Posturas de yoga para la artritis psoriásica

El yoga puede ser bueno para las articulaciones que están rígidas y doloridas, pero es posible que tenga que modificar sus posturas. He aquí algunas ideas.

La artritis psoriásica es una enfermedad de larga duración (crónica) que inflama las articulaciones donde los tendones y los ligamentos se conectan al hueso. También suele afectar a la piel y puede dificultar o hacer doloroso el movimiento. Los síntomas de la artritis psoriásica pueden dificultar la realización de muchas de las posturas y movimientos físicos utilizados en el yoga. Pero hay algunas cosas que puede probar.

Estas variaciones de algunas posturas de yoga estándar pueden funcionar para usted. Deténgase inmediatamente si siente un dolor repentino o un mareo.

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Pliegue hacia delante

Sentirás este estiramiento en la espalda baja, los isquiotibiales y las pantorrillas.

  • Coloca una silla hacia atrás frente a ti.

  • Estírate hacia delante con las rodillas estiradas, si es posible, y coloca las manos en el asiento de la silla o en la parte superior del respaldo.

  • Si es necesario, utilice el asiento o el respaldo de la silla para ayudar a soportar su peso mientras se inclina hacia adelante.

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Postura del Guerrero

Las posturas de pie fortalecen las piernas y el núcleo.

  • Gira tu silla para que el respaldo esté de cara a ti.

  • Abre los pies y coloca las manos en la parte superior del respaldo de la silla.

  • Gira un pie hacia fuera y dobla la rodilla con la espalda recta.

  • Escucha a tu cuerpo para decidir hasta dónde doblar la rodilla.

  • Una vez que esté cómodo y equilibrado, retire lentamente las manos de la silla y extienda los brazos a lo ancho y recto.

  • Repite en el otro lado.

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Postura del árbol

La postura del árbol ayuda a mejorar el equilibrio y fortalece los pies.

  • Colócate de cara al respaldo de la silla y pon una mano sobre él.

  • Gira un pie hasta el final, dobla la misma rodilla y levanta el pie para colocarlo en la espinilla o en la parte interna del muslo de la pierna contraria (no en la parte interna de la rodilla).

  • Repite en el otro lado.

  • Comprueba si puedes levantar el pie un poco más alto con la práctica y, posiblemente, quitar las manos de la silla... aunque sea por unos segundos.

En el caso de una enfermedad crónica como la artritis psoriásica, es importante que hable con su médico antes de empezar cualquier programa de ejercicios. Lo mejor es trabajar con un instructor de yoga experimentado.

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