¿Tiene dolor de espalda? Una posible causa podría ser la estenosis espinal, en la que el canal espinal se estrecha. Conozca los posibles tratamientos para esta afección.
La estenosis espinal es un estrechamiento del canal de la columna vertebral que afecta sobre todo a personas de 50 años o más. Nada puede curarla, pero hay cosas que puedes hacer por tu cuenta, bajo la orientación de tu médico, para disfrutar de una vida activa.
Algunas de las mejores formas de tratar las complicaciones y el dolor de la estenosis espinal son también las más sencillas.
La mayoría de los médicos le sugerirán que empiece con ejercicios y medicamentos de venta libre antes de pensar en algo más complicado como la cirugía.
Fisioterapia para la estenosis espinal
Un programa de fisioterapia puede contribuir en gran medida a aliviar sus síntomas y también puede ayudar con:
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Flexibilidad
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Equilibrio
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Resistencia
Un estudio descubrió que un programa formal de fisioterapia era tan bueno como la cirugía para mejorar la función diaria. En ese estudio, las personas hicieron flexiones, inclinaciones pélvicas, sentadillas de pie y otros ejercicios.
Ejercicios para la estenosis espinal
El ejercicio, junto con unos buenos hábitos alimenticios, puede ayudarle a adelgazar si tiene sobrepeso. Esto aliviará la tensión de la columna vertebral. Incluso si decide operarse, el ejercicio posterior puede impulsar su recuperación. Pero tendrá que empezar poco a poco. Hable con su médico o fisioterapeuta sobre los ejercicios que pueden ayudarle:
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Ganar flexibilidad: Los ejercicios de estiramiento pueden ayudar con el dolor y facilitar la sujeción y el movimiento del cuello y la columna vertebral de forma más saludable.
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Fortalece tus músculos: Una serie de ejercicios llamados entrenamiento de estabilización puede ayudar a fortalecer los músculos que sostienen el cuello y darles un mejor equilibrio. Al igual que los estiramientos, se trata de ejercicios sencillos que puedes hacer en casa sin ningún equipo especial.
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Aumenta tu forma física: Los ejercicios aeróbicos, aquellos que elevan el ritmo cardíaco y respiratorio, liberan unas sustancias químicas llamadas endorfinas que pueden aliviar el dolor. Algunos ejemplos de ejercicios aeróbicos son la bicicleta o la natación.
No hay una única forma correcta de hacer ejercicio con esta enfermedad, y no hay que exagerar. Pide ideas a tu médico o a un fisioterapeuta.
A veces, puedes llevar corsés o fajas alrededor del estómago para facilitar el ejercicio. Sin embargo, si los usas demasiado, pueden ser contraproducentes y hacer que tus músculos se debiliten. Pregunta a tu médico al respecto.
Medicamentos para la estenosis espinal
La estenosis espinal se trata comúnmente con medicamentos, tanto de venta libre como de prescripción.
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Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) reducen el dolor y la inflamación. Algunos ejemplos de AINE de venta libre son la aspirina, el naproxeno (Aleve) y el ibuprofeno (Advil, Motrin).
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Los analgésicos ayudan a aliviar el dolor pero no afectan a la inflamación. El paracetamol (Tylenol) es un analgésico común utilizado para la estenosis espinal.
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Antidepresivos. Algunos tipos de éstos pueden ayudar con el dolor crónico. La amitriptilina es el más común.
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Medicamentos anticonvulsivos. Su médico puede recetarlos para ayudar con el dolor causado por los nervios dañados.
Si nada de esto ayuda, el médico puede recetar algo más fuerte, como un opiáceo. Estos fármacos pueden aliviarte el dolor durante periodos cortos, pero pueden ser peligrosos a largo plazo, ya que pueden crear adicción y provocar otros efectos en la salud.
Efectos secundarios de los medicamentos para la estenosis espinal
Todos los medicamentos, incluso los de venta libre, pueden tener efectos secundarios. Un exceso de AINE puede provocar úlceras y otros problemas estomacales y, sobre todo entre las personas mayores, puede aumentar la posibilidad de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. También pueden interactuar con otros medicamentos.
Los antidepresivos pueden provocar sueño, por lo que es mejor tomarlos a la hora de acostarse. Otros posibles efectos secundarios son la visión borrosa, el estreñimiento, la sequedad de boca, el mareo, los problemas para orinar, el aumento o la pérdida de peso, la sudoración y los problemas de rendimiento sexual.
