El ejercicio es bueno para usted, y puede hacerlo con seguridad, incluso con asma alérgica. Un poco de planificación es todo lo que se necesita para ayudarle a respirar mejor y mantenerse en forma.
Controla tu asma
Cuando tu asma está controlada, deberías ser mucho más capaz de hacer ejercicio sin problemas... Los medicamentos pueden ayudar a disminuir los síntomas del asma y prevenir las crisis.
Hable con su médico sobre qué tipos de ejercicio, y con qué frecuencia, son adecuados para usted.
Conozca sus desencadenantes
Las personas con asma alérgica tienen los síntomas clásicos de sibilancias y problemas para respirar cuando están cerca de sus desencadenantes. Cada persona es diferente, pero los desencadenantes más comunes son:
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Gatos
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Moho
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Polen
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Ácaros del polvo
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Cucarachas
Tu médico puede ayudarte a averiguar cuáles son tus desencadenantes. Luego, trata de evitarlos cuando hagas ejercicio.
Elige el día y la hora del día
Si el polen empeora tu asma alérgica, vigila de cerca el recuento de polen en tu zona.
Intenta hacer ejercicio al aire libre a primera hora de la tarde, cuando el recuento de polen es menor, en lugar de a primera hora de la mañana, cuando el recuento de polen es mayor. Consulte en Internet el recuento de polen de su zona antes de salir.
Si el recuento de polen es muy alto, no corra o juegue al fútbol y haga ejercicio en el interior ese día.
Inhala antes de hacer ejercicio
Debes llevar siempre contigo un inhalador de rescate, como el albuterol. Actúan rápidamente para abrir sus vías respiratorias. Utilice su inhalador de rescate 10-15 minutos antes de hacer ejercicio, aunque no tenga síntomas.
Aunque no ayudará a su asma, tomar un antihistamínico entre 60 y 90 minutos antes de salir al exterior puede ayudar a aliviar el picor de ojos y el goteo nasal provocados por el polen.
Calentamiento
Sea cual sea el tipo de ejercicio que prefieras, calienta antes y entra en la actividad. Unos simples estiramientos y tal vez una breve caminata antes de correr o coger la raqueta de tenis pueden prepararte para realizar el ejercicio sin problemas de respiración.
Ama la humedad
El aire caliente no constriñe tus vías respiratorias como lo hace el aire frío y seco. Por eso, la natación suele ser una buena actividad para las personas con asma alérgica. En la piscina, respiras aire cálido y húmedo que no te cerrará los pulmones.
Respira por la nariz
Introducir el aire por la nariz lo calentará antes de que llegue a los pulmones. Si necesitas respirar por la boca, aprieta los labios para que formen una "O". Eso también ayudará a calentar el aire.
Toma descansos, acumula
Las ráfagas cortas de ejercicio harán menos probable un ataque de asma. Prueba a caminar 400 metros y luego a descansar. O elige un deporte que altere los niveles de intensidad. Por ejemplo, en el béisbol, corres fuerte durante unos segundos, luego te paras y vuelves a correr.
Acondicionar el cuerpo para el ejercicio es la clave. Empieza poco a poco y aumenta tu resistencia y vigor con el tiempo.
Enfriamiento
Cuando termines, enfríate antes de dejar de hacer ejercicio por completo. Disminuye tu ritmo. Haz algunos estiramientos más para ayudar a pasar del ejercicio al descanso.