Métodos probados para evitar que los alérgenos te hagan sentir mal.
Cómo evitar los ataques de alergia por sorpresa
Métodos probados para evitar que los alérgenos te hagan sentir mal.
Por Jeanie Lerche Davis De los archivos del médico
De la nada... un ataque de estornudos. ¿Quién sabe qué lo ha provocado? Una variedad de alérgenos de interior y exterior puede lanzar un ataque sorpresa. El polen es uno de los más importantes, al igual que el moho. Cualquier cosa que pueda hacer para domar esas plagas le hará la vida más dulce.
Los ataques de alergia son la reacción exagerada del cuerpo a un irritante. Un alérgeno es normalmente una sustancia inofensiva en el ambiente, como el polen, que hace que el sistema inmunitario reaccione como si el alérgeno fuera dañino.
El polen, los ácaros del polvo, el moho, la caspa de los animales y las picaduras de insectos son alérgenos comunes, que desencadenan una serie de síntomas, si usted es sensible a ellos. Las reacciones leves pueden ser una erupción, irritación de los ojos y congestión. Con una reacción moderada, hay picor o dificultad para respirar. Una reacción grave, llamada anafilaxia, es una emergencia poco frecuente pero potencialmente mortal en la que todo el cuerpo reacciona.
Es una jungla ahí fuera. Pero aquí tienes consejos para sobrevivir a los desencadenantes de la alergia:
Polen
No es ningún secreto que las hierbas, los árboles y las flores producen polen desde la primavera hasta el otoño. Este es su calendario tentativo: Polen de hierba (de marzo a octubre), polen de ambrosía (de julio a noviembre), polen de árbol (de enero a junio) y polen de maleza (de abril a noviembre). El calendario varía según el lugar en el que vivas.
Pero ¿sabías esto? Al cortar el césped, se produce el polen de la hierba. La jardinería te pone cara a cara con las flores, esas pequeñas y malvadas productoras de polen.
Para evitar el polen:
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Comprueba el reloj. Los recuentos de polen suelen ser más altos a última hora de la mañana y primera de la tarde.
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Cuando los recuentos de polen sean altos, mantenga las ventanas cerradas. Utilice el aire acondicionado. Permanezca en el interior lo más posible.
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No cuelgues la ropa o las sábanas en el exterior para que se sequen; el polen puede adherirse a los tejidos.
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Pide ayuda para las tareas del jardín. Consigue que alguien corte el césped, así no estarás expuesto a tanto polen de hierba.
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Si no puedes evitar el trabajo en el jardín, ponte una mascarilla barata. Dúchate después y cámbiate de ropa.
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Evita estar cerca de la hierba recién cortada siempre que sea posible.
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Mantenga cerradas las ventanillas y los respiraderos del coche; utilice el aire acondicionado.
Moho
Las zonas húmedas como los sótanos, los baños y los lavaderos son los lugares donde se puede encontrar moho. En el exterior, hay muchos más refugios para el moho.
Para evitar el moho:
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No rastrille las hojas. Eso agita las esporas del moho, que podrías inhalar.
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Aléjate de la hierba, las hojas, el heno, los montones de mantillo y los montones de abono.
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Evite otras áreas húmedas como sótanos, garajes, espacios de arrastre y graneros.
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Permanezca en el interior durante los días lluviosos o ventosos, cuando es probable que las esporas de moho sean transportadas por el aire.
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Limpie las superficies del hogar (incluidos los azulejos del baño y las cortinas de la ducha) con lejía diluida o con productos de limpieza a base de lejía.
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Mantenga una luz incandescente en una zona de su casa propensa al moho.
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Utilice un deshumidificador y ventile las zonas de alta humedad.
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No cuelgue la ropa o las sábanas en el exterior para que se sequen; las esporas de moho pueden adherirse fácilmente.
Ácaros del polvo
Estas diminutas criaturas viven en el polvo de la casa, al igual que la caspa de los animales, las bacterias, el moho y otros alérgenos. La ropa de cama, los animales de peluche, los muebles con demasiado relleno, las alfombras y las persianas son lugares de reunión habituales para los ácaros del polvo.
Para controlar los ácaros del polvo:
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Coloque fundas de plástico sobre los colchones, almohadas y somieres; utilice almohadas hipoalergénicas.
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No utilices ropa de cama o almohadas rellenas de plumón.
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Lave la ropa de cama semanalmente con agua caliente.
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Deshágase de los muebles con demasiado relleno.
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Limite el uso de alfombras. Elija los suelos de madera en lugar de las alfombras.
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Evite las persianas de las ventanas o las cortinas largas.
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Lava los peluches y las almohadas con agua caliente; sécalos en una secadora caliente.
Caspa de animales
Si tienes mascotas, la caspa de los animales puede filtrarse en los muebles tapizados, las alfombras, las cortinas y la ropa de cama, al igual que los ácaros del polvo.
Su coche también puede albergar caspa animal, incluso si no tiene una mascota. Cuando está expuesto a otros animales, como el perro de un vecino, su ropa atrae altos niveles de caspa. Si te sientas en el asiento del coche, habrás depositado cantidades considerables de este alérgeno.
Para controlar la caspa de las mascotas:
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Mantenga a las mascotas fuera de las guaridas, los dormitorios y otras habitaciones donde pase la mayor parte del tiempo.
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Deshágase de las alfombras, si es posible.
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Aspira la casa dos veces por semana.
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Aspira también el coche.
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Bañe a las mascotas con frecuencia.
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Evitar el contacto con los animales.
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Utilice un limpiador o purificador de aire. Esto ayuda a eliminar la caspa que circula por la casa.
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Siga las sugerencias (arriba) para el control de los ácaros/polvo doméstico.
Insectos urticantes
Las abejas, las hormigas de fuego, las avispas amarillas, los avispones y las avispas pueden provocar reacciones alérgicas cuando muerden o pican. Todas las personas que son picadas por un insecto tienen dolor, hinchazón y enrojecimiento alrededor del lugar. Sin embargo, algunas personas tienen una reacción grave o incluso mortal.
Para evitar las picaduras:
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No lleves ropa de colores vivos.
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No uses desodorantes, cosméticos o productos capilares perfumados.
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Use pantalones y mangas largas.
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Evita la basura al aire libre.