El doctor revisa las terapias que pueden beneficiar a los pacientes de la enfermedad de Alzheimer, incluyendo medicamentos, TRH, terapia sensorial y más.
Pero si usted o un ser querido tiene Alzheimer, hay tratamientos que pueden marcar la diferencia. Algunas terapias alivian los síntomas y ayudan a las personas a estar mejor durante más tiempo. Dado que los efectos de la enfermedad cambian con el tiempo, las personas a menudo necesitan ajustar sus tratamientos o iniciar otros nuevos a medida que surgen diferentes problemas.
Medicamentos
Diferentes tipos de medicamentos pueden tratar la pérdida de memoria, los cambios de comportamiento, los problemas de sueño y otros síntomas del Alzheimer. No detienen la enfermedad, pero pueden evitar que los problemas empeoren mucho durante unos meses o incluso años. Todos ellos pueden tener efectos secundarios, lo que puede ser más problemático para las personas mayores.
Los médicos pueden recomendar uno o varios tipos de medicamentos en función de los síntomas de la persona.
Los enfermos de Alzheimer tienen una acumulación de placas de beta amiloide en el cerebro. La FDA ha aprobado el medicamento aducanumab-avwa (Aduhelm) como primera terapia que se dirige a estas placas y las reduce. Está destinado a personas con enfermedad de Alzheimer en fase inicial. Puede provocar inflamación o hemorragia en el cerebro.
Algunos fármacos tratan los problemas de humor, depresión e irritabilidad. Estos incluyen:
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Citalopram (Celexa)
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Fluoxetina (Prozac)
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Paroxetina (Paxil)
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Sertralina (Zoloft)
Para las personas que tienen ansiedad o inquietud, los medicamentos que pueden ayudar son:
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Alprazolam (Niravam, Xanax)
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Buspirona (BuSpar)
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Lorazepam (Ativan)
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Oxazepam (Serax)
Los médicos también podrían recetar medicamentos para aliviar la confusión, la agresión, la agitación o las alucinaciones (ver, oír o sentir cosas que no existen). Las opciones incluyen:
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Aripiprazol (Abilify)
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Brexpiprazol (Rexulti)
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Haloperidol (Haldol)
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Olanzapina (Zyprexa)
Es importante tener en cuenta que los estudios han relacionado algunos de estos medicamentos antipsicóticos con un mayor riesgo de muerte para las personas con demencia. La FDA ha colocado una advertencia de "recuadro negro" en estos fármacos que describe estos problemas. Pero aún pueden ser útiles para muchas personas.
Otras terapias
Muchas personas han explorado formas distintas a la medicación para tratar la enfermedad de Alzheimer o manejar sus síntomas. La ciencia sobre si funcionan o no ha sido mixta. Por ejemplo:
La vitamina E. Los científicos pensaron en su día que este antioxidante podría proteger las células nerviosas del daño. Pero muchos médicos ya no la recomiendan a los enfermos de Alzheimer porque hay pocas pruebas de que funcione.
Terapia hormonal sustitutiva (THS). En un tiempo, los estudios sugerían que las mujeres que tomaban terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia tenían un menor riesgo de padecer Alzheimer. Se creía que la hormona femenina, el estrógeno, ayudaba a las células nerviosas a conectarse entre sí y evitaba que el cerebro formara placas que se acumulan entre las células cerebrales.
Pero investigaciones más recientes han descubierto que la THS no ayuda, y un estudio incluso ha demostrado que el uso de estrógenos podría aumentar el riesgo de padecer Alzheimer en lugar de protegerlo. La THS también puede aumentar las probabilidades de que una persona sufra un ataque al corazón, un derrame cerebral o un cáncer de mama.
Musicoterapia. Algunos datos científicos demuestran que estos tratamientos, que estimulan los sentidos, pueden mejorar el estado de ánimo, el comportamiento y el funcionamiento cotidiano de las personas con Alzheimer. El arte y la música pueden ayudar a desencadenar recuerdos y a que las personas vuelvan a conectar con el mundo que les rodea. Intente cantar con ellos y poner su música favorita.
La musicoterapia puede ayudar a los enfermos de Alzheimer de muchas maneras. Puede:
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Calmarlos cuando están agitados
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Desencadenar los recuerdos
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Involucrar su mente incluso en las enfermedades más tardías
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Mejorar su alimentación en algunos casos
Estos son algunos consejos para utilizar la musicoterapia para una persona con Alzheimer:
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Las canciones de oro despiertan recuerdos. Las canciones de la juventud de la persona suelen ser las que más recuerdos despiertan. En las últimas fases de la enfermedad de Alzheimer, es posible que haya que recurrir a las canciones aprendidas en la infancia. Anime a cantar a coro.
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Los ritmos de los pies estimulan la actividad. Los ritmos de baile acelerados pueden ayudar a estimular la actividad mental y física de los enfermos de Alzheimer. Anime a bailar, si es posible.
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Escuchar música fácil puede aliviar. La música relajante puede ayudar a calmar la ansiedad y la frustración que sienten muchas personas con la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, las canciones de cuna a la hora de dormir pueden ayudar a su ser querido a meterse en la cama y dormirse.
Es posible que una persona con enfermedad de Alzheimer no pueda comunicar verbalmente sus gustos y disgustos. Confíe en otras pistas, como las expresiones faciales, para saber qué canciones son un éxito y cuáles no. Pida a sus amigos o familiares que le sugieran los tipos de música o las canciones concretas que le gustaban a la persona.
