Las crisis del asma eosinofílica pueden llegar a ser graves. He aquí cómo manejarlas cuando se producen y qué hacer para ayudar a prevenirlas.
Sin embargo, con la ayuda de tu médico, puedes tomar medidas para aliviar las crisis. He aquí cómo:
Reconozca los síntomas... Es fácil pasar por alto los signos de una crisis. El primer indicio suele ser la tos, y no la opresión en el pecho y las sibilancias que suelen producirse con el asma. Otro indicio es que se sienta muy cansado y sin aliento después de realizar ejercicios sencillos, como caminar o realizar tareas domésticas. Asegúrese de tener siempre a mano su inhalador de rescate. Utilícelo en cuanto note los síntomas. Pregunte a su médico sobre un plan de acción escrito para el asma en caso de emergencia y sobre cómo utilizar los medicamentos de acción rápida para controlar un brote.
Utilice bien su medicación de rescate. Puede parecer fácil, pero muchas personas no utilizan los inhaladores correctamente. Eso puede impedir que llegue suficiente medicamento a los pulmones. He aquí cómo hacerlo bien.
-
Agita el inhalador, luego quita la tapa y mantenlo en posición vertical. Si tiene un espaciador (una cámara de plástico hueca), utilícelo. Ayuda a que llegue más medicamento a las vías respiratorias y evita que se irrite la garganta.
-
Inclina la cabeza hacia atrás y espira para sacar todo el aire de los pulmones.
-
Ponga el inhalador en su boca. Envuelva la boquilla con los labios para conseguir un cierre hermético.
-
Presione el inhalador rápidamente y respire lentamente durante 3-5 segundos.
-
Mantenga la respiración durante 10 segundos para permitir que el medicamento llegue profundamente a los pulmones.
-
Exhale lentamente.
-
Repita las inhalaciones según las indicaciones de su médico. Espere 1 minuto antes de dar la segunda inhalación.
-
La mayoría de las personas utilizan un inhalador de dosis medida. Si tiene un inhalador de polvo seco, cierre bien la boca alrededor de la boquilla e inspire rápidamente.
Mantenga su asma bien controlada... Ésta es la mejor manera de evitar un ataque de asma. Se considera que su asma no está controlada si:
-
Tiene síntomas de asma como tos, sibilancias o dificultad para respirar más de dos veces por semana
-
Se despierta en mitad de la noche con síntomas de asma más de dos veces al mes
-
No puede realizar todas sus actividades, incluido el ejercicio y el deporte
-
Utilizar el inhalador de rescate más de dos veces por semana
-
Tener una lectura de la prueba pulmonar inferior al 80%
Si su asma no está controlada, es posible que deba cambiar la dosis de su medicación. También debes acudir a tu médico con más frecuencia, normalmente cada 2-6 semanas, hasta que consigas controlar tu asma.
Controle los desencadenantes en casa. Tener asma eosinofílica significa que sus vías respiratorias están inflamadas y son sensibles a cosas que pueden no molestar a los demás. Lo que desencadena una reacción puede variar de una persona a otra. Averigua el tuyo con un diario sobre el asma. Anota lo que has hecho los días que has tenido una crisis. Registra cosas como las actividades, la temperatura, tu estado emocional y cualquier exposición a sustancias químicas o irritantes como el humo del tabaco.
Vacúnate contra la gripe. Las infecciones respiratorias, como el resfriado, la gripe o la sinusitis, son causas habituales de crisis asmáticas. Puedes evitarlas lavándote las manos a menudo y manteniéndote alejado de las personas que parecen enfermas. La mejor manera de prevenir la gripe es vacunarse todos los años. También deberías vacunarte contra el neumococo (Pneumovax 23). Esto ayuda a reducir el riesgo de neumonía.
Hazte la prueba de las alergias. Son menos frecuentes en el asma eosinofílica que en el asma clásica. Aun así, es bueno descartar las alergias. Puede hacerse pruebas cutáneas o sanguíneas en la consulta de su alergólogo. Si tiene alergias, eliminar o reducir su exposición a ellas debería ayudar a que los brotes sean menos probables.