Puede ser frustrante y confuso que su ser querido con Alzheimer rechace los cuidados. He aquí cómo entender este comportamiento y calmar la situación.
Esto puede ser frustrante, pero es importante recordar que no están tratando de hacer las cosas más difíciles para usted.
Busca las posibles causas
Puede ayudar pensar en lo que estaba ocurriendo justo antes de que comenzara el problema:
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Ocurre con el cuidado personal, como bañarse o cambiarse?
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Podrían estar respondiendo a sus emociones, como el enfado o la frustración en su cara o voz?
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Podrían sentirse apurados o apuradas?
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Se les pide que hagan demasiado?
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Puede que no entiendan lo que ocurre o lo que se dice?
Puede ser que crean que está ocurriendo algo que no es (una ilusión). Por ejemplo, ¿te acusan de cosas que no son ciertas?
También pueden tener hambre, sed, calor, frío, cansancio o necesidad de ir al baño. Las personas con Alzheimer pueden parecer que rechazan la ayuda cuando en realidad están enfermas. Pueden parecer más débiles, menos hambrientos o más cansados de lo habitual. No parecen ser los mismos de siempre. Si observa estos signos, hable con su médico.
Formas de colaborar con su ser querido
Una vez que creas que has descubierto la causa, elabora un plan y comprueba si te ayuda. Puede probar algunas cosas sencillas de inmediato que podrían marcar la diferencia:
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Intenta distraerlos. Puedes ir a dar un paseo o tomar un tentempié. Cuando se hayan calmado, vuelve a intentar la actividad.
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Asegúrate de que no están incómodos o que necesitan ir al baño.
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Habla lo más suave y tranquilo que puedas, aunque te sientas frustrado, enfadado o triste. Aléjate unos minutos si puedes y respira profundamente. Tu ser querido puede darse cuenta por tu voz y tu cuerpo cuando te sientes estresado.
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Si se enfadan, dales espacio y vuelve a intentarlo más tarde. No les obligues a hacer algo que no quieren hacer.
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Dales opciones sencillas si es posible.
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Utiliza frases cortas y sencillas para decirles lo que deben hacer y por qué. No les digas lo que no deben hacer.
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Divida las tareas en pasos sencillos y dé instrucciones de uno o dos pasos solamente. Ve despacio y no les metas prisa. Dígales lo que va a hacer antes de hacerlo, especialmente antes de tocarlos.
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Habla con ellos como un adulto, no como si fueran niños.
Es posible que tengas que probar varias de estas cosas. Si ninguna de ellas parece ayudar, hable con un médico.
Si tu pareja cree que ocurre algo que no es, no discutas con ella. Usted podría:
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Hablarles con calma para reconfortarles. Si te dejan, dales un toque suave.
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Comprueba si puedes saber qué es lo que les hace pensar como lo hacen. A menudo es porque ven o escuchan algo real y sacan una conclusión irreal. Por ejemplo, puede que te digan que viene la policía, pero ese pensamiento lo ha provocado un coche que pasaba por allí o un vecino que caminaba por la acera.
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Para algunas personas, lo mejor es ser sincero. Puedes decir: "Sé que ves algo, pero yo no lo veo". Para otros, puede ser útil reaccionar a lo que creen ver o a lo que creen que está sucediendo. Por ejemplo, si ven serpientes, finge que las matas.
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Distráelos con una actividad favorita: escuchar música, dibujar o mirar un álbum de fotos.
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A ver si consigues que se alejen de ese lugar contigo.
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Cambia las cosas que les hacen ver u oír cosas. Por ejemplo, si ven una cara en las cortinas de la cocina, cambia las cortinas o quítalas.
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Si arremeten
A veces, cuando una persona con Alzheimer no quiere ayuda, puede hacer cosas como golpear, empujar, maldecir o gritar. Si no puede calmar a su ser querido cuando se altera, deje de hacer lo que está haciendo y aléjese.
Mantén los objetos peligrosos como pistolas, cuchillos, cristales y objetos afilados o pesados fuera de la casa o bajo llave. Pide a alguien cercano, como un vecino, que esté preparado para ayudar si lo necesitas.
Informa al médico si se agita con frecuencia o si es probable que se ponga en marcha.