Terapia artística. La pintura, el dibujo y otras formas de terapia artística pueden ayudar a las personas con Alzheimer a expresarse. La expresión a través del arte puede ser especialmente importante a medida que se deteriora la capacidad de la persona para comunicarse a través de las palabras.
Usted puede ayudar. He aquí cómo:
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Imagina el pasado. Fomenta un proyecto que cuente una historia o evoque un recuerdo. El proyecto puede ser algo de lo que habléis juntos, tanto mientras está en marcha como una vez terminado.
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No hay problema con la forma libre. Reduce las instrucciones al mínimo para evitar la confusión y la frustración. Luego, apártese a medida que la obra vaya tomando forma. Si es necesario, empiece pintando usted mismo las primeras pinceladas para recordar a su ser querido cómo se hace. No olvide que el cuadro está hecho cuando la persona dice que está hecho, tanto si usted lo cree como si no.
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No seas crítico. Si no te gustan los colores elegidos, guárdatelo para ti. Los comentarios positivos y las preguntas que fomentan la interacción son las mejores contribuciones que puedes hacer.
Masaje. Esta terapia manual puede ayudar de dos maneras. Puede aliviar la agitación y mejorar el sueño.
Terapia con mascotas. Las personas que solían disfrutar con las mascotas pueden encontrar el contacto con ellas enriquecedor o tranquilizador. Adapte la mascota a las necesidades de la persona. Por ejemplo, una persona que puede caminar puede disfrutar de la visita de un perro. Una persona con menos movilidad puede disfrutar acariciando a un gato.
Aficiones anteriores. Perseguir intereses que antes eran familiares puede ayudar a una persona con Alzheimer a sentirse más estable en su vida. Piense en la jardinería, la cocina o cualquier otra actividad que la persona solía disfrutar. Intente incluir estas actividades en las rutinas diarias de la persona.
Suplementos. Algunas personas han probado remedios alternativos, como la coenzima Q10, el calcio coralino, la huperzina A y los ácidos grasos omega-3 para prevenir o tratar la enfermedad de Alzheimer. No hay suficientes investigaciones para demostrar si funcionan o no.
La FDA no regula los suplementos como lo hace con los medicamentos, y las empresas que los fabrican no tienen que demostrar si sus productos son seguros o eficaces antes de poder venderlos. Además, algunos suplementos pueden provocar efectos secundarios peligrosos o impedir que otros medicamentos que tomas funcionen. Habla siempre con tu médico antes de empezar a usar un suplemento.
Medicamentos de venta libre. Para el alivio temporal del dolor, utiliza paracetamol u otro medicamento para el dolor que haya aprobado un médico. Sigue las instrucciones de la etiqueta. Si usas paracetamol, no les des más de 3.000 miligramos al día. Si tienen una enfermedad hepática, pregúntale primero a su médico. Diles si el dolor es intenso o no desaparece.
Terapia ocupacional. Con ella se pueden evaluar los puntos fuertes y débiles de tus seres queridos, así como su capacidad para entender en qué aspectos necesitan más ayuda. Con un terapeuta, pueden trabajar para mejorar algunas de sus habilidades físicas.
El terapeuta también puede ayudar a que su casa sea más segura y esté mejor adaptada a sus necesidades. Por ejemplo, un terapeuta ocupacional puede:
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Organizar su armario para que sólo disponga de la ropa de la temporada actual
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Asegúrate de que hay una valla alrededor de su patio, para que no deambulen por la calle
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Encuentra versiones más fáciles de las actividades que solían disfrutar, para que puedan seguir haciéndolas (como los rompecabezas)
Fisioterapia. Los fisioterapeutas pueden ayudar a tu ser querido a mejorar su equilibrio y a reducir las posibilidades de caídas. El ejercicio también puede ser bueno para su estado de ánimo.
Ten en cuenta que la demencia puede dificultar que te digan si tienen dolor. El fisioterapeuta puede comprobarlo y ayudar a tratar cualquier dolor que tenga.
Terapia de validación. Es un tipo de asesoramiento. El terapeuta prestará mucha atención a los sentimientos de tus seres queridos. Pueden estudiar su voz y su lenguaje corporal, y dar menos importancia a lo que realmente dicen. Pueden validar sus sentimientos diciendo cosas como: "Veo que estás enfadado". El mero hecho de saber que alguien lo entiende puede hacer que se sienta mejor.
Orientación a la realidad. En estas sesiones, su ser querido y su terapeuta repetirán juntos información sobre el tiempo, el lugar y otros temas de forma regular. Esto puede ayudarles a mantenerse orientados en el momento presente y, con suerte, a sentirse menos confusos. Además, poner cosas en su casa, como relojes grandes y calendarios, puede facilitarles la tarea.
La orientación a la realidad no es para todo el mundo. Puede que no sea seguro practicar con una persona que cree estar en un tiempo o lugar diferente. En ese caso, la terapia de realidad podría alterarles.
Terapia para la depresión. La depresión es común en las personas con demencia, especialmente en las etapas iniciales y medias de la pérdida de memoria. Pero sus síntomas pueden aparecer y desaparecer.
Hable con el médico de sus seres queridos porque algunos medicamentos pueden causar síntomas similares a los de la depresión. Es posible que le prescriban medicamentos antidepresivos y que le sugieran asesoramiento psicológico. Otras cosas que pueden ayudar con la depresión son:
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Grupos de apoyo
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Rutina diaria predecible
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Celebración de los pequeños éxitos
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Formar parte de la vida familiar
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Actividades que les resulten inspiradoras
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Escuchar repetidamente que son queridos y que recibirán una buena atención