o que no necesita, o involucrarse repentinamente en la religión o en nuevas actividades e intereses.
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Adaptarse. Esto puede ayudarle a evitar comportamientos embarazosos durante los episodios maníacos y a establecer objetivos realistas para el tratamiento. Su médico puede ayudarle a prepararse para posibles episodios futuros y a controlar el miedo a tener más. Una parte clave de la adaptación es comprender los tipos de factores de estrés que pueden aumentar el riesgo de sufrir episodios maníacos o depresivos y los cambios en el estilo de vida que pueden reducirlos.
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Mantenga un patrón de sueño regular. Acuéstese y levántese alrededor de las mismas horas cada día. Los cambios en el sueño pueden alterar el funcionamiento normal de los circuitos cerebrales implicados en el procesamiento de las emociones, pudiendo desencadenar episodios de mal humor.
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No consuma alcohol ni drogas callejeras. Estas sustancias pueden desencadenar o imitar los episodios del estado de ánimo. También pueden interferir en la eficacia de la medicación.
Problemas especiales en el trastorno bipolar
Para muchas personas con trastorno bipolar, existe el riesgo de tener otros problemas psiquiátricos. Normalmente, éstos son el abuso de alcohol y drogas, un trastorno de ansiedad, un trastorno alimentario o un trastorno de la personalidad.
Se calcula que el 60% de las personas con trastorno bipolar tienen problemas con las drogas o el alcohol. El abuso de drogas puede imitar los síntomas de la depresión o la manía, por lo que es importante tratar los problemas de abuso de sustancias para hacer un diagnóstico preciso de trastorno bipolar u otros trastornos del estado de ánimo.