Los medicamentos anticonvulsivos también pueden tener efectos secundarios, como somnolencia, mareos o confusión, hinchazón de pies y piernas o problemas renales. Pero no es probable que se produzcan con dosis menores. En algunos casos, estos medicamentos pueden hacer que las personas tengan pensamientos suicidas ocasionales. Si esto ocurre, llame a su médico de inmediato.
Consulte siempre a su médico antes de tomar cualquier medicamento, incluso los que no necesitan receta.
Inyecciones para la estenosis espinal
Algunas inyecciones tienen el mismo efecto que muchos medicamentos. Los médicos utilizan dos tipos básicos para la estenosis espinal:
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Los corticosteroides pueden inyectarse directamente en la zona que rodea la médula espinal. Esto se denomina inyección epidural. Al igual que los AINE, los corticoides actúan sobre la inflamación y el dolor. Un anestesista u otro especialista aplica la inyección.
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Los bloqueos nerviosos son anestésicos que se inyectan cerca de los nervios dañados. Cada persona responde de forma diferente a estas inyecciones. Puede obtener alivio durante mucho tiempo, durante un periodo corto o no obtenerlo en absoluto.
Procedimiento de descompresión para la estenosis espinal
Este procedimiento, denominado descompresión lumbar percutánea guiada por imagen (PILD), elimina parte de un ligamento que se ha engrosado. Esto evita que el ligamento afecte a la raíz nerviosa y libera espacio en el canal espinal.
No es necesario estar dormido para someterse a la PILD, por lo que puede ser una opción para las personas que no pueden operarse debido a otros problemas médicos.
Tratamientos alternativos para la estenosis espinal
Las dos terapias alternativas más comunes son la acupuntura y el tratamiento quiropráctico.
Acupuntura: Se trata de una práctica tradicional china en la que se insertan pequeñas agujas flexibles o se ejerce presión en partes específicas del cuerpo para aliviar el dolor.
Atención quiropráctica: Los quiroprácticos tratan de ajustar la columna vertebral para reducir el dolor y mejorar el movimiento. Algunos también utilizan la tracción, que consiste en separar más los huesos para dejar más espacio a los nervios. Aunque no hay muchas pruebas científicas al respecto, algunas personas dicen que la tracción les ayuda.
También puedes beneficiarte del yoga, el tai chi (una antigua rutina de ejercicios china) o los masajes.
Cirugía para la estenosis espinal
Si estos tratamientos no funcionan, su médico puede sugerir la cirugía, especialmente si:
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Tienes mucho dolor
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Tienes problemas para caminar
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No puede controlar la vejiga
De hecho, es posible que su médico le recomiende primero la cirugía si tiene síntomas graves. Al igual que otros tratamientos, la cirugía no es una cura, pero puede ayudar con el dolor y la función.
Su médico puede hablarle de estos tipos:
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Laminectomía. Esta es la más común. Un médico extrae el hueso, los espolones y los ligamentos que presionan los nervios.
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Laminotomía. El médico realiza un pequeño orificio en la parte posterior de la vértebra afectada, llamada lámina. El agujero debe ser lo suficientemente grande como para aliviar algo de presión en la zona.
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Laminoplastia. Este procedimiento crea un espacio en el canal espinal del cuello. Se coloca una bisagra metálica en la lámina para salvar el hueco de la zona abierta.
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Discectomía. Con este procedimiento se extrae la parte lesionada de un disco abultado o herniado para aliviar la presión sobre los nervios o la médula espinal. Puede realizarse a través de un corte en la columna o el cuello que permita al médico llegar a él directamente o con cortes más pequeños e instrumentos diminutos.
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Fusión espinal... Los médicos a veces la realizan junto con una laminectomía. Consiste en unir las vértebras para reducir el movimiento dentro de la columna.
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Foraminotomía. Un médico expande la porción de las vértebras donde las raíces nerviosas se ramifican hacia el resto del cuerpo.
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Cirugía mínimamente invasiva. Se extraen partes de la lámina o de un disco de forma que no se dañe el tejido sano ni se aumenten las posibilidades de necesitar fusiones vertebrales.
La recuperación puede ser de unos días o de hasta 3 meses. La cirugía ayuda a muchas personas, pero también existen riesgos, como los coágulos de sangre.