Cómo elegir un médico de atención primaria para una persona con Alzheimer

Es importante conseguir la atención primaria adecuada para su ser querido con Alzheimer. He aquí cómo elegir un médico y aprovechar al máximo su cita.

Lo primero en lo que debe pensar es en la propia consulta. Debe ser de fácil acceso. Si va en coche, debe ser fácil de aparcar.

Compruebe los horarios para asegurarse de que le convienen y de que es fácil conseguir una cita. Algunos consultorios abren por la noche y los fines de semana. Eso puede ahorrarle un viaje a una clínica de atención urgente o a la sala de emergencias.

Algunos consultorios tienen su propio laboratorio para extraer sangre y hacer radiografías, lo que significa que no tendrá que llevar a su ser querido a otro lugar para ello.

También es importante que el personal sea amable. Una enfermera o un profesional deben responder rápidamente a sus preguntas.

Acudir a un especialista

Los médicos de atención primaria suelen estar formados para ser proveedores generales. Muchos tienen mucha experiencia en el cuidado de personas mayores, pero algunos no tienen mucha experiencia en la enfermedad de Alzheimer. Si cree que éste es el caso, hable con el médico al respecto. Es posible que pueda responder a sus preocupaciones. Si no quiere hablar de ello en persona, escríbales una carta o hable con una enfermera del personal.

Si quieres acudir a un especialista, los geriatras, las enfermeras geriátricas y los psiquiatras geriátricos están capacitados para atender a las personas mayores. Los neurólogos y neuropsicólogos también ayudan a las personas con demencia.

Pueden darles a usted y a su ser querido más información y hacer sugerencias sobre cómo manejar los problemas. Si acude a un especialista, éste debe comunicar al médico de cabecera lo que le recomienda.

Antes de la visita

Adelántese y pida una primera cita... no espere a que su ser querido esté enfermo. Cuando llame, haga saber a la oficina que su ser querido es nuevo. Es posible que tengan que programar una visita más larga.

Elija un momento del día en el que ambos estén cómodos y descansados. La primera hora de la mañana o de la tarde suele ser buena, porque algunos médicos tienden a retrasarse. Procure no ir a la hora de las comidas. Si el médico se retrasa, su ser querido podría molestarse o confundirse si tiene hambre.

Tome algunas medidas para preparar la cita:

  • Anota cualquier preocupación o pregunta.

  • Lleve una lista de todos los medicamentos (incluidos los recetados y los de venta libre), vitaminas y suplementos. Mejor aún, lleve todos los medicamentos en una bolsa.

  • Lleve un cuaderno para tomar notas.

  • Lleva bocadillos y bebidas para los dos.

  • Lleva productos de higiene personal si los necesitas.

  • Tenga algo para que ambos hagan, como libros, revistas, rompecabezas o música con auriculares.

Cuando no puedes estar allí

Puede haber ocasiones en las que usted no pueda ir a una visita médica con su ser querido y otra persona lo lleve. Si esto ocurre, querrás asegurarte de saber cómo ha ido.

Pide a la persona que esté con tu ser querido que tome notas. Debe anotar el nombre y el número de teléfono de alguien a quien llamar si tiene preguntas. Además, pídale que pida al médico instrucciones por escrito sobre cualquier cambio en los cuidados.

Si es necesario, llame a la enfermera o al médico después de la cita para que le informen de cómo ha ido la visita.

Si quiere cambiar de médico

Es posible que decida cambiar de médico de atención primaria por muchas razones. Puede que no estén capacitados para atender a personas con demencia, o que su consulta no sea conveniente. Si su ser querido se traslada a una residencia de ancianos, puede optar por que lo vea el médico de allí.

Si decide cambiar, tenga preparado un nuevo médico de cabecera antes de dejar el actual. Algunos médicos no aceptan nuevos pacientes o puede haber una lista de espera. Si es posible, programe una última visita con el médico actual para obtener copias de los historiales médicos, los resultados de las pruebas y una lista actualizada de los medicamentos.

Puede ser importante que el médico sepa por qué quieres dejarlo. Si no quieres hablar de ello en persona, escríbele una carta o habla con una enfermera del personal.

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