Artroscopia: Objetivo, procedimiento y recuperación

La artroscopia es una forma popular de cirugía articular que ofrece una rápida recuperación. Aprenda por qué los médicos pueden elegir este procedimiento y qué puede esperar si se somete a él.

Se puede realizar una artroscopia en cualquier articulación. Lo más frecuente es que se realice en la rodilla, el hombro, el codo, el tobillo, la cadera o la muñeca.

Durante el procedimiento, el médico introducirá un instrumento llamado artroscopio en la articulación a través de varios cortes pequeños para ver el grado de daño en la articulación. También pueden reparar muchas lesiones durante la artroscopia.

Cómo prepararse para una artroscopia

Antes de someterse a una artroscopia o a cualquier otro procedimiento, asegúrese de informar a su médico sobre cualquier medicamento o vitamina que esté tomando.

Deje en casa todas las joyas, relojes y otros objetos de valor. Lleve ropa cómoda que sea fácil de poner y quitar.

La noche anterior a la artroscopia, no beba ni coma nada a menos que el médico le indique lo contrario. Le darán unas esponjas jabonosas para que se frote la rodilla o el hombro antes de la intervención.

Organícese para que alguien le lleve a casa después.

Qué ocurre durante el procedimiento?

Su médico realizará la cirugía artroscópica en un hospital o en un quirófano ambulatorio... El tipo de anestesia que recibirá depende de la articulación y de lo que su cirujano sospeche que es el problema. Puede ser anestesia general (estará dormido durante la operación), o su médico se la administrará a través de la columna vertebral. También puede anestesiar la zona en la que se va a operar.

El médico introducirá unos instrumentos especiales muy finos a través de un pequeño corte (incisión) del tamaño de un ojal. El artroscopio que utilizan tiene una cámara y una luz. Les permite ver el interior de la articulación. La cámara proyecta una imagen de la articulación en una pantalla. El cirujano llenará la articulación con líquido estéril para ensancharla y facilitar la visión.

Observará el interior de la articulación, diagnosticará el problema y decidirá qué tipo de cirugía necesita, si es que la necesita. Si necesita cirugía, el cirujano introducirá herramientas especiales a través de otras pequeñas incisiones llamadas portales. Las utilizará para cortar, afeitar, agarrar y anclar los puntos de sutura en el hueso.

Si su cirujano decide que necesita una cirugía abierta tradicional para solucionar el problema, puede realizarla al mismo tiempo que la cirugía artroscópica.

A continuación, retirará el artroscopio y sus accesorios. Cerrará la herida con una cinta especial o con puntos de sutura.

¿Qué pasa con la recuperación?

Cuando termine la artroscopia, le llevarán a una sala de recuperación donde descansará durante una hora o más. Es posible que tenga algo de dolor en la articulación después de la cirugía. Su médico puede recetarle analgésicos y ejercicio. También puede recetarle aspirinas u otros medicamentos para prevenir los coágulos de sangre.

Aplique hielo durante las primeras 24 horas para reducir la hinchazón. Si le han hecho una artroscopia en la rodilla, eleve la pierna para reducir el dolor. Tome los analgésicos que le hayan recetado y no beba alcohol.

Es posible que necesite muletas, una férula o un cabestrillo para apoyarse mientras se recupera.

La cirugía artroscópica suele provocar menos dolor y rigidez articular que la cirugía abierta. La recuperación también suele durar menos tiempo.

Tendrá pequeñas heridas de punción en el lugar donde se introdujeron las herramientas artroscópicas en su cuerpo. Al día siguiente de la cirugía, podrá retirar los vendajes quirúrgicos y sustituirlos por pequeñas tiras para cubrir las incisiones. Su médico le retirará los puntos de sutura no disolubles al cabo de una o dos semanas.

Mientras se curan las heridas, tendrá que mantener la zona lo más seca posible. Esto significa cubrirlas con una bolsa de plástico cuando se duche.

Su médico le dirá qué actividades debe evitar cuando vuelva a casa. A menudo podrá volver al trabajo o a la escuela a los pocos días de la operación. La recuperación completa de la articulación suele llevar varias semanas. Puede tardar varios meses en volver a la normalidad.

La rehabilitación o los ejercicios específicos pueden ayudar a acelerar su recuperación. Su médico le dirá cuáles son seguros de hacer.

Cuándo llamar al médico

Las complicaciones son poco frecuentes. Ocurren en menos de 1 de cada 100 casos. Si tiene complicaciones, pueden incluir infección, coágulos de sangre, daño a los vasos sanguíneos o a los nervios, y sangrado o hinchazón excesivos. Los instrumentos también pueden romperse durante la operación.

Llame a su médico de inmediato si tiene alguno de estos síntomas:

  • Fiebre

  • Dolor que empeora

  • Hinchazón severa

  • Entumecimiento u hormigueo

  • Fluido descolorido u oloroso que se filtra de la herida

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