Espondiloartritis axial no radiográfica: Causas, síntomas y tratamiento

La espondiloartritis axial no radiográfica causa inflamación en la columna vertebral, lo que puede provocar dolor de espalda. Aprenda qué causa este tipo de artritis, cómo se trata y qué puede esperar.

La espondiloartritis axial no radiográfica (nr-axSpA) es un tipo de artritis en la columna vertebral. Causa inflamación, lo que provoca síntomas como enrojecimiento, hinchazón, calor, rigidez y dolor.

La enfermedad afecta a las articulaciones y a las entesis, es decir, a los tejidos que conectan los huesos con los ligamentos o los tendones. En el caso de la nr-axSpA, aunque se tengan síntomas, las radiografías no muestran ningún daño en las articulaciones.

En algunas ocasiones, la enfermedad empeora y daña las articulaciones. Si esto ocurre, significa que su enfermedad se ha convertido en otro tipo de artritis llamada espondilitis anquilosante (EA). Las investigaciones demuestran que hasta el 30% de las personas con nr-axSpA adquieren la AS, más grave, en un plazo de 2 a 30 años.

La Nr-axSpA no es común. Afecta a menos del 1% de los estadounidenses.

Causas

La Nr-axSpA es una enfermedad inflamatoria de larga duración. El sistema inmunitario se vuelve contra sí mismo y ataca el tejido sano de las articulaciones.

Los expertos no saben qué la causa. Pero creen que la genética puede influir. Alrededor del 85% de las personas que padecen la enfermedad tienen un gen denominado HLA-B27. El HLA-B27 suele ser un signo de problemas en el sistema inmunitario, la defensa del cuerpo contra los gérmenes.

Los hombres y las mujeres tienen las mismas posibilidades de padecer espondiloartritis axial no radiográfica. La mayoría de las veces, los síntomas aparecen cuando se es un adulto joven, antes de los 45 años.

Síntomas

Uno de los síntomas más comunes de la nr-axSpA es el dolor de espalda. Hay muchas razones por las que te puede doler la espalda, pero estos signos... sugieren que tu dolor se debe a la enfermedad y no a otra causa:

  • Empieza a padecerla antes de los 40 años.

  • Aparece de forma gradual.

  • Mejora con el ejercicio.

  • Descansar no ayuda.

  • Te molesta por la noche pero se alivia al levantarte.

Otros síntomas que puedes tener con la nr-axSpA son:

  • Debilidad y fatiga

  • Rigidez e hinchazón de las articulaciones

  • Dolor en las nalgas que cambia de lado

  • Dedos hinchados

  • Dolor en el talón

Las personas con nr-axSpA también son más propensas a tener ciertas afecciones al mismo tiempo, como:

  • Inflamación del ojo (uveítis)

  • Enfermedad inflamatoria del intestino

  • Psoriasis

Cómo obtener un diagnóstico

Los signos de la espondiloartritis axial no radiográfica no siempre aparecen en las pruebas. Y los síntomas a veces pueden parecerse a otros problemas de salud. Por ello, es posible que su médico no la detecte de inmediato. A menudo se tarda años en obtener el diagnóstico correcto.

Si su médico habitual cree que tiene la enfermedad, es probable que le sugiera que acuda a un reumatólogo, especialista en afecciones articulares y musculares.

Para saber si tiene una EA-NR, su médico le hará preguntas sobre sus síntomas y los antecedentes sanitarios de su familia. El hecho de tener parientes con determinadas enfermedades, como espondiloartritis axial, uveítis, artritis reactiva o enfermedad inflamatoria intestinal, puede significar que usted tiene más probabilidades de padecer artritis reumatoide.

Su médico también le hará un examen físico. Buscará articulaciones, dedos y pies hinchados. También le examinará los ojos y la piel.

A continuación, le harán una combinación de pruebas:

Prueba genética. Un análisis de sangre comprueba la presencia del gen HLA-B27. Si tiene el gen, no significa automáticamente que tenga la enfermedad. Pero si ya muestra signos de EA-NR, tener el gen aumenta las probabilidades de padecerla.

Análisis de sangre. Estos análisis buscan la inflamación en su cuerpo.

Radiografías. Su médico le pedirá esta prueba si tiene daños en las articulaciones de la pelvis llamadas sacroilíacas. Este daño es un signo de espondilitis anquilosante.

RESONANCIA MAGNÉTICA. Si la radiografía no muestra daños en las articulaciones sacroilíacas, le harán una resonancia magnética. Esta prueba busca la inflamación en las articulaciones o en la columna vertebral.

Preguntas para su médico

Para preparar su cita, es una buena idea escribir una lista de preguntas y llevarla a la consulta del médico. Si es posible, lleve a un amigo o familiar para que le ayude a recordar lo que le diga el médico.

Las preguntas pueden incluir:

  • ¿Qué está causando mis síntomas?

  • Cuál es el objetivo de mi tratamiento y qué me recomienda? Hay algún efecto secundario?

  • Cómo comprobarán mi evolución?

  • Hay alguna otra opción que deba considerar, como la fisioterapia o el ejercicio?

