¿Qué es la estimulación y qué tiene que ver con el autismo?

La estimulación es una forma de autorregulación. Aprenda más sobre los riesgos, los beneficios y cómo puede afectar a su salud.

Entender la estimulación

El stimming se caracteriza por ser movimientos repetitivos que puede utilizar para ayudar a afrontar las emociones. Ejemplos de stimming incluyen:

  • Morderte las uñas cuando te sientes ansioso

  • Dar vueltas a tu pelo cuando te sientes aburrido

  • Agitar las manos cuando algo te excita?

  • Sacudir el pie cuando estás concentrado

Los estimulantes pueden ayudar a distraerte, aliviar el estrés o calmarte. Si bien los estímulos cumplen una función para la persona que realiza la conducta repetitiva, pueden distraer a otras personas que están a su alrededor.

La estimulación y el autismo. Aunque muchas personas tienen un estímulo que utilizan para autorregularse, no siempre es evidente para los demás. Es posible que no utilicen su estímulo con frecuencia o que sepan cómo controlar el comportamiento.

Para las personas con autismo, la estimulación es mucho más pronunciada. Esto se debe a que las personas con autismo experimentan los sentidos de forma diferente. Su experiencia del mundo suele ser más intensa porque sus sentidos están agudizados.

Las personas con autismo pueden saltar y agitar las manos con entusiasmo cuando ven algo que les interesa. Este comportamiento no se considera típico porque muchas personas aprenden con el tiempo a controlar estas emociones y reacciones.

Impacto de la estimulación en su salud

Muchos padres se preguntan cómo pueden ayudar a sus hijos a abandonar las conductas de estimulación en un esfuerzo por ayudarles a integrarse con sus compañeros. Pero la estimulación es muy normal, aunque no esté muy aceptada socialmente. En lugar de preguntar cómo detener el comportamiento, intente preguntar por qué su hijo se dedica a la estimulación.

Entre las razones más comunes para la estimulación se encuentran las siguientes

Sobreestimulación. La estimulación ayuda a bloquear la entrada sensorial excesiva de la sobreestimulación. Un ejemplo de acción de estimulación es hacer un sonido brrr con los labios en un lugar demasiado ruidoso.

Subestimulación. Si un lugar no tiene suficientes cosas sensoriales que escuchar o mirar o si estás aburrido, la estimulación proporciona una entrada sensorial adicional. Un ejemplo de este tipo de estimulación es cacarear en una habitación demasiado silenciosa.

Reducción del dolor. Si te caes o te das un golpe en el brazo, tu reacción puede ser hacerte daño de alguna otra manera para quitarte ese dolor. Muchos niños se golpean la cabeza o el cuerpo para reducir otras sensaciones de dolor. Aunque parezca contraproducente, los profesionales médicos creen que este tipo de estimulación puede liberar beta-endorfinas que disminuyen la sensación de dolor o proporcionan una sensación de placer.

Gestión de las emociones. Si de repente se siente feliz o triste, puede provocar que se estimule. Puede agitar las manos cuando está contento o empezar a morderse las uñas cuando está disgustado.

Beneficios de la estimulación

Autorregulación. La estimulación sirve para algo. Sea cual sea la situación, estimular es una forma de sentirnos arraigados en el momento y de regular nuestros sentimientos. Cuando una persona con autismo siente una oleada repentina de sentimientos, esa energía tiene que ir a algún sitio. La estimulación proporciona una salida para esa energía. Permite a la persona seguir funcionando dentro del espacio en el que se encuentra.

Salud mental. Cuando es capaz de autorregular y procesar sus emociones, mejora su salud mental. Si tienes un estímulo que te parece vergonzoso, puede ser un reto. Puedes intentar canalizar tu estímulo en un movimiento diferente, más utilizado.

Por ejemplo, cuando agites las manos, puedes intentar combinarlo con una respiración profunda para que los demás lo vean como un mecanismo de calma. Esto te ayuda a autorregularte sin el estrés añadido de ver reacciones negativas al gestionar tu entrada sensorial.

Riesgos de la estimulación

Aceptación social. Uno de los mayores retos que conlleva la estimulación es la aceptación social. A menudo se anima a las personas con autismo a ocultar el comportamiento de estimulación para poder encajar. En cambio, las personas sin autismo deberían intentar ver el propósito que la estimulación tiene para un individuo y darle espacio en los entornos sociales. En lugar de reaccionar negativamente al comportamiento de estimulación, las personas pueden optar por redirigir su atención a otra cosa o reconocerlo con aceptación.

Autolesión. Algunos estímulos son perjudiciales. Golpearse la cabeza, tirarse del pelo y morderse las uñas pueden tener consecuencias para la salud. Si tienes un estímulo que se autolesiona, habla con tu médico para encontrar nuevas formas de afrontarlo. Presta atención a lo que ocurre a tu alrededor cuando realizas conductas autolesivas. Si sabes qué buscar, puedes intentar evitar esas situaciones o encontrar nuevas formas de afrontarlas.

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