La gota es una enfermedad dolorosa causada por la acumulación de ácido úrico en las articulaciones. Los síntomas pueden parecerse a los de otros trastornos, por lo que es importante estar seguro de que se trata de gota.
La gota es un tipo de artritis inflamatoria causada por un exceso de ácido úrico en la sangre. Puede formar pequeños cristales que se depositan en las articulaciones. Un ataque suele comenzar con dolor en el dedo gordo del pie, pero puede extenderse o afectar a otras articulaciones. Puede ocurrir después de una enfermedad o lesión.
La gota suele afectar a una sola articulación a la vez. Pero si no se trata, también pueden doler otras articulaciones. Los ataques que aparecen de vez en cuando pueden convertirse en constantes.
En EE.UU., aproximadamente 1 de cada 50 personas padece gota. Es más común en hombres que en mujeres y niños. Y tiende a ser hereditaria. Usted tiene un mayor riesgo de padecer gota si:
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Tiene sobrepeso
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Comen alimentos ricos en purinas (anchoas, espárragos, judías secas, hígado, sardinas, salsa, cerveza y órganos de animales)
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Beber demasiado alcohol
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Tomar ciertos medicamentos
Hora de llamar al médico
Un ataque de gota suele desaparecer en unos 3 a 10 días. Pero puede sentirse mejor antes si lo trata. Para estar seguro de que tiene gota, acuda a su médico. Te examinará y es posible que te haga algunas pruebas.
Estas pruebas ayudan a tu médico a saber si tienes gota, o alguna otra cosa con síntomas similares:
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Prueba del líquido articular. Se extrae líquido de la articulación dolorosa con una aguja. El líquido se estudia con un microscopio para ver si los cristales están ahí.
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Análisis de sangre. Un análisis de sangre puede comprobar el nivel de ácido úrico. Un nivel alto de ácido úrico no siempre significa gota.
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Radiografías. Las imágenes de las articulaciones ayudarán a descartar otros problemas.
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Ecografía. Esta prueba indolora utiliza ondas sonoras para buscar áreas de depósitos de ácido úrico.
Es la gota, o algo más?
El dolor y el enrojecimiento de la gota pueden parecerse a una infección o a otras afecciones.
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La seudogota es otra forma de artritis. Los cristales que se forman en esta enfermedad están hechos de pirofosfato de calcio, no de ácido úrico. Pero, al igual que la gota normal, el ataque se produce de forma repentina. Las articulaciones se hinchan, se calientan, duelen y se vuelven rígidas.
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La artritis reactiva es una reacción a la infección que presenta signos similares.
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La artritis psoriásica y la artritis infecciosa también pueden parecerse a la gota.
Formas de combatir la gota
La buena noticia es que la gota puede controlarse con medicamentos. Para controlar el dolor, aplique hielo, eleve la zona afectada, descanse y tome un analgésico como el ibuprofeno. Estas medidas pueden ayudar a prevenir otro ataque de gota:
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Haz ejercicio y lleva una dieta equilibrada para controlar tu peso.
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Beber mucha agua puede ayudar a prevenir los cálculos de ácido úrico?
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Aléjate de las bebidas azucaradas.
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Evita el alcohol.
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Come menos carne y marisco. Obtenga proteínas de cosas como productos lácteos bajos en grasa (yogur, queso, leche).
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Tomar medicamentos para reducir los niveles de ácido úrico.
Las personas con gota suelen estar bastante bien una vez que aprenden a manejar un ataque y a prevenir futuros ataques. El primer paso es acudir al médico para asegurarse de que la gota es la verdadera causa de esas articulaciones rojas, dolorosas e hinchadas.