  • Debería acudir a un especialista?

  • Cuál es la mejor manera de gestionar mis otros problemas de salud?

  • Con qué frecuencia debo volver a las visitas de seguimiento?

  • Hay algún recurso o sitio web que recomiende?

Tratamiento

No hay cura, por lo que su tratamiento se centrará en ayudarle a sentirse mejor y en ralentizar el progreso de la enfermedad. Algunas opciones que su médico puede sugerir son:

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)... Estos medicamentos, como el ibuprofeno y el naproxeno, tratan la inflamación y el dolor. Las investigaciones demuestran que funcionan mejor si se toman todos los días. Los AINE pueden tener algunos efectos secundarios a largo plazo, como problemas cardíacos, renales y digestivos.

Si los AINE no alivian los síntomas, el médico puede sugerir otros tipos de medicamentos. Estos incluyen:

Inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF)... Estos fármacos se dirigen a una sustancia específica que causa inflamación. Se toman mediante una inyección o por vía intravenosa. Tienen algunos riesgos. A corto plazo, pueden aumentar las posibilidades de sufrir infecciones. A largo plazo, se han relacionado con mayores posibilidades de padecer cáncer. Hay cinco fármacos inhibidores del TNF aprobados por la FDA:

  • Adalimumab (Humira)

  • Certolizumab (Cimzia)

  • Etanercept (Enbrel)

  • Golimumab (Simponi)

  • Infliximab (Avsola, Remicade)

Inhibidores de la IL-17... Este tipo de fármacos incluye el ixekizumab (Taltz) y el secukinumab (Cosentyx). Impiden que un grupo de proteínas del organismo conocidas como proteínas IL-17 provoquen inflamación. Se administran en forma de inyección. Las probabilidades de contraer infecciones y cáncer son mayores si los toma.

Si los síntomas principales se manifiestan en las articulaciones de los brazos o las piernas y no en la columna vertebral, el médico puede recomendar medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad en lugar de inhibidores del TNF o la IL-17. Entre ellos se encuentran la sulfasalazina y el metotrexato. La mayoría de los FAME se presentan en forma de pastillas. Es probable que los tome además de los AINE. Los DMARD afectan a su sistema inmunitario, por lo que puede tener más posibilidades de contraer infecciones.

Fisioterapia: aprenderá a hacer ejercicios y estiramientos para aliviar el dolor y mantener una buena amplitud de movimiento en las articulaciones.

El médico también puede recetarte medicamentos para otras afecciones que puedas tener, como la psoriasis y la uveítis.

Cómo cuidarse

Sus hábitos cotidianos pueden afectar a sus síntomas. Hacer estos movimientos puede ayudarte a sentirte mejor:

Si fuma, déjelo. Los estudios demuestran que el tabaco empeora sus síntomas.

Haga ejercicio con regularidad. Puede parecer contradictorio, pero puede aliviar su dolor de espalda si se pone en movimiento. La actividad física también fortalece y estira los músculos, lo que puede evitar la rigidez causada por la enfermedad...

Coma alimentos saludables. No existe una dieta específica para tratar tu enfermedad. Pero asegurarte de consumir muchas verduras, frutas, proteínas, calcio y grasas omega-3 puede ayudarte a mantener un peso saludable. Eso disminuirá la tensión en tus articulaciones. Un plan de alimentación saludable también puede ayudar a aliviar la inflamación de tu cuerpo.

Qué esperar

Cuando se tiene una espondiloartritis axial no radiográfica, se puede llevar una vida plena y seguir disfrutando de las cosas que le gustan. Con el tratamiento adecuado, el dolor suele mejorar. Es posible que haya momentos en los que los síntomas mejoren y otros en los que empeoren o se recrudezcan.

Llevará tiempo encontrar los medicamentos adecuados para su enfermedad. Es posible que tenga que visitar a su médico con regularidad. En algunos casos, los medicamentos dejan de funcionar tan bien como antes. O su enfermedad cambia con el tiempo. A veces puede tener más dolor o nuevos dolores en diferentes articulaciones.

Cómo obtener apoyo

Cuando se tiene nr-axSpA, es importante acudir a familiares y amigos. Ellos pueden darte el respaldo que necesitas para el remolino de emociones que puedes sentir mientras manejas tu enfermedad. Tus seres queridos también pueden ser de gran ayuda cuando estés cansado o dolido. Pueden echarte una mano en esos momentos en los que te cuesta seguir con algunas de tus tareas diarias.

Si ves que te estás deprimiendo mientras lidias con los síntomas de la espondiloartritis axial no radiográfica, habla con tu médico. Puede ponerle en contacto con un profesional de la salud mental con experiencia en ayudar a personas en su situación.

También es una buena idea buscar un grupo de apoyo. Tendrás la oportunidad de conocer a personas que padecen tu enfermedad y que entienden por lo que estás pasando. Podrás obtener nuevas ideas sobre tu enfermedad y compartir consejos sobre cómo controlar los síntomas. Es posible que tu médico te recomiende uno que esté cerca. También puedes buscar sugerencias de grupos de apoyo en fuentes online, como la Arthritis Foundation.

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