La depresión y la demencia tienen muchos de los mismos síntomas, por lo que son difíciles de distinguir. A continuación se ofrecen consejos para saber si su ser querido con Alzheimer está deprimido, y cómo apoyarlo si lo está.
Cuando alguien con la enfermedad de Alzheimer está deprimido, puede:
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Sentirse triste y sin esperanza
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Llorar
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No disfrutar de sus actividades habituales
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No querer estar con los demás
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No tener ganas de comer
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Tener problemas para dormir
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Parecer agitado
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Tener menos energía
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Estar irritable
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Sentirse inútil
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Tener pensamientos repetidos de muerte o suicidio
No hay muchas maneras de evitar que alguien se deprima, pero es útil asegurarse de que su ser querido tiene buenos hábitos de salud, como comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio suave.
Si se confunde con cosas como dónde está o qué hora es, no intente corregirle. Esto puede hacer que se altere o se asuste.
Retirada
El retraimiento de las actividades sociales es habitual en las personas con enfermedad de Alzheimer, pero no suele ser grave. Cuando se retiran, son menos activos y pueden pasar más tiempo en una silla o en la cama. No quieren participar en su rutina habitual. Dejan de participar en las actividades que solían disfrutar. A menudo, se sienten tristes y lloran.
Hay varias cosas que pueden hacer que su ser querido se retraiga. Puede estar deprimido o sentirse ansioso cuando una situación social es demasiado. Puede tener dolor. Puede estar enfermo o ponerse enfermo. Es más probable que se retraiga si ha padecido la enfermedad de Alzheimer durante un tiempo.
Tristeza y llanto
A medida que el Alzheimer avanza, su ser querido puede empezar a comportarse de forma diferente. Puede sentirse triste y llorar con más frecuencia. Llorar por cosas pequeñas es común en ciertos tipos de demencia porque esas cosas pequeñas afectan a las áreas del cerebro que controlan las emociones. También es posible que su ser querido recuerde acontecimientos tristes, o que esté enfermo o preocupado por su salud.
Si su ser querido llora todo el tiempo, podría estar deprimido. Intenta averiguar qué es lo que siente y le hace llorar. Hazle una pregunta del tipo ¿Puedes decirme qué te hace estar tan triste? Si no puede decírtelo, recuérdale que le quieres y te preocupas por él. Ten en cuenta que puede que no esté llorando porque esté deprimido. El alzhéimer suele provocar llantos inexplicables o reacciones fuertes a las actividades cotidianas.
Puede calmar a su ser querido si hace algo que le guste, como comer su comida favorita o sentir su olor favorito, ya sean flores o velas. También puede acariciar al gato o al perro, escuchar música o ver su programa de televisión favorito. Puede ser útil hablar con ellos de acontecimientos positivos importantes de la vida o de sus intereses favoritos. También puedes leerles o ver fotos o vídeos. Si te dejan tocarles, intenta cogerles la mano, tocarles el hombro o darles un suave masaje.
El suicidio en los adultos mayores
Las personas mayores de 65 años tienen mayores probabilidades de suicidio. Sus seres queridos a menudo no se dan cuenta de que están deprimidos, por lo que no les ayudan a recibir tratamiento. Entre los factores que aumentan la probabilidad de que alguien se quite la vida están la muerte o la pérdida de un ser querido, la soledad, la enfermedad o el dolor.
El riesgo de suicidio es mayor si su ser querido no ha tenido la enfermedad de Alzheimer durante mucho tiempo (está en las primeras fases de la enfermedad). Los signos de advertencia son diferentes para cada persona, pero incluyen:
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Hablar de muerte y suicidio
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Mayor consumo de alcohol
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Ahorro de medicamentos
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Un repentino interés por las armas
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Hacer despedidas
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Un apuro para hacer o cambiar un testamento
Si cree que su ser querido está en riesgo de suicidio, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle.
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Si llevan poco tiempo con la enfermedad de Alzheimer, busca asesoramiento o un grupo de apoyo para ellos.
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Mantén las pistolas, cuchillos y otros objetos punzantes fuera de la casa o bajo llave.
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Establezca una rutina.
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Planifica las tareas duras o agotadoras, como el baño, para los momentos en que tengan más energía.
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Ayúdales a hacer ejercicio diario.
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Haz una lista de sus lugares, personas, música y actividades favoritas. Ayúdales a realizar una actividad favorita cada día.
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Ofréceles sus alimentos favoritos.
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Recuérdales que les quieres y te preocupas por ellos.
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Pregúntales si están pensando en la muerte o en el suicidio.
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Aléjese de los grupos grandes de personas o de ciertos lugares si éstos alteran a su ser querido. Si no puedes hacerlo, consuélale hablándole o tocándole suavemente si te lo permite.
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Si su ser querido dice que tiene repetidos pensamientos de muerte, o si habla de suicidio, llame inmediatamente a un médico o consejero.
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Medicación para la depresión
Pregunte a su médico sobre los medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Tenga en cuenta que estos medicamentos pueden no ser tan útiles para las personas con Alzheimer, especialmente si sólo están ligeramente deprimidas. Esto puede deberse a que las sustancias químicas del cerebro que causan la depresión son diferentes en las personas con Alzheimer. También puede ser que la depresión de su ser querido sea el resultado de cosas que los medicamentos no pueden solucionar, como el aislamiento social.
Los medicamentos para la depresión pueden causar problemas como confusión, caídas, mareos y otros efectos secundarios. A veces impiden que otros medicamentos funcionen como deberían. Pruebe otras cosas para ayudar a su ser querido antes de probar la medicación, y hable con un médico sobre los posibles efectos secundarios.
Cuidarse a sí mismo
Es normal sentirse frustrado cuando se cuida a un ser querido que se siente triste y llora. Si puede, intente tomarse un descanso durante el día. Si le preocupa dejar a su ser querido solo, pida ayuda a un miembro de la familia, a un amigo de confianza o a la Agencia Local para el Envejecimiento o a la sección de la Asociación de Alzheimer.