Conozca la relación entre una tiroides hiperactiva y la fibrilación auricular (FA), cuándo debe llamar a su médico y qué pruebas y tratamientos puede esperar.
Es probable que no piense mucho en su tiroides, o que ni siquiera sepa que está ahí, hasta que algo va mal en ella. Se trata de una pequeña glándula situada en la parte delantera del cuello que tiene una función aparentemente sencilla: producir hormonas.
Suena básico, pero esas hormonas son poderosas. Le dicen a su cuerpo cuán rápido o lento debe trabajar.
Cuando su tiroides es demasiado activa, se llama hipertiroidismo. Obtienes más hormonas de las que necesitas, lo que es como pisar un acelerador interno. Todo se acelera, incluido el corazón.
Si tomas hormonas de sustitución de la tiroides -porque tu tiroides es poco activa o porque tu médico te la ha extirpado- una dosis demasiado alta puede causar el mismo problema.
Y esa aceleración de los latidos del corazón puede dar lugar a una fibrilación auricular, en la que las cavidades superiores del corazón empiezan a temblar y no pueden bombear tanta sangre como es normal. La fibrilación auricular también aumenta las probabilidades de sufrir un ictus, y eso es algo que no debes ignorar.
Con qué frecuencia las personas tienen fibrilación auricular y enfermedad tiroidea?
En general, si tiene fibrilación auricular, una tiroides hiperactiva no es la causa más probable.
Pero si tiene hipertiroidismo, tiene muchas más probabilidades de padecer fibrilación auricular. Y las probabilidades aumentan a medida que se envejece, especialmente a partir de los 60 años. Es el problema cardíaco más común en personas con tiroides hiperactiva.
Cuáles son los síntomas a los que hay que prestar atención?
Cada condición tiene su propio conjunto de síntomas a los que hay que prestar atención. Si tienes hipertiroidismo, puedes notar que:
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Se siente nervioso, ansioso o irritable
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Tener un latido del corazón más rápido de lo normal o sentirlo apagado
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Sudar más de lo habitual
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Tener problemas para dormir
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Tener temblores en las manos y los dedos
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Tiene hinchazón cerca de la parte delantera, inferior del cuello
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Sentir cansancio o debilidad en los músculos
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Perder peso sin razón alguna
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Tener cambios en la menstruación si eres mujer
Si eres mayor, los síntomas pueden ser menos claros. Pueden parecerse más a una depresión, en la que no tienes ganas de comer mucho y dejas de pasar tiempo con otras personas.
Si tienes fibrilación auricular, puedes tener síntomas como:
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Latidos cardíacos que se sienten fuera de lugar, como si estuvieran acelerados, temblorosos, aleteando, golpeando o dando vueltas
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Dolor en el pecho
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Se siente confundido
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Se siente mareado o aturdido
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Se siente cansado o débil
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Le cuesta hacer ejercicio porque se cansa rápidamente
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Le falta el aire
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Sudar más de lo habitual
Cuándo debo acudir a mi médico?
Hable con su médico si tiene síntomas de fibrilación auricular o de hipertiroidismo. Podría ser algo totalmente distinto, pero ellos pueden ayudarle a saberlo con seguridad.
No obstante, si tienes dolor en el pecho, acude a urgencias porque también podría ser un signo de ataque al corazón.
Qué pruebas necesitaré?
Su médico comenzará con un examen físico y preguntas sobre sus síntomas y su historial de salud. A partir de ahí, es probable que necesite diferentes tipos de pruebas.
Pruebas de tiroides. Comenzará con análisis de sangre para comprobar sus niveles de:
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La hormona estimulante de la tiroides (TSH), que es producida por la glándula pituitaria y le dice a su tiroides cuánta hormona debe producir. Un nivel bajo de TSH suele significar que tiene una tiroides hiperactiva.
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Las hormonas tiroideas, llamadas T3 y T4. Si están altas, es probable que tengas hipertiroidismo.
A partir de ahí, es posible que te realicen otras pruebas, como de imagen o más análisis de sangre, para buscar la causa del problema.
Pruebas de fibrilación auricular. Es posible que te hagan:
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Electrocardiograma, también llamado ECG o EKG, para observar las señales eléctricas de su corazón. Es la principal prueba para detectar la fibrilación auricular y sólo dura unos segundos. En algunos casos, le harán un electrocardiograma portátil para medir la actividad durante un tramo de tiempo más largo.
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Ecocardiograma, una imagen de vídeo del corazón que permite al médico buscar coágulos de sangre
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Prueba de esfuerzo, que examina cómo reacciona su corazón al ejercicio
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Radiografía de tórax para observar el corazón y los pulmones
Qué tratamientos voy a necesitar?
El objetivo general es conseguir que los niveles de la hormona tiroidea vuelvan a ser normales. Pero como la AFib aumenta las probabilidades de sufrir un ictus, el primer paso es tener el corazón bajo control.
Tratamiento de la fibrilación auricular. Para controlar su ritmo cardíaco, puede recibir medicamentos como:
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Betabloqueantes, que suelen ser la primera opción
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Bloqueadores de los canales de calcio, si no puede tomar betabloqueantes
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Digoxina, una opción más probable si también tiene insuficiencia cardíaca
Dependiendo de su estado de salud general y de la probabilidad de que sufra un ictus, también podría recibir fármacos para reducir las posibilidades de que se produzca un coágulo. Las opciones más habituales son los anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin, Jantoven), el apixabán (Eliquis), el dabigatrán (Pradaxa) y el rivaroxabán (Xarelto).
Tratamiento de la tiroides. En este caso suele haber dos pasos. Se comienza con medicamentos antitiroideos que impiden que la tiroides produzca demasiada hormona. Por lo general, se observa una mejora en dos semanas.
Estos medicamentos ayudan a estabilizar las cosas, pero no suelen ser una solución a largo plazo. Por un lado, pueden no funcionar tan bien con el tiempo. Y con el uso continuado, pueden tener efectos secundarios graves, como daños en el hígado.
Por eso el segundo paso suele ser un tratamiento llamado ablación de la tiroides. Normalmente se toma una pastilla de yodo radiactivo, que destruye el tiroides. Después tendrá que tomar una hormona tiroidea de sustitución diaria.
En algunas personas, la extirpación del tiroides también evita la fibrilación auricular.