Si vive con un problema cardíaco, busque formas de controlar el estrés para sentirse mejor y mantenerse sano.
"Puede ser un círculo vicioso", dice el doctor N.A. Mark Estes, director del Centro de Arritmias Cardíacas de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts. "El estrés puede empeorar las afecciones cardíacas".
Las hormonas que el cuerpo produce en respuesta al estrés pueden influir en la inflamación de las arterias, que podría ser peligrosa. El estrés también aumenta el riesgo de diabetes.
Puede que incluso te sientas estresado por estarlo. Eso lleva a algunas personas a intentar manejar su ansiedad de formas poco saludables, como beber demasiado, comer en exceso o fumar.
"Tratar de evitar el estrés por completo no suele funcionar, ya que la vida es estresante a veces", dice el doctor Gordon Tomaselli, jefe de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. En su lugar, sugiere encontrar formas de afrontarlo cuando se produce.
Mueve los músculos
Los expertos son unánimes: el ejercicio es una de las mejores cosas que puedes hacer para una enfermedad cardíaca. No sólo mejora tu salud física, también puede mejorar tu estado de ánimo y cortar el estrés, dice Estes.
¿Cuánto necesita? Intenta hacer al menos 30 minutos, 5 días a la semana, de actividad moderadamente intensa. Camine a paso ligero, nade, monte en bicicleta o haga cualquier cosa que ponga en marcha su corazón. Pero como tienes una enfermedad cardíaca, consulta con tu médico antes de empezar una nueva rutina de ejercicios.
Prueba la relajación activa
La atención plena, la meditación, el yoga, el tai chi y la respiración profunda son buenas opciones. "Si encuentras un enfoque que te dé satisfacción y disminuya tu estrés, quédate con él", dice Tomaselli.
Acude a tus amigos y familiares
Las personas a las que quieres son algunos de los mejores rompedores de estrés que tienes. Date un respiro. Diviértete un poco. Comparte una risa y una buena compañía.
Haz algo nuevo
Sentirse estresado y enfermo puede hacerte caer en la rutina. Empújese fuera de la norma para cambiar su perspectiva.
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Visita un museo o ve una obra de teatro local.
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Ve a un restaurante al que no hayas ido antes.
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Escucha un estilo de música diferente.
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Pasa tiempo al aire libre. Lee en un banco del parque.
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Toma una clase de lengua extranjera.
Ayudar a los demás
Cuando te sientes preocupado y mal, ayudar a los demás puede apartar tu mente de los problemas y darte un empujón refrescante.
Duerme lo suficiente
La falta de sueño parece aumentar los niveles de cortisol, una hormona del estrés. Intenta dormir entre 7 y 9 horas de sueño reparador cada noche.
Evita los desencadenantes
Pasa de las situaciones, y de las personas, que sabes que te estresan. Pasa tiempo con quienes te ayudan a sentirte tranquilo y feliz. Ponte en situaciones que te enganchen.
Pide ayuda
Si crees que tu estrés se está interponiendo en tu vida, habla con alguien con quien te sientas cómodo o considera la posibilidad de acudir a un terapeuta. Expresar tus preocupaciones con un oído comprensivo puede ayudarte a descubrir nuevas formas de enfocar tus problemas.