Obtenga más información de los expertos de doctor sobre el uso de la terapia electroconvulsiva -conocida más comúnmente como tratamiento de electroshock- para el trastorno bipolar.
En la terapia electroconvulsiva, se pasa una corriente eléctrica a través del cuero cabelludo para provocar una breve convulsión en el cerebro. La terapia electroconvulsiva es una de las formas más rápidas de aliviar los síntomas en personas que sufren manía o depresión grave. La terapia electroconvulsiva suele utilizarse sólo cuando los medicamentos u otros tratamientos menos invasivos resultan inútiles. También se utiliza cuando los síntomas psicóticos o del estado de ánimo son tan graves que no es seguro esperar a que los fármacos hagan efecto. La terapia electroconvulsiva también se considera el tratamiento de elección para los episodios graves del estado de ánimo durante el embarazo.
Antes del tratamiento con TEC, la persona recibe un relajante muscular y es sometida a anestesia general. Se colocan electrodos en el cuero cabelludo del paciente y se aplica una corriente eléctrica que provoca una breve convulsión. Como los músculos están relajados, la convulsión suele limitarse a un ligero movimiento de las manos y los pies. El paciente es vigilado cuidadosamente durante el tratamiento. El paciente se despierta minutos después, no recuerda el tratamiento ni los acontecimientos que lo rodean, y puede estar brevemente confundido.
La terapia electroconvulsiva suele administrarse hasta tres veces por semana, normalmente durante dos o cuatro semanas. Después, el tratamiento de mantenimiento puede continuar semanal o mensualmente, según las necesidades de la persona.
La TEC es uno de los tratamientos más seguros para los trastornos graves del estado de ánimo, y la mayoría de los riesgos están relacionados con la anestesia. La pérdida de memoria a corto plazo es un efecto secundario común, aunque suele desaparecer a las pocas semanas de terminar los tratamientos, y puede minimizarse en función de cómo se colocan los electrodos en el cuero cabelludo y otros aspectos técnicos del procedimiento.
Otros posibles efectos secundarios de la TEC son:
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Confusión
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Náuseas
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Dolor de cabeza
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Dolor de mandíbula
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Dolores musculares
Estos efectos secundarios pueden durar desde varias horas hasta varios días.
Alrededor de un tercio de las personas que se someten a la terapia electroconvulsiva informan de alguna pérdida de memoria, pero ésta suele limitarse al tiempo que rodea al tratamiento.