La culpa del cuidador: Cómo superarlo y crear una red de ayuda

Un médico explica a los cuidadores cómo superar el sentimiento de "nunca hago lo suficiente";

Los cuidadores a menudo son arrastrados en diferentes direcciones. Esto puede llevarles a sentirse culpables. Tal vez sienta que no está haciendo lo suficiente por su ser querido. O que los cuidados le quitan tiempo a otros miembros de su familia. O tiene sentimientos de resentimiento hacia la persona a la que cuida.

Y eso es natural.

Pero la culpa no te lleva a ninguna parte. Es importante superar esos sentimientos para poder cuidar de tu ser querido... y de ti mismo.

Sentirse culpable es normal

La mayoría de las personas en tu situación se han sentido prácticamente igual.

"Este sentimiento de no sentir nunca que estás haciendo un trabajo lo suficientemente bueno con cualquier cosa que estés haciendo es normal. Desgraciadamente, es sólo una función de estar demasiado disperso", dice el psicólogo clínico Barry J. Jacobs, autor de The Emotional Survival Guide for Caregivers. "La gente no debería castigarse por ello. Todo el mundo tiene que rebajar un poco su nivel de exigencia y hacer lo mejor que pueda".

En lugar de pasar todo el tiempo cuidando a expensas de su familia, encuentre un equilibrio, sugiere Jacobs. Un poco menos de tiempo aquí, un poco más de tiempo allá. Así no estarás centrando toda tu atención en un lugar o en una persona a expensas de otra.

Consigue una red de apoyo

Es fácil sentir que no estás haciendo lo suficiente si intentas hacerlo todo tú. No te va a ayudar a ti ni a tu ser querido si no delegas y consigues algo de tiempo para ti.

"Que esté bien pedir ayuda", dice la psicóloga clínica Sara Honn Qualls, PhD, directora del Centro de Gerontología de la Universidad de Colorado en Colorado Springs. Pida ayuda para tareas específicas, como llevar al ser querido a una cita con el médico o llevarle la comida. Tal vez tenga un familiar que pueda ayudar con las finanzas.

Puede que sólo necesite unas horas de tiempo para usted mismo para descomprimirse.

"La gente tiene que aprender a tomar el ritmo y a reponerse", dice Jacobs. "Cuando la gente no se cuida, es más probable que se queme.

Equilibrio y emoción

No puedes sentirte culpable por cosas que están fuera de tu control. Tu ayuda es finita. Recuérdalo. Por ejemplo, puedes pensar que es culpa tuya si la persona a la que cuidas está sufriendo.

"Es como si tuvieras que hacer feliz a esa persona por arte de magia", dice Jacobs. "Pero a veces no van a ser felices o a sentirse mejor. Así es la vida. Esa es la realidad".

Así que si no puedes controlar lo que te hace sentir mal, mejor mira el porqué.

"Es importante separar los sentimientos negativos hacia los cuidadores de los sentimientos negativos hacia la persona a la que cuidas", dice Jacobs. "Puedo odiar el acto pero seguir sintiéndome bien con el compromiso que asumí".

Y trata de recordar que estás siendo de gran ayuda, pero esa ayuda debe ser equilibrada. Te sentirás mucho mejor si también prestas atención a tu familia, tu vida social y otras actividades.

La doctora Cathy Alessi, presidenta de la Sociedad Americana de Geriatría, dice que cuando los cuidadores vienen con sus pacientes, les hace saber el impacto que han tenido.

"Me aseguro de decirles la diferencia que he visto desde que ayudan a la persona a la que cuidan", dice. "La situación no tiene por qué ser perfecta, y probablemente sea mucho mejor con su ayuda y asistencia".

Sugiere buscar grupos de apoyo a los cuidadores, información online o terapeutas.

"Los cuidadores me dicen que es útil hablar con otra persona que esté pasando por una experiencia similar. Es útil obtener consejos, y el grupo puede aportar ideas que quizá no se te ocurran a ti mismo."

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