¿Cómo afecta el clima al asma?

¿Afecta el clima a tu asma? Descubre cómo el calor, el frío y las tormentas eléctricas pueden dificultar la respiración, y qué puedes hacer al respecto.

1/10

Durante un ataque de asma, las vías respiratorias que entran y salen de los pulmones se estrechan y el cuerpo produce más mucosidad, lo que dificulta la respiración. Cada persona tiene diferentes desencadenantes, pero ciertos tipos de clima y cambios estacionales pueden provocar ataques en algunas personas.

Calor

2/10

Cuando se respira aire caliente, puede irritar las vías respiratorias que ya están estrechas. El calor y la luz solar también pueden empeorar la contaminación cuando se mezclan con las sustancias químicas del aire, creando smog. Observa la calidad del aire y las previsiones meteorológicas. Limite el tiempo que pasa al aire libre si las previsiones son malas. El aire acondicionado te mantiene fresco y filtra los agentes irritantes.

Frío

3/10

Cuando la temperatura baja, los síntomas del asma pueden empeorar. El aire más frío puede resecar los tejidos de tus vías respiratorias, haciéndolas más sensibles y propensas a cerrarse. Una bufanda enrollada sin apretar sobre la parte inferior de la cara le ayudará a calentar el aire antes de inhalarlo. También lo hará respirar por la nariz en lugar de por la boca.

Humedad

4/10

Puede tener la sensación de que es más difícil respirar en un aire húmedo. Una atmósfera húmeda también es un entorno favorable para el moho -y los ácaros del polvo-, que irritan los pulmones. Un acondicionador de aire o un deshumidificador pueden ayudar a mantener su casa seca. Si tienes que salir al exterior, intenta hacerlo a última hora de la tarde, cuando suele haber menos humedad.

Alto nivel de polen

5/10

Todo tipo de árboles y plantas desprenden este fino polvo amarillo. También es una de las principales causas de las alergias y un desencadenante del asma para muchas personas. Un alergólogo puede ayudarte a descubrir los tipos específicos que te molestan. Los medicamentos, las vacunas contra la alergia o ambos pueden ayudar a controlar las alergias.

Tormentas eléctricas

6/10

Las tormentas fuertes pueden suponer una amenaza especial para las personas con asma. La lluvia y los rayos golpean el polen y lo rompen en trozos más pequeños de lo normal. Propagadas por el viento, estas partículas llegan a los pulmones y desencadenan los síntomas. Es tan común que existe un término para ello: asma por tormentas eléctricas. Si el polen es uno de sus desencadenantes, intente quedarse en casa durante las tormentas fuertes y mantenga las ventanas cerradas.

Cambios bruscos

7/10

Cuando el tiempo da un giro brusco, los síntomas del asma pueden agudizarse. Algunos expertos creen que la presión barométrica juega un papel importante. Pero otras investigaciones sugieren que los culpables son los cambios de humedad y temperatura. Mantente atento a las previsiones para saber cuándo se avecinan grandes oscilaciones.

Lluvia

8/10

Los chubascos pueden tener efectos mixtos sobre el asma. Una ligera puede arrastrar el polen, lo que podría aliviar tus síntomas. Pero un chaparrón lo disolverá y lo propagará. Los ácaros del polvo y el moho -otros dos posibles desencadenantes- prosperan con el tiempo húmedo. No puedes controlar el exterior, pero puedes controlar el aire interior cambiando a menudo los filtros del aire acondicionado y asegurándote de que las habitaciones con vapor, como la cocina y el baño, tengan una buena ventilación para combatir la aparición de moho.

Invierno

9/10

No sólo el aire frío del exterior puede desencadenar el asma. Estos meses son los más propicios para los resfriados y la gripe, que pueden provocar ataques. Una vacuna contra la gripe puede reducir las probabilidades de enfermar. Si enciendes una chimenea durante la época fría del año, el humo de la leña también puede ser un irritante. Lo mejor es la calefacción eléctrica o de gas para su casa.

Verano

10/10

Más tiempo al aire libre significa más exposición a cosas que estresan tus vías respiratorias. Los desencadenantes estacionales pueden ser el humo de las comidas al aire libre y los fuertes olores a cloro de las piscinas. Aunque el tiempo es lo suficientemente bueno como para secar la ropa al aire libre en un tendedero, el uso de una secadora evitará que los irritantes lleguen a los tejidos. Dúchese después de salir al exterior para eliminar el polen de la ropa y el pelo.

Hot