Los atracones: La culpa y la vergüenza

Cuando se padece un trastorno por atracón, los sentimientos de vergüenza y culpa son comunes. Pero puedes cambiar tus pensamientos y hábitos. He aquí cómo hacerlo.

Si te das un atracón, es probable que utilices la comida para intentar controlar las emociones negativas.

Ahogar los sentimientos con la comida puede hacer que te sientas bien por el momento, pero suele ir seguido de mucha culpa y de un discurso hiriente hacia ti mismo. Esa vergüenza lleva a más atracones y pone en marcha un ciclo difícil -pero no imposible- de romper.

Puedes poner fin a este ciclo y empezar a recuperarte. Aquí tienes algunos consejos para empezar.

No te critiques a ti mismo

Acalla esa voz molesta en tu cabeza. No te insultes constantemente. Permítete estar triste de vez en cuando.

O distráete con cosas sanas que te hagan feliz: una llamada telefónica con un amigo, por ejemplo. De este modo, no recurrirás inmediatamente a la comida para consolarte.

Date cuenta de que no estás solo

Otras personas padecen el trastorno por atracón, y sí mejoran. Tú también puedes hacerlo.

La vergüenza y el secreto de los atracones a veces impiden que la gente pida apoyo. Considera la posibilidad de pedir ayuda profesional.

Tenga preparada su caja de herramientas

Puedes tomar medidas para combatir un atracón o calmarte después de un desliz.

1. Escríbelo.

Escribir tus pensamientos te ayuda a sintonizar con lo que ocurre en tu interior, dice la doctora Margo Maine. Es editora principal de Eating Disorders: The Journal of Treatment and Prevention.

Aprendes a poner tus sentimientos en palabras. Cuando uno se da un atracón, a menudo es porque no tiene palabras para sus emociones.

2. Quédate con un amigo.

Cuando te sientas culpable por un atracón, estar cerca de otros es una de las mejores cosas que puedes hacer. Ni siquiera hace falta que hables de tus problemas: el simple hecho de estar en un entorno social ayuda.

Cuando estás solo, el discurso negativo, que puede desencadenar un atracón, se magnifica, dice Maine.

3. Busca ayuda.

Visita la página web de la Binge Eating Disorder Associations para conocer historias esperanzadoras de recuperación. Los grupos de apoyo anónimos en línea también son útiles.

Maine recomienda el libro Crave: Why You Binge Eat and How to Stop, de Cynthia M. Bulik.

También puedes considerar la posibilidad de ir a terapia. Hablar de tus sentimientos con un profesional es la mejor manera de superar esa sensación de inutilidad que realmente alimenta tus atracones, dice Maine.

4. No hagas dieta.

Restringir lo que comes acaba provocando atracones, según las investigaciones.

Si te mueres de hambre, vas a compensar, dice la doctora Ellen Hendriksen. Es la presentadora del podcast Savvy Psychologist.

En resumen, sé amable contigo mismo y acepta que el cambio lleva tiempo. Estás en el buen camino.

El mero hecho de tener un nombre para el trastorno es una cosa más que puede reducir el dolor, dice Hendriksen.

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