Consejos para criar a un niño con autismo

Tu hijo con espectro autista necesita mucho de tu tiempo, pero tú también necesitas tiempo para ti. Aprenda a revitalizarse.

Aparte de la atención médica y las terapias que puede alinear para ayudar a su hijo o hija, hay cosas sencillas y cotidianas que marcan la diferencia.

Céntrese en lo positivo.

Como cualquier otra persona, los niños con trastorno del espectro autista suelen responder bien al refuerzo positivo. Eso significa que cuando les elogies por los comportamientos que hacen bien, les hará sentirse bien a ellos (y a ti).

Sé específico, para que sepan exactamente qué te ha gustado de su comportamiento. Busca formas de recompensarles, ya sea con tiempo de juego extra o con un pequeño premio como una pegatina.

Además, como lo haría con cualquier persona -del espectro o no-, premie a su hijo por lo que es. Como padre, amar a su hijo por lo que es es clave.

Mantén la constancia y el horario.

A las personas del espectro les gustan las rutinas. Asegúrate de que reciben una orientación e interacción constantes, para que puedan practicar lo que aprenden en la terapia.

Esto puede facilitar el aprendizaje de nuevas habilidades y comportamientos, y ayudarles a aplicar sus conocimientos en diferentes situaciones. Habla con sus profesores y terapeutas y trata de alinear un conjunto consistente de técnicas y métodos de interacción para que puedas llevar a casa lo que están aprendiendo.

Poner el juego en la agenda.

Encontrar actividades que parezcan pura diversión, y no más educación o terapia, puede ayudar a tu hijo a abrirse y conectar contigo.

Dale tiempo.

Es probable que pruebes muchas técnicas, tratamientos y enfoques diferentes mientras descubres qué es lo mejor para tu hijo. Mantén una actitud positiva e intenta no desanimarte si no responde bien a un método concreto.

Lleva a tu hijo a las actividades cotidianas.

Si el comportamiento de tu hijo es imprevisible, puede que te parezca más fácil no exponerlo a ciertas situaciones. Pero si le llevas a hacer recados cotidianos, como ir a la compra o a la oficina de correos, puede ayudarles a acostumbrarse al mundo que les rodea.

Consigue apoyo.

Ya sea en línea o en persona, el apoyo de otras familias, profesionales y amigos puede ser de gran ayuda. Cree un pueblo de amigos y familiares que entiendan el diagnóstico de su hijo... Las amistades pueden ser difíciles, y su hijo necesitará apoyo para mantenerlas... Los grupos de apoyo pueden ser una buena forma de compartir consejos e información y de conocer a otros padres que se enfrentan a retos similares. También puede ser útil el asesoramiento individual, matrimonial o familiar. Piensa en lo que podría hacer tu vida un poco más fácil y pide ayuda.

Investiga sobre el cuidado de relevo.

Se trata de que otro cuidador se ocupe de tu hijo -dentro de tu casa, fuera de ella o en ambas- durante un periodo de tiempo para darte un breve descanso. Lo necesitarás, especialmente si tu hijo tiene necesidades intensas debido al TEA. Esto puede darte la oportunidad de hacer cosas que restauren tu propia salud y que te gusten, para que vuelvas a casa dispuesto a ayudar.

Puedes identificar o formar tu equipo de apoyo al relevo utilizando estos métodos:

  • Pregunte a sus amigos, a su familia y a otros padres que conozca sobre las conexiones de apoyo en las que quizás no haya pensado.

  • Consulta a los médicos, terapeutas y profesores de tu hijo para obtener ideas o referencias. Por ejemplo, un ayudante de profesor que te guste mucho podría disfrutar haciendo de canguro en su tiempo libre.

  • También puedes publicar anuncios de ayuda para el cuidado de niños en los periódicos y en Internet, en las comunidades religiosas locales y en los colegios y universidades cercanos. Asegúrate de comprobar bien todas las referencias.

  • Únete a un grupo de apoyo para padres de niños autistas. Averigua qué es lo que funciona para otros. Puedes encontrar comunidades de autoayuda llamando a un centro local de apoyo al autismo o buscando en Internet.

¿Cuidar de ti mismo? Como cuidador, tienes que mantener tu cuerpo y tu mente en plena forma para poder afrontar los retos que surgen día a día. Esto significa que hay que bajar el ritmo y buscar formas de cuidarse a sí mismo para tener mucho de sí mismo (física, mental y emocionalmente).

Reducir el estrés... Los padres de niños con TEA a menudo se enfrentan a más estrés que los que se ocupan de otras discapacidades. Si no se controla, los cuidadores pueden enfrentarse a rupturas de relaciones e incluso a trastornos psicológicos. El estrés también puede afectar a tu salud. Organízate para evitar sentirte abrumado. Esto significa encontrar tiempo en su día sólo para usted. Algunas formas importantes e incluso divertidas de hacerlo son:

  • Localiza las verdaderas causas de tu estrés. Si se siente abrumado, divida los problemas más importantes a los que se enfrenta en partes más sencillas. Te sentirás mejor y tendrás un plan.

  • La meditación también puede ayudar. Presta atención a tus pensamientos y a la forma en que te hablas a ti mismo. Te ayudará a eliminar las preocupaciones inútiles.

  • Haz ejercicio. No hace falta que vayas al gimnasio. Camina, trabaja en el jardín, nada, incluso baila en la cocina. Son formas fáciles y eficaces de hacer algo de ejercicio.

    • Si quieres un poco de compañía adulta, toma una clase de ejercicio. Es una buena manera de recargar las pilas y conocer gente nueva.

  • Consigue un poco de ZZZ. Cuando necesitas recargar tu cuerpo y tu mente, no puedes superar el poder de una buena noche de sueño. Si necesitas más ayuda para relajarte, medita o haz ejercicios de relajación. Eso puede ayudar a tu cuerpo a prepararse para el descanso.

  • Sé creativo con tu comida. Es probable que gastes mucha energía en asegurarte de que tu hijo come alimentos nutritivos. ¿Y usted? Dale sabor a tu menú personal probando diferentes frutas, verduras y cocinas. Busca nuevas recetas para mantener el interés. Y come con un horario fijo cada día. Te ayudará a mantener tu energía y tu sistema en marcha.

Consigue el equilibrio en tu vida? Esta es la clave no solo para afrontar los retos de la vida, sino también para mantener una alta calidad de vida. Toda tu familia se beneficiará. Reserva tiempo en tu calendario semanal para divertirte y socializar. Prueba estos consejos para añadir equilibrio a tus ajetreados días:

  • Encuentra a tus amigos. Sí, eres el padre de un niño con necesidades especiales. Pero también eres una persona. Recordar que tienes tu propia identidad te convierte en un mejor padre. Tómate tiempo para reconectar y reír con tus amigos. Te alegrarás de haberlo hecho.

  • Retoma tus antiguas aficiones. Busca las agujas de tejer, desempolva el piano o saca los palos de golf. Prueba nuevas actividades que te llamen la atención.

  • Tómate cinco minutos cada día. Unos minutos extra a primera hora de la mañana pueden centrarte y marcar el tono de todo el día. Recoge tus pensamientos, date una larga y cálida ducha o anota algunas cosas en un diario.

  • Hazlo rápido. ¿Puede tu pareja u otros miembros de la familia asumir las tareas de crianza durante un rato? Un paseo rápido alrededor de la manzana o un corto trayecto en coche a la tienda -solo- te dará un tiempo muy necesario para ti.

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