Si otros medicamentos y tratamientos no ayudan a su dolor de espalda, su médico puede recetarle un relajante muscular. Esto es lo que debe saber sobre estos medicamentos.
Tener un espasmo muscular significa que uno o varios músculos se contraen y que las contracciones o calambres están fuera de su control. Puede ocurrir por muchas razones diferentes, y a veces puede ser muy doloroso.
Aunque hay muchos tratamientos diferentes para el dolor, su médico puede decidir que un relajante muscular es la mejor solución para usted.
Cuándo puede necesitar un relajante muscular
Es posible que tu médico te sugiera primero que pruebes un medicamento de venta libre como el paracetamol (Tylenol) o el ibuprofeno (Advil) para tratar el dolor. Pero si no funcionan, o si no puedes tomarlos porque tienes otro problema, como problemas de hígado o úlceras, es posible que tengas que probar un relajante muscular.
Los relajantes musculares se prescriben idealmente para el dolor agudo y no para el crónico. Pueden ser una opción si el dolor le impide dormir lo suficiente... Como los relajantes musculares provocan somnolencia, pueden ayudarle a descansar cuando los toma por la noche.
Efectos secundarios
Independientemente del tipo de relajante muscular que tome, es habitual que tenga efectos secundarios. Algunos relajantes musculares, sin embargo, pueden tener efectos secundarios potencialmente graves, como daños en el hígado. Su médico trabajará con usted para encontrar el medicamento que tenga más sentido para su situación.
Los efectos secundarios más comunes son:
-
Cansancio, somnolencia o efecto de sedación.
-
Fatiga o debilidad
-
Mareos
-
Sequedad en la boca
-
Depresión
-
Disminución de la presión arterial
No debe beber alcohol mientras toma relajantes musculares. Estos medicamentos dificultan el pensamiento y el funcionamiento normal, incluso si toma una dosis baja, por lo que su combinación con el alcohol puede aumentar el riesgo de accidente.
Tampoco debe conducir ni manejar maquinaria pesada mientras toma relajantes musculares. Algunos relajantes musculares empiezan a actuar a los 30 minutos de tomarlos, y sus efectos pueden durar de 4 a 6 horas.
Adicción y abuso
Los relajantes musculares pueden ser adictivos para algunas personas. Tomarlos sin receta, o tomar más de lo que el médico ha recomendado, puede aumentar las posibilidades de volverse adicto. También lo puede hacer su uso durante un largo periodo de tiempo.
Casi todos los casos de adicción y abuso se deben a la droga carisoprodol (Soma), que se considera una sustancia controlada de la lista IV. Esto se debe a que, cuando la droga se descompone en el cuerpo, produce una sustancia llamada meprobamato que actúa como un tranquilizante. Las personas que se vuelven adictas al carisoprodol a veces abusan de la droga porque ya no la usan por razones médicas y la ansían.
Otros tipos de relajantes musculares también pueden ser adictivos. La ciclobenzaprina (Flexeril) también se ha relacionado con el uso indebido y el abuso.
Con un uso prolongado puedes llegar a ser físicamente dependiente de algunos relajantes musculares. Esto significa que sin la medicación, puedes tener síntomas de abstinencia. Puedes tener insomnio, vómitos o ansiedad cuando dejes de tomarlo.