La cinofobia es cuando se tiene un miedo irracional a los perros. Aprenda más sobre las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para esta condición hoy.
Una fobia va más allá del malestar leve o el miedo situacional. No se trata simplemente de un miedo en respuesta a una situación concreta. Por el contrario, las fobias específicas interfieren en la vida cotidiana y pueden causar graves trastornos físicos y emocionales. A menudo se puede controlar o tratar la cinofobia con medicación o psicoterapia.
Cuáles son los síntomas de la cinofobia?
La cinofobia y otras fobias relacionadas con los animales suelen diagnosticarse mediante el uso de cuestionarios y entrevistas clínicas. Por ejemplo, un cuestionario de fobia a las serpientes presenta un conjunto de 12 afirmaciones sobre su reacción a las serpientes y le pide que esté de acuerdo o en desacuerdo con cada afirmación.
Para diagnosticar la cinofobia, un médico evaluaría su comportamiento y sus respuestas emocionales en relación con los perros. Los síntomas de las fobias pueden incluir cualquiera de los siguientes:
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Sudoración
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Temblor
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Dificultad para respirar
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Latidos rápidos del corazón
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Náuseas
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Mareos
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Una sensación de peligro
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Miedo a perder el control
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Miedo a morir
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Una sensación de que las cosas son irreales
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Evitación excesiva o ansiedad?
Si tiene regularmente alguno de estos síntomas en relación con los perros, es posible que quiera hablar con su médico o con un terapeuta autorizado al respecto.
En sus momentos más graves, las fobias específicas pueden conducir a otros problemas. Si empieza a tener problemas con alguno de ellos, póngase en contacto con su médico para que le ayude:
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Aislamiento social
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Trastornos de ansiedad o depresión
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Abuso de sustancias
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Pensamientos de suicidio
Qué causa la cinofobia?
Las fobias específicas suelen aparecer en la infancia. Sin embargo, los adultos también pueden desarrollarlas. Nadie sabe exactamente qué hace que alguien desarrolle una fobia específica. Las causas potenciales incluyen:
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Experiencias traumáticas: Por ejemplo, alguien puede desarrollar un miedo a los perros después de ser atacado por uno.
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Tendencias familiares: Tanto la genética como el entorno pueden influir en el desarrollo de las fobias. Si alguien de tu familia tiene una fobia, es más probable que tú también la desarrolles.
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Cambios en el funcionamiento del cerebro: Algunas personas parecen desarrollar fobias como resultado de trastornos neurológicos o traumas físicos.
Cómo tratar o gestionar la cinofobia
Varias formas de terapia han ayudado a las personas con cinofobia. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental autorizado para encontrar el tratamiento o la combinación de tratamientos adecuados.
Terapia de exposición. El tratamiento más común para las fobias específicas es la terapia de exposición. También se denomina desensibilización. En términos sencillos, las personas que se someten a la terapia de exposición practican la interacción con los objetos que temen.
Para tratar la cinofobia, algunos terapeutas sugieren aumentar gradualmente la proximidad y la duración de la exposición. Puede empezar viendo programas en los que aparezcan perros u observando a los perros desde la distancia. A continuación, se puede trabajar hasta pasar periodos de tiempo con los perros en persona.
Otra forma de terapia de exposición con cierto éxito demostrado es la llamada exposición imaginal activa. En este estilo de tratamiento, el paciente se imagina de forma vívida que interactúa con los perros y practica ciertas técnicas para controlar sus sentimientos en respuesta.
Más recientemente, muchos terapeutas han tenido éxito con la exposición de realidad virtual. Se combinan elementos sonoros y visuales en una experiencia de realidad virtual. De este modo, la persona practica el contacto con los perros en un entorno seguro y controlado.
Terapia cognitivo-conductual (TCC). La terapia cognitivo-conductual también se utiliza para tratar fobias específicas. Suele incluir la terapia de exposición. Además, hace hincapié en el aprendizaje para reentrenar el cerebro y replantear las experiencias negativas.
El objetivo de la terapia cognitivo-conductual es desarrollar una sensación de control sobre sus pensamientos y emociones. El terapeuta pretende ayudarle a ganar confianza en su capacidad para manejar situaciones difíciles.
Medicamentos. El impacto de los medicamentos en fobias específicas ha sido inconsistente. Parece que funcionan mejor cuando se utilizan con la terapia de exposición en lugar de por sí solos. Sin embargo, algunos medicamentos contra la ansiedad, como los betabloqueantes y los sedantes, pueden ayudar a tratar los síntomas físicos de los ataques graves.
Más recientemente, los investigadores han descubierto que un esteroide llamado glucocorticoide puede disminuir con éxito los síntomas físicos asociados a la ansiedad relacionada con fobias específicas. Esto incluye el miedo a los perros.